Por el Rev. José Eugenio Hoyos
El escritor español Miguel de Cervantes Saavedra en su famoso libro Don Quijote de la Mancha decía: “la libertad, querido Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos. Con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar…”.
Los derechos humanos son lo más importante y valioso que tenemos los seres humanos entregado por Dios. Los derechos humanos nos permiten vivir como seres humanos, con dignidad e igualdad con los demás. Todas las personas tenemos derechos humanos desde que nacemos.
Los seres humanos tenemos los mismos derechos, sin distinción de edad, sexo, raza, nacionalidad o condición social. Los hombres y las mujeres, los niños(as), los jóvenes, los adultos y ancianos o adultos mayores, los nacionales o los extranjeros, los ricos y los pobres y todas las demás personas, tienen los mismos derechos.
Los derechos humanos son universales, nos pertenecen a todos los seres humanos, en todo momento y lugar. Los derechos humanos forman parte esencial de nuestra vida. Se relacionan con todas nuestras actividades diarias, ya sea en la vida familiar, social, escolar, deportiva, cultural o religiosa.
Ellos protegen nuestra vida, nuestro cuerpo y nuestra mente, nuestra libertad y nuestra forma de pensar. Son facultades que nos permiten expresar libremente lo que pensamos. Tomar decisiones en nuestras vidas; de estudiar y educarnos, ser personas responsables; tener alimentación, salud, una vivienda digna y formar parte de una familia. Así como tenemos derecho a que los demás respeten nuestra vida, nosotros tenemos el deber de respetar la vida de los demás. Por lo tanto, nadie tiene derecho a quitarnos nuestra vida, ni aun antes de nacer. El derecho a la vida es el derecho humano más importante que tenemos, por lo que debemos exigir que se respete nuestra vida, y al mismo tiempo debemos respetar la vida del que no ha nacido.
Tenemos derecho a aire puro y agua limpia, que garantice nuestra salud. La protección del medio ambiente asegura la vida, la salud y la alimentación y el futuro de la humanidad y de la vida de nuestro planeta. Tenemos derecho a practicar una religión; la religión nos permite tener nuestras propias creencias sobre la existencia de Dios, sobre el origen del universo y el origen de la naturaleza, y de la vida de los seres humanos. No podemos olvidar también que los católicos tenemos derechos y deberes.
El escritor español Miguel de Cervantes Saavedra en su famoso libro Don Quijote de la Mancha decía: “la libertad, querido Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos. Con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar…”.
Los derechos humanos son lo más importante y valioso que tenemos los seres humanos entregado por Dios. Los derechos humanos nos permiten vivir como seres humanos, con dignidad e igualdad con los demás. Todas las personas tenemos derechos humanos desde que nacemos.
Los seres humanos tenemos los mismos derechos, sin distinción de edad, sexo, raza, nacionalidad o condición social. Los hombres y las mujeres, los niños(as), los jóvenes, los adultos y ancianos o adultos mayores, los nacionales o los extranjeros, los ricos y los pobres y todas las demás personas, tienen los mismos derechos.
Los derechos humanos son universales, nos pertenecen a todos los seres humanos, en todo momento y lugar. Los derechos humanos forman parte esencial de nuestra vida. Se relacionan con todas nuestras actividades diarias, ya sea en la vida familiar, social, escolar, deportiva, cultural o religiosa.
Ellos protegen nuestra vida, nuestro cuerpo y nuestra mente, nuestra libertad y nuestra forma de pensar. Son facultades que nos permiten expresar libremente lo que pensamos. Tomar decisiones en nuestras vidas; de estudiar y educarnos, ser personas responsables; tener alimentación, salud, una vivienda digna y formar parte de una familia. Así como tenemos derecho a que los demás respeten nuestra vida, nosotros tenemos el deber de respetar la vida de los demás. Por lo tanto, nadie tiene derecho a quitarnos nuestra vida, ni aun antes de nacer. El derecho a la vida es el derecho humano más importante que tenemos, por lo que debemos exigir que se respete nuestra vida, y al mismo tiempo debemos respetar la vida del que no ha nacido.
Tenemos derecho a aire puro y agua limpia, que garantice nuestra salud. La protección del medio ambiente asegura la vida, la salud y la alimentación y el futuro de la humanidad y de la vida de nuestro planeta. Tenemos derecho a practicar una religión; la religión nos permite tener nuestras propias creencias sobre la existencia de Dios, sobre el origen del universo y el origen de la naturaleza, y de la vida de los seres humanos. No podemos olvidar también que los católicos tenemos derechos y deberes.
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