viernes, mayo 31, 2013

El Poder Sanador de la Santa Eucaristía.

Por Rev. José Eugenio Hoyos. 
En todas nuestras Parroquias de nuestra Diócesis de Arlington y a pedido de nuestro Pontífice Francisco el mundo entero se unió en Oración y en torno a la Santa Eucaristía para celebrar la gran fiesta del Corpus Cristi el cuerpo y la sangre de Cristo.
El jueves pasado ante un hermoso altar instalado ante la fachada de la Basílica de San Juan de Letran y ante miles de peregrinos el Papa Francisco celebró solemnemente la Eucaristía en la fiesta del Corpus Cristi.
Durante la Homilía el Papa explicó qué supone seguir a Cristo, que significa la Comunión y la importancia de compartir con los demás. El Papa destacó: “que  aunque para el Espíritu mundano la palabra solidaridad está mal vista, solo compartiendo “nuestra vida da fruto”.
El domingo la mayoría de las Parroquias tuvieron  hermosas y significantes procesiones con el Santísimo Sacramento alrededor de la Iglesia.

La Eucaristía es el centro y el Alma de la Liturgia, la consagración de la Iglesia debe verse a la luz de la lectura del Evangelio en Juan 14-16. Estos son algunos de los capítulos más bellos del nuevo testamento. No solo somos llamados a servir, sino también a consagrarnos.
 Jesús nos ama. “pero si me voy a prepararles un lugar, es que volveré y los llevaré junto a mí, para que donde yo estoy estén también ustedes” (Juan 14:3).
Estos son algunos consuelos que Jesús dio a sus apóstoles. Este conocimiento de su amor es un preludio para la consagración del pan y del vino. Así como el pan y el vino se transforman en Jesús como “cuerpo” y “sangre”, hay también una transformación Espiritual en cada persona que participa.
Lejos de la familia y amigos, sin las comodidades que requiere la criatura humana, con frio y sin ninguna estructura normal  a la que acudir en vez de Jesús, Él es todo lo que tenemos. La Santa Eucaristía es nuestro gran tesoro y valiosa riqueza Espiritual; los católicos somos muy bendecidos al tener al “máximo” el servicio de Sanación cada día en la Santa Misa. Desde el comienzo hasta el final de la Misa se manifiesta el amor sanador y el poder del cuerpo y la sangre de Cristo.

jueves, mayo 30, 2013

Para recibir Sanación hay que creer y tener Fe.

Por Rev. José Eugenio Hoyos.

Recientemente he participado en el congreso realizado en la ciudad de Plano, Texas y no dejo de darle gracias a Dios por la partición tan activa de los miles de asistentes con tanta sed de Dios.
Cada evento, Misa de Sanación o congreso Carismático nos deja grandes experiencias Espirituales que traen valiosas riquezas a muestras vidas y comunidades.
Todos estamos necesitados de recibir Sanación bien sea corporal o Espiritual, quedan muchos vacíos en nuestras vidas que el único que las puede llenar es Cristo Jesús y nuestra perseverancia en la Oración.
¿Has pensado alguna vez que necesitas fortalecer más tu Fe y creerle más a Cristo?
 Podemos tener mucha o poca Fe; o una Fe como la del carbonero. Pero sería importante que recordáramos que cuando Jesús se le apareció a sus discípulos en la noche y en medio de una tormenta Pedro le dijo: “Señor si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua.  ¡Ven dijo Jesús!
Pedro entonces bajo de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección de Jesús, pero al notar la fuerza del viento tuvo miedo y como comenzaba  a hundirse grito ¡Sálvame señor! (Mt 14: 28:29). “Que poca Fe tienes! ¿Por qué dudaste?”.
Podemos constatar una vez más lo exigente que es Jesús, lo único que el exige es creer y tener Fe.
¿Cómo te sentirías si después de que has mostrado tu amor y misericordia los demás con el poder sobrenatural para convertir, Sanar, Liberar y hacer milagros y todavía los demás siguen dudando de ti?
Podríamos decir sin equivocarnos que el “miedo” es la Fe al reves”.
La Fe no es un brinco al vacío, debe estar apoyada no en algo” sino en “alguien” y ese alguien es solo Jesucristo, medico de médicos.
 La clave de una Sanación efectiva es agarrarnos a Jesús, cueste lo que cueste, como si no tuviéramos otra alternativa. Es definitivamente la confianza de que Jesús va actuar en nuestro favor.
Cada Sanación de cáncer es el resultado de nuestro banco de oraciones y los refuerzos de haber creído.

miércoles, mayo 29, 2013

IV Congreso de Sanación de familias en Plano, Texas.

Por Fidel Hurtado-Zapata

Con el tema: “No dejen que los aparten de la Fe” se dio comienzo al IV congreso familiar Católico en el centro de eventos de la ciudad de Plano en el estado de Texas.

Cerca de 3.000 personas se dieron cita en este importante evento Espiritual organizado por la comunidad Católica, por familias en Cristo Jesús de Texas; cuya misión es la urgente necesidad de responder al llamado de Dios, de proclamar y defender el Evangelio en la familia.
Se sintió en los dos días la fuerza del Espíritu Santo, pues gracias a las Oraciones y entusiasmo de los grupos Carismáticos se vivió una gran fiesta en honor de Cristo Jesús.

Uno  de los Predicadores en este gran evento Sanador fue el Padre José Eugenio Hoyos director de la Renovación Católica Carismática de la Diócesis de Arlington en el estado de Virginia.

El Padre Hoyos no solo le predicó al público adulto, sino que también tuvo la oportunidad de predicarles a los que son el futuro de nuestra Iglesia los Niños y los jóvenes.


Los temas fueron “Sanados setenta veces siete” y “Bendecidos, Sanados y en Victoria” (que son igualmente los títulos de los libros de Sanación y liberación escritos por el Padre Hoyos) y por ultimo “ no dejes que te arrebaten la Fe”.

El Padre Hoyos explicó por qué Jesús utilizaba siempre las manos para curar y como esas mismas manos siguen trabajando en cada uno de nosotros para concedernos la Sanación que cada uno está buscando.

Y una de las condiciones que nos pone Cristo es solo creer, ser perseverante en la Oración, estar fuera del pecado. Cada bautizado debe defender su Fe y sin miedo anunciar ese SI  y la entrega definitiva a Costo quien es el único que nos puede Sanar.

En las Alabanzas el público pudo disfrutar de la dulce voz de la cantante Priscila, los Ministerios Jesed de la Arquidiócesis de Monterrey, México y Shaddai de la Parroquia el Buen Pastor en Garland, Texas.

Muchos testimonios se oyeron al terminar la hora Santa, sin lugar a dudas este ha sido un congreso de grandes bendiciones.