Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Como ciudadano colombiano afectado personalmente por el conflicto armado, y luchador y soñador de la paz en mi estropeado y ensangrentado país, pregunto a los miembros de la guerrilla de las FARC y al gobierno colombiano porque no intentar el acuerdo humanitario? Logremos en nombre de los millones de colombianos a iniciar una negociación que logre definitivamente una liberación de secuestrados y prisioneros lo más pronto posible.
Por varios años ya el pueblo colombiano ha expresado a través de las marchas multitudinarias que queremos la paz, no más violencia, no más sangre, no más secuestros y últimamente las FARC con show o sin show han cumplido la palabra de liberar secuestrados. Sin equivocarme yo considero que llegó la oportunidad del diálogo serio. No necesitamos que sea el Presidente Uribe directamente que se siente con Cano para atestiguar y poner las condiciones para que se den en su totalidad la libertad de todos los que quedan en la selva. Si el pueblo no quiere que sea tampoco la senadora Piedad Córdoba, pues bueno entonces que se elijan a personas de diferentes países, organizaciones no gubernamentales donde se firme un convenio con términos y procedimientos en que ambas partes estén de acuerdo.
Como miembro de la Iglesia Católica, defensor de los inmigrantes en USA y conocedor del tema en Colombia me ofrezco a apoyar cualquier método de liberación, de acuerdos no politizados que lleven a la pronta libertad a los que se encuentran hoy en día en cautiverio. Una de las ideas es dar libertad a los secuestrados e inmediatamente liberar aquellos miembros de las FARC en las cárceles de Colombia, Borrón y Cuenta Nueva.
Lógico que para la liberación deben existir unos compromisos serios, que se firmen acuerdos de no regresar a las filas de la guerrilla, que las FARC se conviertan en un partido político con participación en la toma de decisiones a favor de la patria. Que haya un verdadero cese de enfrentamientos entre hermanos colombianos (FARC – Guerrilla). Que si es necesario se agoten todos los diálogos dentro y fuera del país para crear un pacto por la paz que sea el alivio de todos los ciudadanos que queremos ver nuestro país con un futuro pacifico.
En definitiva cada colombiano debe ofrecerse como solución a este conflicto para alcanzar la paz. Pues todos somos Colombia. No secuestremos más la patria. Es ahora de empezar a disfrutar la paz, el dialogo honesto y trasparente es el camino. Lógico que el gobierno en un futuro debe invertir más en programas sociales que beneficien a los pobres. Todos tienen derecho a progresar y a salir adelante.
jueves, febrero 12, 2009
Amor y amistad con sabor a caramelo y chocolate
Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Desde ya los almacenes, tiendas y supermercados huelen a rosas, chocolates y caramelos dando la sensación a todos los embrujados por los medios de comunicación de que a la fuerza hay que ser románticos. Nunca he entendido que tiene que ver el 14 de febrero con el día del amor y la amistad pues, según mis creencias religiosas, Dios creó el hombre y los días por amor y con amor. Definitivamente cuando uno está enamorado se vuelve tonto, si es amor ciego o como decimos en Colombia “traga dura”, quiere decir que es como cuando al niño se le da por primera vez un caramelo y si no lo sabe comer se puede atragantar y ahogar. O si se le ha dado un cono o dulce de chocolate se lo unta por todas partes sin saber que hacer.
En realidad así es el amor y la amistad. Son sabores como el chocolate y el caramelo, unas veces dulce y otras veces bien amargos. Recuerdo a mi profesora de literatura cuando estudiaba en el colegio que nos hizo aprender la poesía del poeta colombiano Dr. Eliot Grau, titulada “Piel de Caramelo”:
Da lastima que hoy en día los poemas y el romanticismo han pasado de moda, se extinguieron los buenos poetas. “El amor es difícil”, es el testimonio supremo de nosotros mismos, la obra cumbre ante la cual los demás son puros preparativos. Por eso los jóvenes no saben todavía amar. Necesitan aprender a amar con todas las fuerzas de su ser. El aprendizaje es lento. Aprende amar con libertad y a dar libertad en el amor. Sin un amor libre las personas crean relaciones de sumisión y opresión. Coman chocolate y caramelo y sean felices. Pero honestos con el amor.
Desde ya los almacenes, tiendas y supermercados huelen a rosas, chocolates y caramelos dando la sensación a todos los embrujados por los medios de comunicación de que a la fuerza hay que ser románticos. Nunca he entendido que tiene que ver el 14 de febrero con el día del amor y la amistad pues, según mis creencias religiosas, Dios creó el hombre y los días por amor y con amor. Definitivamente cuando uno está enamorado se vuelve tonto, si es amor ciego o como decimos en Colombia “traga dura”, quiere decir que es como cuando al niño se le da por primera vez un caramelo y si no lo sabe comer se puede atragantar y ahogar. O si se le ha dado un cono o dulce de chocolate se lo unta por todas partes sin saber que hacer.
