Por Fidel Hurtado Zapata
El gimnasio principal del Colegio María Auxiliadora se vio colmado de cientos y cientos de personas con diferentes dolencias y enfermedades que iban llegando en muletas, sillas de rueda o personas con dificultades físicas acompañadas con sus seres queridos.
En esta “Clínica de Sanación” todos venían con un objetivo. Ser Sanados o tocados personalmente por las manos de Cristo, medico de médicos y cirujano Divino.
Que hermoso ver en esos momentos tanto poder en la Oración, la Fe, la espera en Jesús Sanado y liberando.
Se cumplían las Escrituras: “mas aun cantidad de hombres y mujeres llegaban a creer en el Señor, aumentando así su numero. La gente incluso sacaba a los enfermos a la calle y los colocaba en camas y camillas por donde iba a pasar Pedro, para que por lo menos su sombra cubriera a alguno de ellos. Acudían multitudes de las ciudades vecinas a Jerusalén trayendo a sus enfermos y personas atormentadas por espíritus malos y todos eran Sanados”. (Hechos 5 14-16)
A pesar de que encontramos muchas personas con necesidad de curar sus enfermedades físicas, muchos necesitaban Sanación del Alma.
Se empezaron a sentir necesidad de Sanación de leucemia, cáncer en los ovarios, riñones, próstata, pulmones, tumores, migrañas, parálisis cerebral, depresiones etc.
Se Vivian momentos impresionantes de Sanación. Se sintió el poder de Dios y la fuerza de la Oración. El Padre Hoyos mientras caminaba entre el publico, afirmaba que el que estaba sanando era el propio Jesús. “La sangre de Cristo tiene el poder de Sanar y cicatrizar las heridas de todo él que cree y tiene Fe”.
Lo que para el hombre es imposible, para Dios es posible, la Misericordia de Dios Sana cualquier enfermedad hasta con Metástasis. Que gran oportunidad y gran derrame de bendiciones, sanaciones en el inicio del año de la Fe en Chajari, Argentina.
Fidel Hurtado-Zapata Departamento de Comunicaciones del Apostolado Hispano y corresponsal del periódico el Heraldo de la Diócesis de Arlington, Virginia, USA) .