Por Fidel Hurtado Zapata.
Cientos de personas se congregaron este fin de semana al frente del; Capitolio en la Capital de Los Estados Unidos en Washington D.C.
Miembros del Congreso y del Senado y representantes de diferentes organizaciones benéficas y del Clero Católico y de otras denominaciones se hicieron presentes y alzaron su voz de protesta con las nuevas políticas del Presidente Barack Obama sobre las normas de salud, como el aborto, los anticonceptivos, la eutanasia que va en contra de las enseñanzas de la Fe cristiana.
Pero el tema central de este evento fue el ataque reciente del gobierno de Obama sobre la Libertad Religiosa.
Fuertes oradores se declararon en contra de las políticas de Obama y en favor de la libertad religiosa en Estados Unidos como la congresista de Minnesota Michele Bachmann, el congresista Andy Harris de Maryland, la candidata a la Vicepresidencia de Los Estados Unidos 2012 la honorable Missy Smith, Kristan Hawkins Director Ejecutivo de la juventud en América y en representación de la comunidad hispana inmigrante en Estados Unidos el Padre José Eugenio Hoyos, Director del Apostolado Hispano de La Diócesis de Arlington VA.
Parte del discurso del Padre Hoyos es el siguiente: “Nuestra comunidad hispana inmigrante esta hoy aquí presente y nuestra gente apoya ciento por ciento la libertad Religiosa en los Estados Unidos y en el mundo entero.
Presidente Barack Obama:¿hasta cuando usted y su política de la Casa Blanca seguirá limitando y desplazando nuestros derechos civiles, morales y humanos?
Nuestra comunidad inmigrante dentro de su mandato ha sufrido los desprecios y la división de nuestras familias. Usted ha apagado la voz y ha frustrado la lucha por una mejor oportunidad de vida a nuestros hermanos inmigrantes, ahora usted con sus nuevas leyes de salud quiere también quitarnos la única esperanza y apoyo como es nuestra Fe y nuestra libertad religiosa. Usted lo único que nos ha dado es un plato lleno de deportaciones, de terror de miedo y persecuciones, la lucha continuará para detener las leyes que nos prohíben libremente vivir el Evangelio y aferrarnos con libertad a Cristo Jesús.