En realidad así es el amor y la amistad. Son sabores como el chocolate y el caramelo, unas veces dulce y otras veces bien amargos. Recuerdo a mi profesora de literatura cuando estudiaba en el colegio que nos hizo aprender la poesía del poeta colombiano Dr. Eliot Grau, titulada “Piel de Caramelo”:
Es tu piel del color del caramelo
que satura a la luna y, con anhelo
de poderla besar y de frisar,
la contemplo en mi sueño y mi desvelo,
cual si fuera de un ángel que, en el cielo
de mi mente relumbra sin cesar.
¡Quién soplara cual brisa que, de amores,
se aposenta en tu piel con alegría,
para darte el aroma de las flores
a la luz de la noche que, en fulgores
se derrama, al mirarla cada día!
El sabor de tu piel: ¡tan dulcinante!,
que me embriaga y rebulle la pasión,
lo ambiciono, por ser tan fascinante,
que, al sentirlo en mis labios... ¡siento a Dios!
Esa suave frescura de verano
la degusto en mis horas de placer,
como un niño, al que llevan de la mano
a la fuente de vida de tu ser!
Da lastima que hoy en día los poemas y el romanticismo han pasado de moda, se extinguieron los buenos poetas. “El amor es difícil”, es el testimonio supremo de nosotros mismos, la obra cumbre ante la cual los demás son puros preparativos. Por eso los jóvenes no saben todavía amar. Necesitan aprender a amar con todas las fuerzas de su ser. El aprendizaje es lento. Aprende amar con libertad y a dar libertad en el amor. Sin un amor libre las personas crean relaciones de sumisión y opresión. Coman chocolate y caramelo y sean felices. Pero honestos con el amor.
El cantar de los cantares y San Juan de la Cruz
Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Arlington Catholic Herald
12 de febrero de 2009
“El cantar de los cantares” es un superlativo que significa “el más hermoso de los cantos”, “el canto por excelencia”.
A primera vista es el libro menos “bíblico” por su contenido y por su forma. Muchos católicos nos envían muchas preguntas vía Internet sobre frases bíblicas o libros del Antiguo Testamento que son un poco difícil de entender. ¿Cuál es la importancia y donde nació “el cantar de los cantares”? su autor es desconocido y posiblemente fue compuesto en la primera mitad del siglo IV a.c.
En él se describe y ensalza el amor apasionado de una pareja, que trata por todos los medios de llegar a la unión definitiva. Algunos han interpretado cristianamente varios de los versos amorosos como: el novio y la novia serían Cristo y su Iglesia, o Cristo y el alma del cristianismo y también es verdad que el Nuevo Testamento habla de las bodas del cordero (Cristo) con su esposa, la Iglesia (Ap 21).
A su vez la liturgia ha aplicado varias imágenes de este poema a la unión entre la Virgen María y el Espíritu y los grandes místicos las han referido a la unión intima de cada creyente con Dios. Por ejemplo, San Juan de la Cruz interpreta en verso castellano al cantar de los cantares. En su célebre “Cántico Espiritual” describe el camino del alma, desde que es enamorada por el Señor hasta que llega a la intimidad esponsal.
El poema del místico español es una de las joyas literarias de nuestro idioma. Y su comentario es un verdadero tratado de vida espiritual, para quienes buscan al Señor. Comenta San Juan de la Cruz: “pues, aunque todas las cosas juntas las posea, no estará contento, antes, cuantas más tuviere, estará menos satisfecho; porque la satisfacción del corazón no se allá en la posesión de las cosas” (cántico 1, 14).
La experiencia de la felicidad en la pobreza de Espíritu solo la tiene quien pasa por ella. No tenemos necesariamente que pensar en transverberaciones místicas hechas por un querubín, como cuenta Santa Teresa que le ocurrió a ella. Alguna vez en la vida, no sabemos cuando, el Señor nos tocó de una manera especial y desde entonces encontramos una gloriosa libertad respecto a todo lo mundano.
Solo Él nos importa. Siguen, ciertamente, las tentaciones, las depresiones, las incomprensiones incluso de los buenos y de los que más nos importan, pero nos desorientan ya de nuestro camino: duelen, pero no rematan; desorientan, pero no angustian; nos dejan perplejos, pero no abatidos.
Dice San Juan de la Cruz: “Para hallar a Dios de veras no basta orar solo con el corazón y con la lengua, ni tampoco ayudarse de beneficios ajenos, sino que también, junto con eso, es menester obrar de su parte lo que en si es”. “Buscad y hallareis” (Lc. 11, 9).
Arlington Catholic Herald
12 de febrero de 2009
“El cantar de los cantares” es un superlativo que significa “el más hermoso de los cantos”, “el canto por excelencia”.
A primera vista es el libro menos “bíblico” por su contenido y por su forma. Muchos católicos nos envían muchas preguntas vía Internet sobre frases bíblicas o libros del Antiguo Testamento que son un poco difícil de entender. ¿Cuál es la importancia y donde nació “el cantar de los cantares”? su autor es desconocido y posiblemente fue compuesto en la primera mitad del siglo IV a.c.
