Este fin de semana en varias partes del mundo estaremos celebrando la fiesta del Día del Padre. De la misma manera que celebramos el Día de la Madre, honramos también a nuestro Padre. Hoy vamos a aprovechar la oportunidad para hacerle un merecido homenaje al Padre trabajador, al Padre viudo, al Padre inmigrante, al Padre que es Papá y Mamá a la vez, al Padre generoso, al Padre estricto y al Padre que en estos momentos goza de la vida eterna.
En el libro del Eclesiástico 3, 1-18, aparece la más hermosa promesa de Dios de cara al Papá: “hijos, escúchenme a mí, que soy su Padre; hagan lo que les digo, y así se salvaran”… el Señor quiere que el Padre sea respetado por sus hijos.
El que honra a su Padre encontrara alegría en sus hijos. El que respeta a su Padre tendrá larga vida. Cuando recordamos a nuestros papas nos llenamos de gran alegría y también de mucha nostalgia. En verdad, un buen Papá nunca muere, porque su fotografías, que son sus hijos, están hechos de los mismo ingredientes que él, están confeccionados a su mediad, ya sea para bien o para mal.
En diálogos populares o en conversaciones familiares o de amigos, a menudo solemos prestar la imagen del Padre con características negativas: que es machista, mujeriego, bebedor, jugador, irresponsable etc.
No podemos negar que en muchos casos las razones sorban, sin embargo, nuestros papas van experimentando una serie de cambios positivos en su proceso de ser padre, motivados por la constancia de la esposa, el crecimiento de los hijos, los golpes de la vida. Por ejemplo, un Papá que en su juventud se dedicó a la calle, desea hijos que valoren la casa, el hogar y a su pareja.
Un Papá que inducido por falsos amigos realizo negocios turbios, procura que los suyos crezcan con honestidad y trasparencia. Un Papá que maltrato a su esposa cuando aún vivía ene l orgullo y el egoísmo, lucha por la armonía y el respeto. Así como el escultor con el cincel modela y da la forma a su obra de arte, de igual manera la experiencia de la vida, va imprimiendo en tu Padre las características esenciales de un Padre ideal y esperado. “Hijo eres, Papá serás. Lo que hicieres, te lo harán. Joven eres, viejo serás. Como trates, te trataran”. ¡Feliz día del Padre y millones de bendiciones!
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