Faltando solo unos pocos días para dar comienzo a la semana mayor de la Iglesia Católica miles de creyentes se dieron cita a la Misa de Sanación celebrada por los sacerdotes José Eugenio Hoyos, Director de la Renovación Carismática de Arlington, Virginia, el sacerdote Lino Rico de la Iglesia Cristo Redentor en Sterling y el diacono Sergio Alvarez director de la Juventud en la Diócesis de Arlington.
Como un día bendecido y maravilloso fue llamado la gran Misa de Sanación en la Parroquia de Cristo Redentor, Sterling, Virginia. Algunos decían y hoy día de trabajo todo un viernes, de donde llega tanta gente. Otros que fe, devoción y gozo acompañados de paz se sienten en esta Eucaristía.
Los testimonios siguen siendo un acontecimiento verdadero de demostración de fe y de la presencia viva de un Cristo Sanador que no ha terminado de realizar su obra sanadora y salvífica. Si en la pasada Misa de Sanación en la Sagrada Familia en Dale City fueron relacionados con el Cáncer y su sanación que conmovieron a todos, en esta ocasión los testimonios fueron relacionados con el festival de la vida.
Madres que eran infértiles cargando sus bebes daban testimonios de los milagros de ser Mamas. Otro aspecto que nos conmovió fueron los testimonios relacionados con inmigración y como Dios ha cambiado la mente y los corazones de los jueves y oficiales de inmigración para conceder oportunidades nuevas a personas indocumentadas que pensaban ya no había solución en sus casos migratorios.
Lo que si quede bien claro en la mente de cada asistente a estas Eucaristías es que la presencia de Cristo Sanadora es real y que el sigue, vivo y resucitado entre nosotros. El tiempo de los milagros continua, pues estamos. Bendecidos, Encendidos, Sanados y en Victoria.
Como un día bendecido y maravilloso fue llamado la gran Misa de Sanación en la Parroquia de Cristo Redentor, Sterling, Virginia. Algunos decían y hoy día de trabajo todo un viernes, de donde llega tanta gente. Otros que fe, devoción y gozo acompañados de paz se sienten en esta Eucaristía.
Los testimonios siguen siendo un acontecimiento verdadero de demostración de fe y de la presencia viva de un Cristo Sanador que no ha terminado de realizar su obra sanadora y salvífica. Si en la pasada Misa de Sanación en la Sagrada Familia en Dale City fueron relacionados con el Cáncer y su sanación que conmovieron a todos, en esta ocasión los testimonios fueron relacionados con el festival de la vida.
Madres que eran infértiles cargando sus bebes daban testimonios de los milagros de ser Mamas. Otro aspecto que nos conmovió fueron los testimonios relacionados con inmigración y como Dios ha cambiado la mente y los corazones de los jueves y oficiales de inmigración para conceder oportunidades nuevas a personas indocumentadas que pensaban ya no había solución en sus casos migratorios.
Lo que si quede bien claro en la mente de cada asistente a estas Eucaristías es que la presencia de Cristo Sanadora es real y que el sigue, vivo y resucitado entre nosotros. El tiempo de los milagros continua, pues estamos. Bendecidos, Encendidos, Sanados y en Victoria.
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