En él se describe y ensalza el amor apasionado de una pareja, que trata por todos los medios de llegar a la unión definitiva. Algunos han interpretado cristianamente varios de los versos amorosos como: el novio y la novia serían Cristo y su Iglesia, o Cristo y el alma del cristianismo y también es verdad que el Nuevo Testamento habla de las bodas del cordero (Cristo) con su esposa, la Iglesia (Ap 21).
A su vez la liturgia ha aplicado varias imágenes de este poema a la unión entre la Virgen María y el Espíritu y los grandes místicos las han referido a la unión intima de cada creyente con Dios. Por ejemplo, San Juan de la Cruz interpreta en verso castellano al cantar de los cantares. En su célebre “Cántico Espiritual” describe el camino del alma, desde que es enamorada por el Señor hasta que llega a la intimidad esponsal.
El poema del místico español es una de las joyas literarias de nuestro idioma. Y su comentario es un verdadero tratado de vida espiritual, para quienes buscan al Señor. Comenta San Juan de la Cruz: “pues, aunque todas las cosas juntas las posea, no estará contento, antes, cuantas más tuviere, estará menos satisfecho; porque la satisfacción del corazón no se allá en la posesión de las cosas” (cántico 1, 14).
La experiencia de la felicidad en la pobreza de Espíritu solo la tiene quien pasa por ella. No tenemos necesariamente que pensar en transverberaciones místicas hechas por un querubín, como cuenta Santa Teresa que le ocurrió a ella. Alguna vez en la vida, no sabemos cuando, el Señor nos tocó de una manera especial y desde entonces encontramos una gloriosa libertad respecto a todo lo mundano.
Solo Él nos importa. Siguen, ciertamente, las tentaciones, las depresiones, las incomprensiones incluso de los buenos y de los que más nos importan, pero nos desorientan ya de nuestro camino: duelen, pero no rematan; desorientan, pero no angustian; nos dejan perplejos, pero no abatidos.
Dice San Juan de la Cruz: “Para hallar a Dios de veras no basta orar solo con el corazón y con la lengua, ni tampoco ayudarse de beneficios ajenos, sino que también, junto con eso, es menester obrar de su parte lo que en si es”. “Buscad y hallareis” (Lc. 11, 9).
miércoles, febrero 11, 2009
En el verdadero amor los celos maltratan
Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Washington Hispanic
13 de febrero de 2009
En el trabajo pastoral que realizamos los sacerdotes, nuestra principal preocupación e interés es que todos estemos bien y poder ayudar a las personas que nos piden ayuda. No es fácil, créanme, ayudar y a complacer a todos. Cada día nos llegan casos para resolver, problemas psicológicos, personas con depresiones, padres de familia que no pueden entender y comunicarse con sus hijos, peleas matrimoniales, personas con problemas de inmigración (40%), los que no pueden pagar sus viviendas(15%) y sobre todo saco un pequeño tiempo para orar para que un alma generosa me envíe una buena donación y así comprar mercados para familias con niños y sin trabajo, que no tienen como pagar la renta o comprar comida para sus hijos.
Gracias a mi fe, puedo sobrevivir sobre las crisis económicas pero lo que también me preocupa es el bienestar de los matrimonios y de el noviazgo de algunos. Como ustedes se darán cuenta, nosotros los “curas” sí vivimos ocupados y los problemas de los demás son nuestros problemas.
En cuanto al amor, quiero pedir oración en este mes del Amor y la Amistad, para que reflexionemos sobre la importancia de este regalo de Dios. Dentro de las necesidades de nuestra gente se relaciona mucho el amor y nuestro comportamiento. Por ejemplo, si queremos ser felices hay que dejar los celos y la desconfianza a un lado. Una persona ha querido que en este mes del amor comparta con los lectores de mi blog la siguiente carta para escuchar sus opiniones:
Washington Hispanic
13 de febrero de 2009
En el trabajo pastoral que realizamos los sacerdotes, nuestra principal preocupación e interés es que todos estemos bien y poder ayudar a las personas que nos piden ayuda. No es fácil, créanme, ayudar y a complacer a todos. Cada día nos llegan casos para resolver, problemas psicológicos, personas con depresiones, padres de familia que no pueden entender y comunicarse con sus hijos, peleas matrimoniales, personas con problemas de inmigración (40%), los que no pueden pagar sus viviendas(15%) y sobre todo saco un pequeño tiempo para orar para que un alma generosa me envíe una buena donación y así comprar mercados para familias con niños y sin trabajo, que no tienen como pagar la renta o comprar comida para sus hijos.
Gracias a mi fe, puedo sobrevivir sobre las crisis económicas pero lo que también me preocupa es el bienestar de los matrimonios y de el noviazgo de algunos. Como ustedes se darán cuenta, nosotros los “curas” sí vivimos ocupados y los problemas de los demás son nuestros problemas.
