Con la siguiente reflexión no quiero levantar polémica ni quiero unirme al grupo de las personas que están a favor o en contra de la ordenación de mujeres en nuestra Iglesia Católica.
Todo lo contrario quiero resaltar como siempre la imagen, el trabajo, la misión de la mujer en la Iglesia muchas veces ignorado o rechazado. Pero nuestra Iglesia desde tiempos bíblicos ha dado a la mujer suma importancia.
En las investigaciones y estudios que se han hecho acerca del papel que jugó la mujer dentro de la historia de la salvación hemos encontrado hechos muy positivos y alentadores para la mujer. Jesús criticó a los cobradores de impuestos, el poder, a los sacerdotes, escribas, fariseos pero nunca criticó a la mujer, todo lo contrario, la defendió y le dio un lugar especial en la misión sálvica.
El encuentro personal de Jesús con las mujeres fue alentador y conmovedor, las mujeres aparecen postradas sufrientes y temerosas. Jesús con su presencia las levanta, las visibiliza, les da voz, las libera de toda opresión y las invita a que lo sigan y que no tengan miedo. Las invita a que participen a ser ciudadanas de pleno derecho en el Reino de Dios.
Todas son llamadas: las ancianas, representadas por la suegra de Pedro, la Sirofenicia, la Hemorroisa, María Magdalena, la Jorobada, las niñas comó hija de Jairo. Todas, sin distinción todas las mujeres fueron resucitadas por Jesús. Discípulas, Apóstoles, seguidores al igual que los varones. Por ello, quienes colocan a las mujeres en un segundo plano en la Iglesia y en la sociedad: No siguen a Jesús ¿Qué haría la Iglesia si las mujeres entendieran el evangelio de otra manera y formaran una Iglesia solo femenina?
Gracias a Dios la mujer hoy en día juega un papel más visible dentro de la iglesia. Todos hombres y mujeres, desde el bautismo, en el momento de la Unción del Santo Crisma nos incorporamos al pueblo de Dios permenciendo unidos a Cristo, Sacerdote Profeta y Rey.
Todo lo contrario quiero resaltar como siempre la imagen, el trabajo, la misión de la mujer en la Iglesia muchas veces ignorado o rechazado. Pero nuestra Iglesia desde tiempos bíblicos ha dado a la mujer suma importancia.
En las investigaciones y estudios que se han hecho acerca del papel que jugó la mujer dentro de la historia de la salvación hemos encontrado hechos muy positivos y alentadores para la mujer. Jesús criticó a los cobradores de impuestos, el poder, a los sacerdotes, escribas, fariseos pero nunca criticó a la mujer, todo lo contrario, la defendió y le dio un lugar especial en la misión sálvica.
El encuentro personal de Jesús con las mujeres fue alentador y conmovedor, las mujeres aparecen postradas sufrientes y temerosas. Jesús con su presencia las levanta, las visibiliza, les da voz, las libera de toda opresión y las invita a que lo sigan y que no tengan miedo. Las invita a que participen a ser ciudadanas de pleno derecho en el Reino de Dios.
Todas son llamadas: las ancianas, representadas por la suegra de Pedro, la Sirofenicia, la Hemorroisa, María Magdalena, la Jorobada, las niñas comó hija de Jairo. Todas, sin distinción todas las mujeres fueron resucitadas por Jesús. Discípulas, Apóstoles, seguidores al igual que los varones. Por ello, quienes colocan a las mujeres en un segundo plano en la Iglesia y en la sociedad: No siguen a Jesús ¿Qué haría la Iglesia si las mujeres entendieran el evangelio de otra manera y formaran una Iglesia solo femenina?
Gracias a Dios la mujer hoy en día juega un papel más visible dentro de la iglesia. Todos hombres y mujeres, desde el bautismo, en el momento de la Unción del Santo Crisma nos incorporamos al pueblo de Dios permenciendo unidos a Cristo, Sacerdote Profeta y Rey.
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