Rev. José Eugenio Hoyos
Washington Hispanic
25 de mayo de 2007
De nuevo entramos a unas semanas de debate y discusiones sobre una reforma migratoria más justa y humana. Espero y le pido a Dios que ilumine las mentes de los legisladores, para que las soluciones y conclusiones a que lleguen sobre este importante debate migratorio tengan en cuenta que no son números ni fichas políticas con las que están jugando, sino seres humanos que urgentemente necesitan una solución para continuar mejorando su vida.
Con una reforma justa es cierto que cerca de 12 millones de indocumentados se beneficiarán, pero el beneficio será mayor para la economía y el futuro de Estados Unidos con la legalización de las familias hispanas.
Estas discusiones y disponibilidad de los miembros del Senado sobre la urgente reforma migratoria nos demuestran un positivo avance. Pero no es suficiente y me parece inmoral que los inmigrantes tengan que salir a un éxodo masivo a sus países de origen y, además, pagar una multa de $5.000 dólares para la visa "Z". Parece más bien la marca de una ovejita inocente, pero que al final son los dientes destructivos del zorro. Existen maneras más humanas y de justicia que pueden aliviar la problemática migratoria. Será que la cantidad de billones que entraron a las arcas del estado construirán los grandes muros y la seguridad sofisticada para proteger las fronteras de Estados Unidos. Si es así, entonces ¿por qué no hablar claro y directo? Pues históricamente ha sido la mano de obra, la inteligencia, la humildad, el sacrificio de los latinos que han hecho que Estados Unidos siga siendo la Potencia Mundial y que este imperio todavía siga sobreviviendo.
Queridos hermanos(as), es tiempo de continuar despiertos y activos. Participemos en el llamado a las protestas en pro de los inmigrantes, porque una reforma justa, humana ¡sí se puede!