Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Nuestra misión dada por Jesucristo nuestro gran cirujano de cirujanos y gran medico divino continua mostrando al mundo secular maravillosas sanaciones y milagros que dejan a la humanidad actual, pensativa, más segura de la fe y confirmando una vez más que Cristo continua vivo en medio de un pueblo que continua pidiendo señales.
Jesús llamo a sus primeros discípulos a participar en la obra de salvación con un mandato que hasta nuestros días continua teniendo gran validez: “Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo que descenderá en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la Tierra” (Hechos 1, 8).
Estamos experimentando estos últimos años con gran alegría la cantidad de testimonios de sanación por todas partes. Cada vez que vamos a predicar a diferentes retiros, jornadas de Sanación, eventos Carismáticos o misas de sanación, no dejan de sorprendernos el poder de la oración sanando a multitudes; un ejemplo de ello lo encontramos en la conocida Mansión. Un lugar de Encuentro Carismático de Sanación en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia. Todo el año, la gente recibe y atestigua las sanaciones que no paran. Las actividades del Centro Carismático del Minuto de Dios en Bogotá, Colombia. El Centro de Espiritualidad en Aguada, Puerto Rico.
Eventos de sanación bien conocidos en La Vega, Republica Dominicana, Centro Carismático en Nueva York, Misión de Fe y Sanación den Palmdale, California, y tantos otros lugares del hemisferio donde el derramamiento del Espíritu Santo es poderoso. Jesús nos pide que, tenemos que perdonar setenta veces siete (Mateo 18, 21-22) y Jesús con su amor y compasión sigue sanando a los enfermos que le piden alivio cada minuto, setenta veces siete. Pues la sanación de Cristo es ilimitada e imparable. Jesús no te ha sanado solo una vez sino setenta veces siete.
Nuestra misión dada por Jesucristo nuestro gran cirujano de cirujanos y gran medico divino continua mostrando al mundo secular maravillosas sanaciones y milagros que dejan a la humanidad actual, pensativa, más segura de la fe y confirmando una vez más que Cristo continua vivo en medio de un pueblo que continua pidiendo señales.
Jesús llamo a sus primeros discípulos a participar en la obra de salvación con un mandato que hasta nuestros días continua teniendo gran validez: “Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo que descenderá en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la Tierra” (Hechos 1, 8).
Estamos experimentando estos últimos años con gran alegría la cantidad de testimonios de sanación por todas partes. Cada vez que vamos a predicar a diferentes retiros, jornadas de Sanación, eventos Carismáticos o misas de sanación, no dejan de sorprendernos el poder de la oración sanando a multitudes; un ejemplo de ello lo encontramos en la conocida Mansión. Un lugar de Encuentro Carismático de Sanación en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia. Todo el año, la gente recibe y atestigua las sanaciones que no paran. Las actividades del Centro Carismático del Minuto de Dios en Bogotá, Colombia. El Centro de Espiritualidad en Aguada, Puerto Rico.
Eventos de sanación bien conocidos en La Vega, Republica Dominicana, Centro Carismático en Nueva York, Misión de Fe y Sanación den Palmdale, California, y tantos otros lugares del hemisferio donde el derramamiento del Espíritu Santo es poderoso. Jesús nos pide que, tenemos que perdonar setenta veces siete (Mateo 18, 21-22) y Jesús con su amor y compasión sigue sanando a los enfermos que le piden alivio cada minuto, setenta veces siete. Pues la sanación de Cristo es ilimitada e imparable. Jesús no te ha sanado solo una vez sino setenta veces siete.