viernes, febrero 22, 2008

Política, Cuaresma e Inmigrantes

por Rev. José Eugenio Hoyos

Definitivamente la actividad social en los Estados Unidos de América da la sensación de nunca descansar. Es una potencia mundial que nunca duerme y que está siempre en movimiento. Es esta época del año, los debates políticos ocupan las primeras páginas de los diarios, las pantallas de televisión y es el tema común de cualquier ciudadano. En realidad existe una gran pasión cultural para elegir un nuevo presidente. Los discursos políticos y debates se han vuelto tan comunes como comer hamburguesas, tomar coca cola, o desayunarse con cornflakes o pancakes.

Pero desafortunadamente los políticos que puntean las encuestas ignoran las preguntas o las reflexiones en que vivimos en este tiempo: ¿Hacia donde vamos, como una nación bajo Dios? ¿Cómo recuperar los valores perdidos? ¿Rechazamos al inmigrante que trabaja duramente con salarios escandalosos? Da tristeza ver que muchos inmigrantes cuando son ciudadanos Estadounidenses se vuelven anti-inmigrantes. No quieren hablar el idioma español y no quieren que los identifiquen como latinos. Quieren cerrar las oportunidades y las puertas a los inmigrantes recién llegados.

Muchos investigadores han demostrado que los inmigrantes crean trabajos más que quitarlos; más aún, los inmigrantes son consumidores y sus compras hacen crecer de modo significativo nuestra economía. Alan Greenspan, el ex-director de la Reserva Federal, afirmó que el crecimiento fenomenal de los años 90 se debió primeramente a los inmigrantes, documentados e indocumentados.

Cuando miramos al inmigrante surge con toda potencia la pregunta que Dios mismo nos dirige: “¿Qué has hecho de tu hermano?” (Génesis 4,9), “La respuesta no hay que darla dentro de los límites impuestos por la ley, sino según el estilo de la solidaridad,” en palabras de Juan Pablo II (Mensaje para la Jornada Mundial del Emigrante 1995, n. 5). Además, “la Iglesia, como el buen Samaritano, siente el deber de estar al lado del clandestino y del refugiado; imagen contemporánea del viajero asaltado, golpeado y abandonado al borde del camino de Jericó” (Lucas 10, 30).

En esta Cuaresma sería interesante y enriquecedor que reflexionáramos sobre Mateo 25, 35 e Isaías 58. La Iglesia ha enseñado que: “En las caras que sufren los pobres, vemos la cara que sufre Cristo.”

Fotos gentileza No More Deaths/No Más Muertes, una organización que ayuda a personas en el desierto en la frontera entre Estados Unidos y México.

jueves, febrero 21, 2008

Ayunemos para ser más fuertes

por Rev. José Eugenio Hoyos
Arlington Catholic Herald
21 de febrero de 2008

Los cristianos en el mundo entero ya hemos comenzado un tiempo litúrgico importantísimo para nuestra vida espiritual. En la Iglesia Católica tenemos eventos que con mucha espera y atención celebramos en oración, penitencia y buenas obras como son la Navidad, la Cuaresma, las Pascuas, la Semana Santa, las fiestas patronales, días de los Santos y de difuntos.

Alegremente nuestra Iglesia es de acción y de celebración continua. Pero en este tiempo de Cuaresma hacemos una pausa en nuestras vidas y con mucha serenidad nos dirigimos a vivir intensamente los momentos cruciales de nuestra salvación, como son la pasión, muerte y resurrección del Señor. Desde el siglo IV se manifiesta la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia con la práctica de la obras positivas como la caridad, la oración, el perdón, y sobre todo la práctica del ayuno y de la abstinencia.

La ley del ayuno no es una ley represiva, ni contraria a nuestra libertad. Todo lo contrario, es un robustecimiento y fortalecimiento al espíritu. Es por eso que obliga a todas las personas mayores de edad desde los catorce años hasta los cincuenta y nueve años de edad.

