By Blog Suyapa Medios
“Cancelar el TPS sería una catástrofe y crisis humanitaria”
Experimentó el poder de oración y sanación en su vida.
Sobresale por la defensa de los inmigrantes en ese país del norte.
Carismático, feliz y
lleno de energía, son parte de las virtudes que posee en el presbítero Eugenio
Hoyos, predicador famoso por ser instrumento de sanación y liberación.
¿Qué recuerda de su infancia?
Fue una infancia muy
feliz porque éramos una familia muy numerosa de 12 hijos, 8 hombres y 4
mujeres, con un papá y una mamá de mucha fe, de domingo, de ponernos los
mejores trajes para ir a la Iglesia. Mi padre me enseñaba instrumentos
musicales, éramos una familia, no perfecta pero vivíamos gozosos y orgullosos
de tener una familiar tan grande y espiritual.
¿Cómo es su relación con Dios?
Es una relación
directa, lo he descubierto a través de la adoración eucarística, tiene mucho
poder porque puedo sentir la presencia de Dios que se mueve dentro de mí, que
me hace ser un mejor sacerdote, tengo un compromiso de ser un buen sacerdote y
de ser un sacerdote santo, que si tengo debilidades, dejarlas a un lado y
enterrarlas y saber que tengo que dar testimonio de un Cristo vivo ante una
comunidad que espera mucho de mí.
¿Cómo es su apostolado en la Renovación Carismática?
Cuando uno es de la
Renovación Carismática implica que necesitamos doblar esfuerzos para guiar a la
gente, sino nuestra gente se sale del orden que quiere Dios dentro de nuestra
Iglesia. Yo creo que si los sacerdotes, pusiéramos a andar más la
espiritualidad de la Renovación, de Pentecostés, nuestra Iglesia estaría mucho
más motivada y no tendríamos que preocuparnos tanto por la gente que se nos va
de la Iglesia, sino más bien por los que vienen.
¿Qué piensa de los sacerdotes?
En todas partes donde
voy veo sacerdotes muy entregados, consagrados, muy honestos, muy pulcros, pero
nos falta acercarnos más al pueblo, oler más a ovejas, ser más humildes, dejar
nuestra soberbia. A veces creemos que somos más importantes que los demás,
cuando somos servidores de los demás.
¿Dios ha obrado milagros en su vida?
Yo pude experimentar
el poder divino y sanador, después de estar 30 días en estado de coma, ver que
mi tumor cerebral y complicado con una meningitis viral desapareció totalmente
y tengo todos los análisis médicos, Dios es muy grande y tenía un propósito para
mí. A pesar que los médicos tienen mucho que decir científicamente, Dios tiene
la última palabra, eso te impresiona y te anima a que tú puedas seguir adelante
haciendo la obra de Dios, a pronunciar que Dios está vivo, que los milagros
todavía ocurren. Todos los sacerdotes somos canales para que esas sanaciones y
esos milagros lleguen hacia la gente.
Usted que trabaja con inmigrantes, ¿cómo ve esta situación en
Estados Unidos?
Nos quejamos mucho de
las pandillas, de la violencia juvenil, del abuso y de que muchas niñas de 14,
15 años quedan embarazadas, etc. y los jóvenes qué les podemos ofrecer, un
joven si no tiene esperanza pues se va desbocar, no tiene un norte y yo creo
que la Iglesia lo que tiene que hacer es decirles a ellos no pierdan la esperanza.