Por el Rev. Jose Eugenio Hoyos
El golpe mortífero que nos ha pegado estos últimos años con la crisis económica tiene a todo el mundo preocupado. La mayoría de personas están tratando de reorganizarse en cuanto a los gastos de la canasta familiar, a mantenerse estable y cuidar los trabajos y a vivir de una forma más sencilla.
De toda crisis en nuestro diario vivir siempre aprendemos una lección que al final ayuda a mejorar nuestro estilo de vida y alejarnos del despilfarro y el gasto innecesario. Estas preocupaciones nos han llevado a acercarnos más a Dios y a la Iglesia, pues hemos entendido por fin que cuando tenemos a Cristo en nuestras vidas encontramos por fin la verdadera ganancia, una ganancia que cuando invertimos en ella se convierte en una verdadera bolsa productiva de valores espirituales.
El banco de la vida eterna es el más seguro y que al final de los tiempos nos va a brindar felicidad, seguridad, paz y sobretodo mucha estabilidad. Si invertimos mas en la oración, aumentamos más la producción en cuanto la fe y la esperanza, nuestras ganancias serán mayores y más beneficiosas tanto en lo personal como familiar. Es urgente que en este tiempo maravilloso donde Dios nos envía muchas luces a nuestras vidas invirtamos seriamente en la bolsa de valores espirituales y acabemos con la devaluación moral.
Las 12 ganancias en que debemos invertir que recomiendo son:
1. El valor del tiempo
2. El éxito de la perseverancia
3. La satisfacción del trabajo honrado
4. La dignidad de la sencillez
5. La importancia del carácter
6. El encanto de la amabilidad
7. La influencia del ejemplo
8. La fuerza del deber
9. La prudencia de la economía
10. El poder de la paciencia
11. La luz de la rectitud
12. La magia del amor
Necesitamos calidad en las personas más que en los productos. Y calidad en las familias y no solo en las empresas. La mejor inversión es invertir tiempo en Dios y en la oración.
El golpe mortífero que nos ha pegado estos últimos años con la crisis económica tiene a todo el mundo preocupado. La mayoría de personas están tratando de reorganizarse en cuanto a los gastos de la canasta familiar, a mantenerse estable y cuidar los trabajos y a vivir de una forma más sencilla.
De toda crisis en nuestro diario vivir siempre aprendemos una lección que al final ayuda a mejorar nuestro estilo de vida y alejarnos del despilfarro y el gasto innecesario. Estas preocupaciones nos han llevado a acercarnos más a Dios y a la Iglesia, pues hemos entendido por fin que cuando tenemos a Cristo en nuestras vidas encontramos por fin la verdadera ganancia, una ganancia que cuando invertimos en ella se convierte en una verdadera bolsa productiva de valores espirituales.
El banco de la vida eterna es el más seguro y que al final de los tiempos nos va a brindar felicidad, seguridad, paz y sobretodo mucha estabilidad. Si invertimos mas en la oración, aumentamos más la producción en cuanto la fe y la esperanza, nuestras ganancias serán mayores y más beneficiosas tanto en lo personal como familiar. Es urgente que en este tiempo maravilloso donde Dios nos envía muchas luces a nuestras vidas invirtamos seriamente en la bolsa de valores espirituales y acabemos con la devaluación moral.
Las 12 ganancias en que debemos invertir que recomiendo son:
1. El valor del tiempo
2. El éxito de la perseverancia
3. La satisfacción del trabajo honrado
4. La dignidad de la sencillez
5. La importancia del carácter
6. El encanto de la amabilidad
7. La influencia del ejemplo
8. La fuerza del deber
9. La prudencia de la economía
10. El poder de la paciencia
11. La luz de la rectitud
12. La magia del amor
Necesitamos calidad en las personas más que en los productos. Y calidad en las familias y no solo en las empresas. La mejor inversión es invertir tiempo en Dios y en la oración.
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