viernes, septiembre 12, 2014

El Padre Hoyos nos alerta sobre los obstáculos en la Sanación y la Liberación

 Por Fidel Hurtado-Zapata.

 
Cristo nos ha demostrado muchas veces que quiere que sanemos y esto lo hemos comprobado en sus Milagros, Curaciones, Sanaciones y Liberaciones desde el Nuevo Testamento hasta nuestros días.
El Padre Hoyos en las escuelas de Sanación nos decía al  ministerio de sanación, Intercesión de la Renovación Católica Carismática: “hay muchas personas que asisten a las misas de Sanación, a los retiros, vigilias y adoración Eucarística  pero no pueden pedir ni recibir una verdadera sanación “
Primero hay que entregarse  y someterse totalmente a Dios; hay que experimentar una conversión total, alejándose del pecado y de toda la vida del pasado. Necesitamos querer sanarnos, salir de nuestro encierro y buscar a Cristo medico divino con firmeza y decisión. Hay muchos que creen no necesitar a Dios y menos sanarse. Es la soberbia que puede enceguecer nuestra mente y endurecer nuestro corazón.
 
Hay personas que piensan que no hay solución para sus problemas o enfermedades y que la Oración ya no les funciona.
Ven todo negro, nada los conforma, siempre falta algo, existe una dejadez una desidia Espiritual, es decir van dejando todo inclusive creen que Dios los ha olvidado o les ha mandado esa enfermedad o castigo.
Caen en angustia y depresión, se cansan de ir a Misa, al grupo de Oración y ya no escuchan alabanzas Carismáticas. Paralizan su vida Espiritual, caemos así en la superficialidad, no profundizamos en la Fe.
El Señor nos dice que por la constancia salvaremos nuestra alma (Lucas 21,19)
Por eso hay que creer en quien todo lo puede, hay que creer, creer y volver a créele a Cristo. Ven hermano(a) reencuéntrate con tu Fe, con la Fe de Tu Iglesia Católica asiste y participa activamente en tu parroquia, en tu grupo de Oración y te esperamos en nuestra próxima Misa de sanación.

jueves, septiembre 11, 2014

30 años de Ministerio Sacerdotal.

Por Rev. José Eugenio Hoyos.


Es muy placentero haber celebrado la Santa Eucaristía en la Parroquia de San James en Falls Church, Virginia en acción de gracias por 30 años de vida Sacerdotal. Como Sacerdote de la Diócesis de Arlington y Director del Apostolado Hispano son muchas las experiencias positivas y el trabajo pastoral que se ha realizado no solo en las diferentes Parroquias del área sino a través de la Evangelización y las misiones en otros países.
Con el apoyo de mi Obispo Paul S. Loverde y de mis hermanos Sacerdotes el trabajo en equipo ha dado grandes frutos en la nueva Evangelización. Mi trayectoria en las Parroquias de San Antonio, la Catedral de Santo Tomas Moro, la Sagrada Familia, San José y San James han dejado grandes huellas y proyectos comunitarios que ahora siguen con gran fuerza beneficiando a una extensa feligresía; hemos acompañado por muchos años a nuestra comunidad inmigrante y seguiremos orando para que se dé una reforma migratoria justa y moral.

Las misas por los enfermos han sido un gran alivio y una forma eficaz de llevar el Evangelio a los más necesitados.
Hay muchos desafíos que tenemos que enfrentar como Sacerdotes, somos un proyecto de Cristo en la construcción hacia la santidad.


En mi Ministerio Sacerdotal siempre he entendido que del Sacerdote  se espera que sea un hombre de esperanza espiritual, con autoestima positiva, un profeta enamorado de Cristo y del Evangelio y preocupado por la situación social. El Sacerdote como todo cristiano, llamado a ser otro Cristo tiene un desafío por delante y es de ser un agente de unidad, perdón y reconciliación.
A cada Sacerdote Dios nos pide que seamos sus manos para dar animo a los enfermos; que seamos sus pies para ir diligentes hacia aquellos que están sedientos de amor y contención; que seamos sus ojos para mirar el corazón: lo bueno, las virtudes de los demás dejando a un lado las miseria y pecados que por otra parte todos lo tenemos; Quiere que seamos su corazón para tener sus sentimientos  (Filipenses 2,5) de amor, dulzura, paciencia y mansedumbre. Gracias señor Jesús por estos 30 años de vida Sacerdotal y envía más Sacerdotes a este mundo.

miércoles, septiembre 10, 2014

Padre José Eugenio Hoyos pide a los Carismáticos unidad e identidad

Por Fidel Hurtado-Zapata.