En cuanto al amor, quiero pedir oración en este mes del Amor y la Amistad, para que reflexionemos sobre la importancia de este regalo de Dios. Dentro de las necesidades de nuestra gente se relaciona mucho el amor y nuestro comportamiento. Por ejemplo, si queremos ser felices hay que dejar los celos y la desconfianza a un lado. Una persona ha querido que en este mes del amor comparta con los lectores de mi blog la siguiente carta para escuchar sus opiniones:
“Querido Padre Hoyos y amigos: Les escribo porque deseo tener no solamente una opinión, sino muchas. Su ayuda es importante para mi vida. Mi enamorado es una buena persona, humilde y trabajador, y lo acabo de perder por mis frecuentes berrinches y malditos celos, me pongo a toda hora celosa de sus amigos y amigas y de su celular. El ya no aguantó más y se movió a la Florida.Ojalá que este testimonio nos ayude a controlar nuestros sentimientos, celos y otros movimientos negativos, hay que confiar y permanecer en oración.
Siempre me lo imagino besando y acariciando a otras mujeres, cuando me comunico con él he tenido la idea de ir a envenenarlo o irle hacer un escándalo, por lo que considero que puedo empeorar las cosas. Lo he puesto en contra a su mamá y a su familia.
Ahora estoy arrepentida, él ya no quiere que lo vuelva a llamar. Me pide que vaya a consejería siquiátrica o a neuróticos anónimos. Ahora he entrado en depresión y la que se quiere matar soy yo. En verdad lo amo, yo se que he cometido errores, estoy muy confundida, ayúdenme. ¿Que debo hacer? Gloria.”
¿Existen los derechos de la ternura y la infancia?
Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Vivimos en un mundo donde se da la impresión de que todos los seres humanos tenemos derechos, deberes y muchas otras exigencias, pero nos hemos preguntado alguna vez: ¿La ternura y la infancia tienen derechos? Desde un lado de la ilusión y los sentimientos, el gran poeta Pablo Neruda, apostó a la regeneración del amor: “Hay que dejar establecida la nueva ternura en el mundo”, e igualmente el inmortal Rilke nos sorprendía: “La única patria universal del hombre es la infancia”. Ninguno de los dos hubiera creído que un millón de niños muere antes de cumplir el primer año de vida en nuestro continente, y que como secuela nos hallamos frente a un verdadero genocidio.
La Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 recordó: “que en la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas proclamaron que la infancia tiene derechos a cuidados y asistencia especiales”. Una niña chilena Carmen Dieguez de 13 años de edad preguntaba: “No entiendo porque existen niños trabajadores, y por otro lado, adultos cesantes. El trabajo debiera ser para nuestros padres y la escuela para nosotros los niños(as). El tailandés Vitit Muntarbhorn, profesor de derecho internacional, denunció como investigador de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, la venta de niños, la prostitución infantil y la pornografía. Explicó que la violencia sexual contra niños y niñas se produce en todo el mundo y aumenta constantemente.
Ningún estado hace lo que tiene que hacer por la infancia. Cada dos segundos muere un niño como consecuencia del hambre, las enfermedades, la marginación y la violencia. La riqueza en recursos naturales ha ido determinando la tragedia de los pueblos latinoamericanos. “Los niños y las niñas son ahora la nueva exportación”. Marcha global contra el trabajo infantil es un movimiento mundial que agrupa a cientos de organizaciones no gubernamentales y de trabajadores de más de noventa países del mundo, siendo su objetivo principal “movilizar un esfuerzo mundial para proteger y promover los derechos de todos los niños y niñas especialmente su derecho a recibir una educación universal y de calidad y de vivir libres de explotación económica y de la realización de cualquier trabajo que pueda ser perjudicial a su desarrollo físico, espiritual, mental, moral o social”.
Ojalá que todo ciudadano de bien tome conciencia de la situación de miles de niños en el mundo que son explotados laboralmente y sexualmente. Hay que apoyar a instituciones que defienden los derechos de los niños(as), hay que exigir a los gobiernos a que dejen su pasividad y que actúen para que en esta vida, estos pequeños no pierdan oportunidades de vivir la verdadera ternura. Y que su infancia no sea masacrada, violada, o pisoteada.
Fotos: El abuso de los niños no tiene frontera: Niños mineros en Bolivia; niña prostituta en Inglaterra.
Vivimos en un mundo donde se da la impresión de que todos los seres humanos tenemos derechos, deberes y muchas otras exigencias, pero nos hemos preguntado alguna vez: ¿La ternura y la infancia tienen derechos? Desde un lado de la ilusión y los sentimientos, el gran poeta Pablo Neruda, apostó a la regeneración del amor: “Hay que dejar establecida la nueva ternura en el mundo”, e igualmente el inmortal Rilke nos sorprendía: “La única patria universal del hombre es la infancia”. Ninguno de los dos hubiera creído que un millón de niños muere antes de cumplir el primer año de vida en nuestro continente, y que como secuela nos hallamos frente a un verdadero genocidio.
La Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 recordó: “que en la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas proclamaron que la infancia tiene derechos a cuidados y asistencia especiales”. Una niña chilena Carmen Dieguez de 13 años de edad preguntaba: “No entiendo porque existen niños trabajadores, y por otro lado, adultos cesantes. El trabajo debiera ser para nuestros padres y la escuela para nosotros los niños(as). El tailandés Vitit Muntarbhorn, profesor de derecho internacional, denunció como investigador de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, la venta de niños, la prostitución infantil y la pornografía. Explicó que la violencia sexual contra niños y niñas se produce en todo el mundo y aumenta constantemente.
Ningún estado hace lo que tiene que hacer por la infancia. Cada dos segundos muere un niño como consecuencia del hambre, las enfermedades, la marginación y la violencia. La riqueza en recursos naturales ha ido determinando la tragedia de los pueblos latinoamericanos. “Los niños y las niñas son ahora la nueva exportación”. Marcha global contra el trabajo infantil es un movimiento mundial que agrupa a cientos de organizaciones no gubernamentales y de trabajadores de más de noventa países del mundo, siendo su objetivo principal “movilizar un esfuerzo mundial para proteger y promover los derechos de todos los niños y niñas especialmente su derecho a recibir una educación universal y de calidad y de vivir libres de explotación económica y de la realización de cualquier trabajo que pueda ser perjudicial a su desarrollo físico, espiritual, mental, moral o social”.
Ojalá que todo ciudadano de bien tome conciencia de la situación de miles de niños en el mundo que son explotados laboralmente y sexualmente. Hay que apoyar a instituciones que defienden los derechos de los niños(as), hay que exigir a los gobiernos a que dejen su pasividad y que actúen para que en esta vida, estos pequeños no pierdan oportunidades de vivir la verdadera ternura. Y que su infancia no sea masacrada, violada, o pisoteada.
Fotos: El abuso de los niños no tiene frontera: Niños mineros en Bolivia; niña prostituta en Inglaterra.
martes, febrero 10, 2009
Dignidad a los trabajadores y apoyo a los sindicatos
Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Con el rumbo que va tomando la economía mundial, es muy importante que la sociedad actual haga un alto para reflexionar sobre cual es el apoyo y la importancia que se le está dando al trabajador y el derecho a pertenecer a un sindicato. No podemos desconocer la importancia y el objetivo de un sindicato a nivel mundial ya que su meta es asumir la representación y legítima defensa de sus afiliados o asociados, además de promover los intereses económicos, sociales y culturales de los mismos. La finalidad de los sindicatos es representar a los trabajadores en el ejercicio de sus derechos emanados de los respectivos contratos. Representar a los asociados en las distintas instancias del proceso de negociación colectiva. Velar por el cumplimiento de las normas de trabajo y de seguridad social.
Como Iglesia Católica, los lideres tenemos una gran obligación moral de proteger y difundir lo que beneficia al trabajador y consecuentemente las organizaciones como los sindicatos. “El trabajo social debe hacerse sobre la base de la difusión, de las encíclicas sociales, de sus ideas filosóficas, sociales, políticas y desde su marco histórico. Son verdaderas bombas explosivas. Nuestro deber es predicarlas”, dijo San Alberto Hurtado, el jesuita chileno.
Recientemente el Papa Benedicto XVI recibió en audiencia a los miembros de la Confederación Italiana Sindical de los Trabajadores. “En el pleno respeto de la legítima autonomía, la Iglesia experta en humanidad, no se cansa de ofrecer la contribución de su enseñanza y de su experiencia a aquellos que pretenden servir a la causa del hombre, del trabajo y del progreso, de la justicia social y de la paz. Su atención a las problemáticas sociales ha crecido a lo largo del ultimo siglo” dijo el Papa.
En el alba del siglo XX con la encíclica Rerum Novarum, el Papa León XIII hizo una encendida defensa de la dignidad inalienable de los trabajadores. Las orientaciones ideales, contenidas en este documento, contribuyeron a reforzar la animación cristiana de la vida social; y esto se tradujo por otro lado, en el nacimiento y consolidación de no pocas iniciativas de interés civil, como los centros de estudio social, las sociedades obreras, las cooperativas y los sindicatos.
En la encíclica social Laborem Exercens de 1981 dedicada al trabajo, el Papa Juan Pablo II había dicho que la Iglesia nunca ha dejado de considerar el problema del trabajo dentro de una cuestión social que ha ido asumiendo progresivamente dimensiones mundiales. Ninguna entidad religiosa o persona cristiana debería contratar a empresas que violen los derechos de los trabajadores o que no respeten su derecho a la sindicalización y a la negociación colectiva. Debemos estar alertas y denunciar a quienes incumplen con los derechos de los trabajadores y su dignidad.
Con el rumbo que va tomando la economía mundial, es muy importante que la sociedad actual haga un alto para reflexionar sobre cual es el apoyo y la importancia que se le está dando al trabajador y el derecho a pertenecer a un sindicato. No podemos desconocer la importancia y el objetivo de un sindicato a nivel mundial ya que su meta es asumir la representación y legítima defensa de sus afiliados o asociados, además de promover los intereses económicos, sociales y culturales de los mismos. La finalidad de los sindicatos es representar a los trabajadores en el ejercicio de sus derechos emanados de los respectivos contratos. Representar a los asociados en las distintas instancias del proceso de negociación colectiva. Velar por el cumplimiento de las normas de trabajo y de seguridad social.
