Hay tanta riqueza espiritual en nuestra Iglesia Católica que
desafortunadamente muy poco de ella conocemos. La culpa es de nosotros los líderes
de la Iglesia, los sacerdotes, diáconos o catequistas que por no estar de
acuerdo con un determinado movimiento en vez de formar, catequizar, y
evangelizar lo que hacemos es hablar negativamente del movimiento. Muchas veces
no porque lo conozcamos o hayamos vivido
a plenitud su espiritualidad, sino porque hemos escuchado cosas superficiales o
negativas.
Cuando debe ser todo lo contrario, hay que mostrarles a
nuestros feligreses la diversidad de movimientos que le dan riqueza a nuestra
Iglesia, en vez de criticar, educar y formar. Uno de estos grandes y poderosos
movimientos es la Renovacion Católica Carismatica que tanto bien y multitud de conversiones
está trayendo a nuestras iglesias. Gracias a la RCC se ha podido frenar el éxodo
de católicos yéndose a las Iglesias evangélicas. Vivir un seminario de vida en
el Espíritu es el primer paso a la conversión y al encuentro personal con
Cristo .Es el caminar hacia la puerta grande para vivir con pasión nuestra fe católica.
Cada vez que nuestra gente vive con intensidad y seriedad el seminario de vida en el
Espiritu, vive una experiencia de una nueva vida en Cristo y un conocimiento más
amplio del Espiritu Santo. Este seminario pretende que cada católico se
comprometa más con nuestra Iglesia y a vivir a plenitud el Evangelio aquí cada
participante forma con ardor la familia de los nuevos discípulos de Jesus,
donde van a sentir la efusión del Espiritu Santo. Poco a poco en el seminario
de vida en el Espiritu se va descubriendo paso a paso donde estamos y a donde llegaremos
con Cristo.
El Seminario de vida en el Espiritu no se debe cambiar en su
temario sino se pierde la identidad y la base de la Renovacion Carismatica. Los
temas a seguir son: 1). El Amor de Dios, 2). La Salvación en Jesucristo, 3). La
Conversión (el Pecado), 4). Señorío de Jesus, 5). La Promesa del Padre, 6). Dones
del Espiritu Santo, 7). María en Pentecostés (Acto Mariano) y 7). Efusión del
Espiritu Santo.