En una de las escuelas de formación para los servidores en los Ministerios de Intercesión, Sanación y Liberación el Padre José Eugenio Hoyos asesor de la Renovación Católica Carismática en la Diócesis de Arlington pidió a los cientos de Carismáticos reunidos en el centro de formación pastoral tener en cuenta las siguientes normas:
1.-Aprender, conocer y estudia sobre nuestra identidad Carismática, sobre todo nuestra espiritualidad y siempre sentirnos bendecidos y escogidos por Dios dentro de este gran movimiento de gracia y de acción evangelizadora.

2.-Estar continuamente sumergidos en el amor divino, ansiando en todo momento la santidad, el cambio de vida: “Sean santos como mi padre es santo” (Mateo 5,48; 1 Pedro 1,15).  Si el señor me lo pide, significa que es posible vivirlo, con su gracia tenemos que creerle.
3.-Cuidar de caer en la hipocresía, pues es el divorcio entre la fe y la vida, si caemos en ella nuestra salud espiritual estará deteriorada y frágil. Nuestro orgullo no nos dejara ni abrir los ojos, ni el corazón.
4.-Ser Carismático es ser un servidor  ejemplar  dispuesto a colaborar en todo momento como sea y donde sea, ser discípulo de Jesús se nota porque se está al servicio de todos. Nuestra mente sabe que debemos llevar en nuestra vida las palabras de Jesús: “El que quiere ser el primero debe hacerse de ultimo de todos y el servidor de todos” (Mc 9, 30-37).
El servicio es amor y el amor se expresa en el servicio. Podemos fingir ser servidores para recibir un aplauso o para encumbrarnos sobre otros y esto no es bueno en un servidor carismático.

5.-Todo lo que envenena el alma debemos evitarlo, lecturas malsanas, pornografía, películas contrarias a la Fe, bebidas alcohólicas, palabras mal intencionadas.
El Carismático debe aprovechar el tiempo siendo ejemplo de Oración, en la familia, en el trabajo.

Su misión  es ser testimonio vivo y sin miedo de proclamar que pertenece a la renovación Carismática para que con su ejemplo de vida pueda atraer más almas a Cristo.
 

lunes, septiembre 08, 2014

Carismas y Dones que hacen un Sacerdote feliz.

Por Rev. José Eugenio Hoyos.


Al cumplir 30  años de servicio Sacerdotal dentro de la iglesia Católica se me brinda la oportunidad de dar gracias a Dios por haberme escogido en este servicio al prójimo y por el regalo de la vocación Sacerdotal; también es una oportunidad de renovar positivamente el Sacerdocio.
Es una conexión con el mismo Cristo traducida en Oración y contemplación es fundamental; pero la contemplación ha de ir acompañada de la acción que tenga primero en cuenta los talentos de la comunidad en que se trabaja, conscientes de que vivimos en un mundo que ha cambiado la mentalidad de frente a la autoridad Eclesiástica, se hace necesario reconocer que la autoridad se gana no se impone.

 
En mis 30 años de vida Sacerdotal he percibido que la gente vibra y se llena de fervor con un Sacerdote que programa, que escucha, que Ora, que contempla, que saluda con cariño que visita a la gente en sus hogares  y hospitales; comparte su realidad; que deja todas sus cosas personales cuando los fieles le soliciten un servicio, que respeta la vida e historia de una comunidad, que se dispone a conocer la gente y a valorarla.
Que desarrolle el carisma y los dones recibidos de Cristo a través de la devoción especial a la virgen Maria; pues Maria jamás podrá faltar con su invitación a la confianza “Hagan lo que él les diga” (Juan 2,5) porque un siervo de Maria nunca perecerá




No hay mejor Sacerdote que aquel que anhela vivir atado a la Virgen Maria, pues la madre de Dios y nuestra es un pasaporte para viajar y aterrizar en el corazón de las personas, de la Iglesia y del Cielo.
Un Sacerdote debe poner sus dones y carismas al servicio de la comunidad. Por eso hoy en estos 30 años de Sacerdocio me arrodillo ante ti Señor, Rey de Reyes y te doy gracias Padre amado por hacerme tu siervo. ¡Amen!