jueves, mayo 29, 2008

El secularismo, otro desgaste ecológico

Por Padre José E. Hoyos
Arlington Catholic Herald
29 de mayo de 2008

Ya no nos extraña una nueva corriente ideológica, un terremoto, un tsunami, un ateísmo, un nuevo hallazgo arqueológico, el descubrimiento de un nuevo planeta, etc. Estamos viviendo acontecimientos y eventos nunca imaginables. ¿Será que a esto le llamaremos algún día progreso, decadencia o destrucción de la espiritualidad y de la vida social del ser humano?

Hay un fenómeno que está avanzando en muchos países y es el secularismo. Es igual como el calentamiento global que ya no pasa desapercibido. Hay que ponerle urgentemente atención, sino ¿dónde iremos a parar? ¿Será que media humanidad ya no necesita de Dios?

Pues muchas personas e instituciones están organizando el universo sin Dios, estamos experimentando un humanismo exclusivo, un secularismo camuflado y sin rumbo. Las personas dan la impresión que no necesitan de nadie. Ni de un ser superior, ni de la religión, ni de las leyes, ni de nadie.

El Rev. Jorge H. Cadavid dice que "pareciera, hoy en día, que está sobrevalorado el 'yo', puesto que se busca aparecer al máximo y se le da toda la importancia, relativizando los valores y los principios, en pro de que sobresalga siempre el individuo y de que no tenga barreras para expresarse, concibiendo en ello el libre desarrollo de su personalidad y, en muchos casos, hiriendo al otro, a los otros o al bien común, porque lo que importa es el individuo, el particular y no el universal." Desde hace ya varios años la conferencia de Medellín, habló de un "pecado estructural", es decir, ausencia del Reino de Dios en las bases de la sociedad. Esto quiere decir que el evangelio ha penetrado escasamente en la entraña de las familias.

El contraste es muy duro: pueblos masivamente Cristianos, que viven sumergidos en situaciones generalizadas de injusticia, pobreza, hambre, marginación, violencia y muerte. Estas situaciones contradicen la fraternidad, núcleo de la experiencia Cristiana y de la praxis libertadora del Reino. La Iglesia, en el Concilio Vaticano II, afirmó su voluntad de servicio: "Es la persona del hombre la que hay que salvar . Es la sociedad humana la que hay que renovar." (Gaudium et Spes, No.3). El Concilio ofrece al guerrero humano la sincera colaboración de la Iglesia para lograr la fraternidad universal.

Hoy todos quieren ser protagonistas, hacerse sentir y notar construyendo sus propios ídolos y dioses. Es cierto que ese afán en este mundo acelerado por decir "¡Hola! Aquí estoy" está revelando una ansiedad de afecto, carencia de amor, sentimiento de soledad, falta de identidad, exclusión y no pertenencia. Encontramos un hombre y una mujer que sienten vacío su corazón y vana su existencia, pero con sed de infinito y con ansias de eternidad y a la espera de vislumbrar un camino. El secularismo está arrastrando multitudes para llevarlos a un desastre ecológico espiritual y debemos reaccionar, volviendo a Dios y reafirmando la fe a través de la religión. Finalmente, recordemos las palabras de Pierre Teilhard de Chardin: "No somos seres humanos atravesando una experiencia espiritual; somos seres espirituales viviendo una experiencia humana."

Solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo

Por el Padre José E. Hoyos
Arlington Catholic Herald
29 de mayo de 2008

El pasado fin de semana la mayoría de las Iglesias de nuestra Diócesis de Arlington han celebrado con gran solemnidad la fiesta de Corpus Christi. Esta gran fiesta se comenzó a celebrar en Lieja en 1246, siendo extendida a toda la Iglesia occidental por el Papa Urbano IV en 1264, teniendo como finalidad proclamar la fe en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía.