Como Iglesia Católica, los lideres tenemos una gran obligación moral de proteger y difundir lo que beneficia al trabajador y consecuentemente las organizaciones como los sindicatos. “El trabajo social debe hacerse sobre la base de la difusión, de las encíclicas sociales, de sus ideas filosóficas, sociales, políticas y desde su marco histórico. Son verdaderas bombas explosivas. Nuestro deber es predicarlas”, dijo San Alberto Hurtado, el jesuita chileno.
Recientemente el Papa Benedicto XVI recibió en audiencia a los miembros de la Confederación Italiana Sindical de los Trabajadores. “En el pleno respeto de la legítima autonomía, la Iglesia experta en humanidad, no se cansa de ofrecer la contribución de su enseñanza y de su experiencia a aquellos que pretenden servir a la causa del hombre, del trabajo y del progreso, de la justicia social y de la paz. Su atención a las problemáticas sociales ha crecido a lo largo del ultimo siglo” dijo el Papa.
En el alba del siglo XX con la encíclica Rerum Novarum, el Papa León XIII hizo una encendida defensa de la dignidad inalienable de los trabajadores. Las orientaciones ideales, contenidas en este documento, contribuyeron a reforzar la animación cristiana de la vida social; y esto se tradujo por otro lado, en el nacimiento y consolidación de no pocas iniciativas de interés civil, como los centros de estudio social, las sociedades obreras, las cooperativas y los sindicatos.
En la encíclica social Laborem Exercens de 1981 dedicada al trabajo, el Papa Juan Pablo II había dicho que la Iglesia nunca ha dejado de considerar el problema del trabajo dentro de una cuestión social que ha ido asumiendo progresivamente dimensiones mundiales. Ninguna entidad religiosa o persona cristiana debería contratar a empresas que violen los derechos de los trabajadores o que no respeten su derecho a la sindicalización y a la negociación colectiva. Debemos estar alertas y denunciar a quienes incumplen con los derechos de los trabajadores y su dignidad.
lunes, febrero 09, 2009
Un año más de servicio, gratuidad y de bendiciones
Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Este fin de semana fuimos testigos del cumpleaños número uno del grupo “bebe” de oración en la Renovación Católica Carismática de la Diócesis de Arlington. El grupo de oración de la parroquia de San Luis en Alexandria con todo entusiasmo celebraba su primer aniversario de vida espíritual.
En realidad como decían algunos de los asistentes a la celebración, este grupo carismático está “tiernito”, es una de las ovejitas más pequeñitas del rebaño donde el gran pastor es Jesús de Nazaret. Que increíble que hace un año cerca de 35 personas nos hacíamos presentes a la fundación de este grupo de oración y en menos de un año llevados de la mano de Jesús y María y de la fuerza del Espíritu Santo se acercan a más de 100.
Además de la gran acogida por parte de los hermanos de la Iglesia del Santísimo Sacramento, la reflexión central que me pidieron los hermanos que compartiera fue: “La recompensa para los que siguen a Jesús” (Mateo 19, 27-29). Y entonces Pedro pregunta a Jesús: “Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido ¿Qué recibiremos pues?” A pesar de haber abandonado todo par poder seguir a Jesús, ellos no habían abandonado la mentalidad y la forma de pensar anterior. No hayan entendido el sentido del servicio, de la disponibilidad, del sacrificio, de la entrega, de la gratuidad. Abandonarlo todo, claro que sí! Pero para tener algo en cambio ¿Qué vamos a tener? ¿Qué nos vas a dar? ¿Cómo nos vas a pagar todo nuestro trabajo?
Para todos los que hoy en este mundo servimos a la Iglesia de muchas maneras no sólo en los grupos de oración, pero como acólitos, lectores, acomodadores, catequistas, ministros extraordinarios de la Eucaristía, etc., existe la recompensa. ¡Seguro que si! La recompensa será el fruto natural del compromiso gratuito pues quien sigue a Jesús en esta vida, estará con él en la otra vida. “Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos(as), padre, madre, hijos(as) o campos por mi nombre recibirá el ciento por uno y heredará la vida eterna.” Se trata de una doble promesa; cien veces más en esta vida y en el futuro, la vida eterna. Lo poco que hagamos por los demás con alegría cristiana será una estrella más que agregamos en el cielo. Felicitaciones a todos los hermanos(as) del grupo carismático de San Luis. ¡Bendiciones!
Este fin de semana fuimos testigos del cumpleaños número uno del grupo “bebe” de oración en la Renovación Católica Carismática de la Diócesis de Arlington. El grupo de oración de la parroquia de San Luis en Alexandria con todo entusiasmo celebraba su primer aniversario de vida espíritual.
