El otro día hablaba con un gran amigo donde me contaba que tenía un Tío hermano de su papá que había trabajado muy duro en la vida por varios años, se había venido a New York a trabajar en restaurantes y con gran sacrificio trataba de vivir “el sueño Americano” pero que después de comenzar a vivir los estragos de la persecución de inmigración en los Estados Unidos y de haber ahorrado alguno dinero decidió regresar a su tierra natal; Colombia.
Cargado de granes sueños y propósitos fue recibido con alegría por su familia y amigos, todo era una fiesta y buenas intenciones. Pero al ir pasando el tiempo nada que ponía en práctica a trabajar sus sueños, pues había caído en el alcohol, las fiestas, las cantinas y los mal llamados “amigos” que cuando huelen dinero no dejan progresar todo lo contrario con los vicios lo que hacen es romper las alas para apagar el vuelo de los que quieren avanzar y subir a lo alto.
Desafortunadamente esta historia se repite con mucho de nuestros hermanos inmigrantes que por falte de disciplina, de no tener metas trazadas y firmes y por falta de voluntad propia se dejan llevar del enemigo número uno la soledad, como el alcohol y los vicios que rompen cualquier ala del que quiere salir adelante y progresar.
Por eso si en este momento te sientes con las alas rotas y el ánimo deshecho, cálmate, relájate, aléjate de esos malos amigos, pegate de las manos de Dios sumérgete en la oración y busca en tu interior. Piensa en tantas situaciones que has superado y confía en Dios aunque la tormenta arrecie y tu barca sea frágil.
Recuerda que todo pasa y que mañana lo de ahora será un sueño como el del preso que ya está libre. En la prisión se resbalaba a veces por el precipicio del desespero y hoy le canta a la vida y a la libertad. Eres un Espíritu de paso por la tierra, creciendo en el amor y el aprendizaje incluye pruebas exigentes a punta de esfuerzos de oración y fortaleza remienda tus alas, tienes derecho a volar alto. Tu puedes ANIMO.
Cargado de granes sueños y propósitos fue recibido con alegría por su familia y amigos, todo era una fiesta y buenas intenciones. Pero al ir pasando el tiempo nada que ponía en práctica a trabajar sus sueños, pues había caído en el alcohol, las fiestas, las cantinas y los mal llamados “amigos” que cuando huelen dinero no dejan progresar todo lo contrario con los vicios lo que hacen es romper las alas para apagar el vuelo de los que quieren avanzar y subir a lo alto.
Desafortunadamente esta historia se repite con mucho de nuestros hermanos inmigrantes que por falte de disciplina, de no tener metas trazadas y firmes y por falta de voluntad propia se dejan llevar del enemigo número uno la soledad, como el alcohol y los vicios que rompen cualquier ala del que quiere salir adelante y progresar.
Por eso si en este momento te sientes con las alas rotas y el ánimo deshecho, cálmate, relájate, aléjate de esos malos amigos, pegate de las manos de Dios sumérgete en la oración y busca en tu interior. Piensa en tantas situaciones que has superado y confía en Dios aunque la tormenta arrecie y tu barca sea frágil.
Recuerda que todo pasa y que mañana lo de ahora será un sueño como el del preso que ya está libre. En la prisión se resbalaba a veces por el precipicio del desespero y hoy le canta a la vida y a la libertad. Eres un Espíritu de paso por la tierra, creciendo en el amor y el aprendizaje incluye pruebas exigentes a punta de esfuerzos de oración y fortaleza remienda tus alas, tienes derecho a volar alto. Tu puedes ANIMO.
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