Es muy placentero cuando nos llegan a la oficina testimonios de Sanación, liberación o conversión.
Después de participar en una Misa de Sanación, en una Vigilia, Hora Santa, Adoración Eucarística sobre todo en una imposición de manos al escuchar las manifestaciones del Espíritu santo y la acción sanadora de Cristo todo esto nos entusiasma a continuar trabajando con más fuerza en el Ministerio de Sanación de Cristo. Cada testimonio de sanación, lo he dicho ya en varias ocasiones son multiplicadores del amor y la compasión de Jesús.
El Sr. Juan David Márquez me envió especialmente este
testimonio; Padre Hoyos: después de asistir con Fe a una de sus Misas de Sanación
por un preocupante melanoma en una pierna y en estado grave iba a ser operado
en esa misma semana, pero para la sorpresa de los doctores el melanoma ha desaparecido
y ellos no se explican, me declaro sano en el nombre del señor. Ese día eso fue
lo que le pedí a Dios que me sanara y
usted bien lo dijo aquí hay una persona que va a ir al médico y se sorprenderá del
poder de Dios. Gracias Padre Hoyos y gracias por sus Oraciones.
Nos envía este testimonio desde Argentina Patricia Peñalva: quiero contarles que recién llego del médico y ya teníamos programada mi operación de intestino, y la trombosis se achicó casi el 80% ¡Gloria al señor! Por tantos milagros. Gracias Padre José Eugenio Hoyos por todas sus Oraciones yo sé que Cristo hace todo esto por cada uno de nosotros, pues somos sus hijos y no quiere enfermos, ni vernos sufrir. Gracias! Amén!
Dios definitivamente no tiene límites por ejemplo para sanar, liberar células cancerosas. Su poder es Divino.