En realidad como decían algunos de los asistentes a la celebración, este grupo carismático está “tiernito”, es una de las ovejitas más pequeñitas del rebaño donde el gran pastor es Jesús de Nazaret. Que increíble que hace un año cerca de 35 personas nos hacíamos presentes a la fundación de este grupo de oración y en menos de un año llevados de la mano de Jesús y María y de la fuerza del Espíritu Santo se acercan a más de 100.
Además de la gran acogida por parte de los hermanos de la Iglesia del Santísimo Sacramento, la reflexión central que me pidieron los hermanos que compartiera fue: “La recompensa para los que siguen a Jesús” (Mateo 19, 27-29). Y entonces Pedro pregunta a Jesús: “Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido ¿Qué recibiremos pues?” A pesar de haber abandonado todo par poder seguir a Jesús, ellos no habían abandonado la mentalidad y la forma de pensar anterior. No hayan entendido el sentido del servicio, de la disponibilidad, del sacrificio, de la entrega, de la gratuidad. Abandonarlo todo, claro que sí! Pero para tener algo en cambio ¿Qué vamos a tener? ¿Qué nos vas a dar? ¿Cómo nos vas a pagar todo nuestro trabajo?
Para todos los que hoy en este mundo servimos a la Iglesia de muchas maneras no sólo en los grupos de oración, pero como acólitos, lectores, acomodadores, catequistas, ministros extraordinarios de la Eucaristía, etc., existe la recompensa. ¡Seguro que si! La recompensa será el fruto natural del compromiso gratuito pues quien sigue a Jesús en esta vida, estará con él en la otra vida. “Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos(as), padre, madre, hijos(as) o campos por mi nombre recibirá el ciento por uno y heredará la vida eterna.” Se trata de una doble promesa; cien veces más en esta vida y en el futuro, la vida eterna. Lo poco que hagamos por los demás con alegría cristiana será una estrella más que agregamos en el cielo. Felicitaciones a todos los hermanos(as) del grupo carismático de San Luis. ¡Bendiciones!
Embajador Salvadoreño visita el Apostolado Hispano
Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Arlington Catholic Herald
12 de febrero de 2009
Con gran satisfacción y alegría hemos tenido la visita protocolaria del embajador de la República de El Salvador ante la Organización de Estados Americanos (OEA) el Doctor Francisco Lainez. El embajador Lainez hasta el año pasado era el ministro de relaciones exteriores, luego renunció a su cargo para postularse como candidato del partido ARENA para la presidencia de la República. En esa ocasión fue elegido entre los aspirantes, el actual candidato Rodrigo Ávila.
Para el Apostolado Hispano de la Diócesis de Arlington, es un honor el haber contado con un visitante ilustre ya que no podemos olvidar que nuestra Diócesis de Arlington cuenta con un 70% de las parroquias con feligreses de origen salvadoreño. Los salvadoreños han desarrollado un gran trabajo pastoral y de evangelización, no sólo en nuestra Diócesis, sino en muchos lugares de los Estados Unidos.
El Embajador Lainez ha sido un católico comprometido con la Iglesia. Tanto él como su familia han sido consagrados a la Santísima Virgen María en El Salvador y es un devoto del Santo Rosario. El Embajador Pancho como le dicen sus amigos ha venido dispuesto a esta nueva posición a dar apoyo a sus hermanos inmigrantes, ser la voz de los más necesitados y trae un mensaje cargado de esperanza, de fraternidad y de solidaridad. Hoy en día vale más el hombre paciente y humilde que el héroe, el dueño de si vale más que él que conquista ciudades. Bienvenido Señor Embajador!
Arlington Catholic Herald
12 de febrero de 2009
Con gran satisfacción y alegría hemos tenido la visita protocolaria del embajador de la República de El Salvador ante la Organización de Estados Americanos (OEA) el Doctor Francisco Lainez. El embajador Lainez hasta el año pasado era el ministro de relaciones exteriores, luego renunció a su cargo para postularse como candidato del partido ARENA para la presidencia de la República. En esa ocasión fue elegido entre los aspirantes, el actual candidato Rodrigo Ávila.
Para el Apostolado Hispano de la Diócesis de Arlington, es un honor el haber contado con un visitante ilustre ya que no podemos olvidar que nuestra Diócesis de Arlington cuenta con un 70% de las parroquias con feligreses de origen salvadoreño. Los salvadoreños han desarrollado un gran trabajo pastoral y de evangelización, no sólo en nuestra Diócesis, sino en muchos lugares de los Estados Unidos.
El Embajador Lainez ha sido un católico comprometido con la Iglesia. Tanto él como su familia han sido consagrados a la Santísima Virgen María en El Salvador y es un devoto del Santo Rosario. El Embajador Pancho como le dicen sus amigos ha venido dispuesto a esta nueva posición a dar apoyo a sus hermanos inmigrantes, ser la voz de los más necesitados y trae un mensaje cargado de esperanza, de fraternidad y de solidaridad. Hoy en día vale más el hombre paciente y humilde que el héroe, el dueño de si vale más que él que conquista ciudades. Bienvenido Señor Embajador!
domingo, febrero 08, 2009
A nadie le gusta ver sufrir a otra persona
Por el Rev. José E. Hoyos
Boletín Interparroquial
8 de febrero de 2009
La muerte de las personas que más queremos constituye la experiencia más dura y dolorosa que se puede tener en la vida. Es extraordinariamente dificil resultar un poco afectado ante esta situación, y la suele acompañar una terrible sensación de que nunca podremos superarla.
