En muchos lugares del mundo hay una gran preocupación por rescatar los valores cristianos, sobre todo regresar a nuestras raíces religiosas y una forma de hacerlo es inculcar entre los creyentes el rescatar la Navidad. Pero regresar a una Navidad con fuentes espirituales, centrada en el nacimiento de Cristo como signo de fe y esperanza para la humanidad.
El hombre de hoy debe recibir y aceptar con alegría y entusiasmo la Buena Nueva ósea la palabra de Dios, y asumir con seriedad un compromiso de fe y obediencia, sembrando semillas del evangelio en todo lugar y a toda hora sin cansarnos.
Todos somos personas únicas e insustituibles para Dios. Por eso con gran gozo en este tiempo de Navidad dejemos salir sin miedo ese niño(a) que llevamos dentro de cada uno de nosotros. Con algarabía con alegría, con ruido, con luces navideñas, organizando el árbol de Navidad en Familia, empacando los regalos y aguinaldos acompañados de villancicos y sobretodo con amplia gratitud, celebremos estas Fiestas Navideñas, con un amor rebosante y encarnado en Enmanuel que ha venido lleno de poder a “Salvar a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1, 21). Y yo les daré los derechos de Hijo mayor, por encima de los reyes del mundo (Salmo 89, 27).
El hombre de hoy debe recibir y aceptar con alegría y entusiasmo la Buena Nueva ósea la palabra de Dios, y asumir con seriedad un compromiso de fe y obediencia, sembrando semillas del evangelio en todo lugar y a toda hora sin cansarnos.
Todos somos personas únicas e insustituibles para Dios. Por eso con gran gozo en este tiempo de Navidad dejemos salir sin miedo ese niño(a) que llevamos dentro de cada uno de nosotros. Con algarabía con alegría, con ruido, con luces navideñas, organizando el árbol de Navidad en Familia, empacando los regalos y aguinaldos acompañados de villancicos y sobretodo con amplia gratitud, celebremos estas Fiestas Navideñas, con un amor rebosante y encarnado en Enmanuel que ha venido lleno de poder a “Salvar a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1, 21). Y yo les daré los derechos de Hijo mayor, por encima de los reyes del mundo (Salmo 89, 27).
Entona cantos y ora con la alegría del niño para que desde este comienzo de la Navidad sea el mismo Jesús que te abra las puertas de su propia casa. Con la alegría de los niños vivamos este tiempo sagrado pues esta llegando el momento de recibir a Jesús humanizado. “Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os dijo, que si no es volvéis y os hacéis, como niños, no entrareis al reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos”. (Mateo 18, 2-4).
Recuerda en estas Navidades disfruta como si fueras un niño. Felicidades.
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