Por Fidel Hurtado-Zapata.
En todas partes del mundo y sobre todo en lo que va corrido en el año de la Fe seguimos experimentando en varios eventos Espirituales, Retiros Carismáticos, Horas Santas, Vigilias y Misas de Sanación una secuencia de testimonios de Sanación impresionantes; lógico que nos llena de alegría y sobretodo aumenta más nuestra Fe.
Por ejemplo en las Misas por los enfermos o de Sanación celebradas por el Padre José Eugenio Hoyos Director de la Renovación Católica Carismática en la Diócesis de Arlington, cada mes en diferentes parroquias son de un lleno total y si queremos una participación o espacio en la Iglesia hay que madrugar.
La distancia para las personas necesitadas de Oración no es un impedimento pues encontramos personas que asisten de diferentes Estados para no perderse la Sanación, e incluso muchas veces tenemos personas que vienen de otros países y asisten a la Misa de Sanación.
El Padre Hoyos claramente nos dice: “Jesús en cada Sanación no trata de manipular fuerzas invisibles, ni conjuros, ni hechicerías, ni magias solo invoca el amor curador que viene directamente de Dios que se compadece y disfruta ayudando y sanando a los que sufren. Las Sanaciones de cualquier tipo de enfermedad sea física o mental que estamos experimentando cada vez más son signos reales o auténticos de un mundo nuevo, el que Dios quiere para todos nosotros.
Recientemente en la Misa de Sanación celebrada en la Iglesia del Buen Pastor en Alexandria, Virginia cuando el Padre Hoyos estaba pidiendo testimonios de Sanación entre la variedad de testimonios se presentaron los esposos Carlos Urquijo y Sonia de origen Salvadoreño donde narraron a los asistentes entre lágrimas como por muchos años le pedían a Dios que les diera una oportunidad de concebir un hijo ya que los médicos les habían dicho que era imposible que ella quedara en embarazo, debido a problemas en los ovarios y otras complicaciones. Pero por varios años habían asistido a las Misas de Sanación y en uno de los chequeos médicos le aseguraron para la gran sorpresa que el embarazo no era uno sino gemelos.
Te invito a que asistas a nuestra próxima Misa de Sanación.