Con frecuencia, el dolor puede llegar a ser tan tremendo que la persona que se queda desearía morirse también. No es posible tratar de hacerse el fuerte ni esconder los verdaderos sentimientos, pues tarde o temprano, estos surgirán como una auténtica explosión.
¿Nos gustaría ver a nuestros seres queridos sumergidos en una profunda depresión y sufriendo continuamente? ¿Verdad que no? A nadie le gusta ver sufrir a otra persona, no importa en que dimensión se encuentre cada una. El ser querido que te ha abandonado sufriría de verte sufrir a tí, y haría toda la fuerza que estuviese en su mano para que levantases tu anímo y disfrutases de tu vida. No puede ser de otro modo, porque estamos ante un sentimiento recíproco de amor en su estado más puro.
Por eso, el mejor homenaje que siempre podremos hacerle a la persona que nos ha abandonado será el de incorporarnos poco a poco a nuestra vida normal y aunque sea inevitable pensar en ella y volver a pasar por momentos de dolor, esto no está reñido con vivir nuestra vida y compartir nuestro amor con todos los que nos rodean y siguen acompañandonos, pues siempre habrá en nuestro entorno muchas personas que nos sigan queriendo y sería injusto desoírlas. La vida seguirá teniendo cosas bonitas que ofrecernos y nosotros también a ella, pero es cuestión de abrirse y escuchar. Si lo hacemos así, nunca estaremos solos y al final todo se supera.
Todos tenemos que entender que estamos de paso. Que nuestros seres queridos, padres, hijos y amigos son solo prestados. Que el único dueño de nuestras vidas es Dios. Pensemos que ni nuestro cuerpo, ni nuestra mente pueden procesar dicho sentimiento y si lo procesamos, es porque además del cuerpo y de la mente tenemos un alma inmortal que sí es capaz de hacerlo. De este modo, nuestro ser es en realidad una Trinidad (cuerpo, mente y alma) con connotaciones divinas. Debemos entender que la fe es un apoyo, no es un seguro. El hecho es que si de verdad vivmos nuestra fe, ella es la fuente de luz, paz y de mucha fortaleza.
Boletín Interparroquial
8 de febrero de 2009
La muerte de las personas que más queremos constituye la experiencia más dura y dolorosa que se puede tener en la vida. Es extraordinariamente dificil resultar un poco afectado ante esta situación, y la suele acompañar una terrible sensación de que nunca podremos superarla.
Con frecuencia, el dolor puede llegar a ser tan tremendo que la persona que se queda desearía morirse también. No es posible tratar de hacerse el fuerte ni esconder los verdaderos sentimientos, pues tarde o temprano, estos surgirán como una auténtica explosión.
¿Nos gustaría ver a nuestros seres queridos sumergidos en una profunda depresión y sufriendo continuamente? ¿Verdad que no? A nadie le gusta ver sufrir a otra persona, no importa en que dimensión se encuentre cada una. El ser querido que te ha abandonado sufriría de verte sufrir a tí, y haría toda la fuerza que estuviese en su mano para que levantases tu anímo y disfrutases de tu vida. No puede ser de otro modo, porque estamos ante un sentimiento recíproco de amor en su estado más puro.
Por eso, el mejor homenaje que siempre podremos hacerle a la persona que nos ha abandonado será el de incorporarnos poco a poco a nuestra vida normal y aunque sea inevitable pensar en ella y volver a pasar por momentos de dolor, esto no está reñido con vivir nuestra vida y compartir nuestro amor con todos los que nos rodean y siguen acompañandonos, pues siempre habrá en nuestro entorno muchas personas que nos sigan queriendo y sería injusto desoírlas. La vida seguirá teniendo cosas bonitas que ofrecernos y nosotros también a ella, pero es cuestión de abrirse y escuchar. Si lo hacemos así, nunca estaremos solos y al final todo se supera.
Todos tenemos que entender que estamos de paso. Que nuestros seres queridos, padres, hijos y amigos son solo prestados. Que el único dueño de nuestras vidas es Dios. Pensemos que ni nuestro cuerpo, ni nuestra mente pueden procesar dicho sentimiento y si lo procesamos, es porque además del cuerpo y de la mente tenemos un alma inmortal que sí es capaz de hacerlo. De este modo, nuestro ser es en realidad una Trinidad (cuerpo, mente y alma) con connotaciones divinas. Debemos entender que la fe es un apoyo, no es un seguro. El hecho es que si de verdad vivmos nuestra fe, ella es la fuente de luz, paz y de mucha fortaleza.
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