Por José
Eugenio Hoyos
La Renovación Carismática Católica (RCC) está cumpliendo 50
años y las celebraciones se están realizando en todas partes del mundo con
mucha alegría y entusiasmo. Preparándonos rumbo al jubileo de oro esta es una
gran oportunidad para que a nivel nacional o internacional renovemos y evaluemos
el liderazgo.
Da pena que en algunas diócesis en algunas asambleas Carismáticas,
tengamos “Lideres” “Coordinadores” que llevan más de 30 o 40 años y no han
querido delegar funciones ni formar nuevo liderazgo.
Esto lo digo con todo el respeto pues una de las características
de la Renovación Carismática como bien lo dice “Renovación” es renovarnos
continuamente y dejarnos guiar por la fuerza del Espíritu Santo.
Es muy importante el jubileo de oro de la RCC porque nos
anima a evaluar hasta donde hemos llegado cual ha sido nuestra experiencia de
un Nuevo Pentecostés como nos hemos integrado al cuerpo de Cristo siendo una
misma Iglesia con dones y carismas.
Los grupos de oración Carismáticos deben hacer un serio
balance de cómo hemos sido parte de la Nueva Evangelización y que nos falta
para acercarnos más en esta corriente de gracia.
Personalmente creo que en muchos lugares se muestran muchos
logros positivos, pero también hay que seguir orando para que más Sacerdotes, Obispos
apoyen y entiendan esta bendita espiritualidad Carismática. Los seminarios de iniciación
o de Vida en el Espíritu deben ser promovidos desde el pulpito para que más
feligreses se comprometan en la Iglesia Católica y so sean llevados a las
Iglesias evangélicas, protestantes o cristianas.
Ojala que el gozo de esta celebración de los 50 años de la Renovación
Carismática sea de un jubileo permanente, centrado en la evangelización y en la
promoción continua de un Nuevo Pentecostés. Todo un pueblo ya en oración se encuentra
rumbo al Jubileo de Oro de la RCC.