Nos ha llamado mucho la atención como se celebra esta fiesta en algunas Iglesias del área como por ejemplo en la Iglesia de Blessed Sacrament o el Santísimo Sacramento, que estuvieron por espacio de 40 horas de adoración del Santísimo y después de la misa en español del domingo, todos los parroquianos de diferentes nacionalidades se unieron en una gran procesión que recorrió los alrededores de la Iglesia.

Igualmente se destacaron las procesiones de la Catedral de Santo Tomás Moro, San Antonio de Padua, La Sagrada Familia y San Felipe en Falls Church entre otros. Esta es una tradición muy importante que debe seguir creciendo y uniendo a nuestras comunidades en un solo cuerpo, el cuerpo de la Iglesia. No podemos olvidar que Jesús libremente se hace el cordero de Dios para quitar el pecado del mundo.

Los antiguos sacrificios eran solo una figura del sacrificio definitivo de la nueva alianza sellada con la sangre de Cristo derramada en la Cruz. Durante la última cena, anticipando ya su muerte, Jesús ofrece su cuerpo y su sangre bajo la apariencia de pan y vino. Cada vez que celebramos la Santa Misa participamos del mismo sacrificio y recibimos su cuerpo y su sangre. Jesús es la verdadera víctima pascual que hace posible la unión entre Dios y los hombres. Proclamamos “Este es el Sacramento de nuestra fe” porque solo por la fe conocemos esta verdad.

domingo, mayo 25, 2008

Pánico Entre Las Amas De Casa

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Estamos escuchando noticias alarmantes en el mundo de hoy sobre la escasez de alimento, los precios altos y escandalosos de la gasolina, el calentamiento global acelerado etc. Los gurúes de la economía mundial pronostican que vamos a vivir unos años de sequedad y de escasez, que el maíz, la caña de azúcar y otros derivados pueden reemplazar la gasolina. ¿Pero que es más importante, los automóviles o los seres humanos? Por supuesto que los seres humanos y es por eso que hay que actuar ahora.

Estamos empezando a experimentar oleajes de terror, de pánico entre las amas de casa y en los consumidores. “No hay mal que por bien no venga.” Entre más alimentos comiencen a faltar en la dieta de la población mundial, empezarán a crearse nuevas técnicas de alimentación, mas preocupación de los laboratorios de crear nuevas semillas, con resultados nunca vistos, tomates gigantes, brócolis, granos de maíz de gran dimensiones, arroces, plátanos, uvas, huevos, de formas nunca antes visto. Podríamos comenzar a experimentar una nueva revolución científica dentro de los alimentos.

Habría que empezar a darle valor también a las grandes extensiones de tierra que no están siendo aprovechadas. ¿Por qué no sembrar árboles frutales en los parques y avenidas de las grandes ciudades? También está sería una gran oportunidad para llamar la atención a los productores de abonos pues muchos campesinos y agricultores no los pueden pagar por los costos altísimos. Si esto sucediera, nos beneficiaremos todos de una gran variedad de productos agrícolas, combatiendo así de una forma efectiva la escasez de alimentos de primera necesidad.

Debemos empezar a enseñar a las futuras generaciones a planear una nueva cultura agrícola acompañada de una diversidad de cultivos y empresas pecuarias. No olvidemos que cada 20 segundos desaparece un área de bosque del tamaño de un estadio de fútbol. ¡Qué horror! Esto significa que cuando los nietos sean adultos tal vez ya no haya bosque sobre la tierra y solo lo conozcan en fotos o en videos. Tenemos que amar y cuidar este planeta en lugar de convertirlo en un árido desierto, sin aire, sin agua, sin verdor y sin vegetales ni frutas.

Es ahorrar agua, no contaminar el aire y sembrar árboles. Asumamos algún compromiso para que la ecología no se quede en palabras. No es una afición, es un desafío antes de que sea demasiado tarde, como lo ha sido para especies extintas. Así que, amas de casa, claro que sí hay muchos motivos para alarmarse pero si desde ya empezamos a sembrar cebollas, zanahorias, tomates en el patio o en el jardín de nuestras casas estaremos contribuyendo a mejorar la canasta familiar.