Washington Hispanic
27 de noviembre de 2009
Este fin de semana nuestra actividad con el Ministerio de Sanación e Intercesión nos dirigimos a la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles en Woodbrige, Virginia. Todos los servidores nos recibieron amablemente con camisetas azul celeste que nos hicieron a todos sentirnos en casa.

Una iglesia majestuosa y bien acogedora, un lleno total de personas que por primera vez acudían a una Misa de Sanación. Cada iglesia siempre tiene algo especial que brindarnos espiritualmente. El Espíritu Santo se mueve de diferentes formas pero en cada Misa su fuerza y su presencia se siente entre nosotros.



Una de las grandes sorpresas fue que una de esas familias el día domingo vino a dar testimonio de sanación de su madre que había estado en cuidados intensivos y ahora había regresado al hogar sintiéndose mejor y con ganas de vivir. Gran testimonio de las manos sanadoras de Jesús. Será que está llamando a las familias, para que oremos en familia, vayamos a la Iglesia en unidad o que el Espíritu Santo cuando sopla, sana, libera e intercede. Ahora lo está haciendo en grupo como cuando se madura un racimo de uvas.