Jesucristo les mandó a sus discípulos a que ayunaran una vez que el partiera (Lc 5,35). La ley general de la penitencia, por ello, es parte de la ley de Dios para el hombre. El ayuno es obligatorio para todos los católicos en el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. En cuanto la abstinencia prohíbe el uso de carnes, pero no el uso de huevos. Todos los viernes en Cuaresma son días de abstinencia.

La Iglesia inmigrante no es ajena a estas obligaciones espirituales, al contrario hay más conciencia y seriedad de que el ayuno nos hace más fuertes en un país extraño al nuestro donde nuestra fe juega un papel primordial de sobrevivencia y esperanza. Esta es una invitación para que a través del ayuno y de la abstinencia consigamos la unidad de los católicos en el exilio, saquemos tiempo a la meditación, ejercicios espirituales, a purificar e iluminar con vigilias y grupos de oración. Las familias Latinoamericanas, también es un llamado a comprometernos con el pobre, el marginado, el secuestrado, el enfermo, y el desplazado, que en conclusión pongamos nuestras ganancias en el banco de los países subdesarrollados y en la cuenta corriente de los más necesitados. Ha llegado el tiempo de quitar los clavos que todavía quedan en la Cruz para conseguir la salvación en Cristo.

lunes, febrero 18, 2008

Feligreses esperan la llegada de Pontífice

El Diario de Hoy
Domingo, 17 de Febrero de 2008

Las comunidades están a la expectativa de la visita del papa Benedicto XVI a Washington D.C.

El reverendo Eugenio Hoyos aseguró que a la fecha, las diferentes parroquias están preparándose para la venida, algunas hispanos se organizan para expone al Papa muestras de su cultura. Uno de los casos es la comunidad guatemalteca de la iglesia San Antonio, en Falls Church, Virginia, que diseñará una larga alfombra sobre la que pasará el Papamóvil ante de llegar al Estadio de los Nacionales.

"También hay gran expectativa de nuestra comunidad porque se espera una postura del Papa con el tema de inmigración y para escuchar su mensaje a los candidatos a la Presidencia (de EE.UU.) que en muchos temas no son afines a los principios de la iglesia", asegura el padre Hoyos, director del Apostolado Hispano de la Diócesis de Arlington.

Además el prelado asegura que los jóvenes son otro de los grupos que preparan las parroquias para esta visita del Sumo Pontífice donde se harán declaratorios en contra del aborto y en defensa de la vida.

Susan Gibbs afirmó que la misa en el Estadio de los Nacionales incluirá secciones en español, el idioma que habla la tercera parte de los feligreses que integran la Arquidiócesis de Washington que incluye todo el Distrito de Columbia y parte de Maryland.

A las prisas de los preparativos aún esperan la conclusión de la construcción del estadio que según la compañía encargada de la obra, estaría entregándolo a finales de marzo.

Los diseños sobre el templete papal y de la silla que usará el Pontífice en la misa ya han sido escogidos en concurso público. Esta semana comienzan las audiciones para encontrar al director del coro que acompañará la misa.

Después de dos días de intensas actividades en Washington, el papa se encaminará a Nueva York, donde disertará ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y al igual que en Washington oficiará una misa en el Estadio de los Yanquis, antes de partir hacia Roma la noche del 20 de abril.





Aceleran preparativos para la visita del Papa


Tomás Guevara
El Diario de Hoy
Domingo, 17 de Febrero de 2008

Después de algunas semanas de retraso en los preparativos para la visita del Papa Benedicto XVI a Washington D.C. y Nueva York, en abril próximo, los organizadores de la Arquidiócesis de la capital estadounidense han acelerado para salir avantes con la encomienda.

Esta semana comienza la repartición de las entradas –gratuitas- para la misa que oficiará el pontífice en el Estadio de los Nacionales en Washington D.C., la mañana del 17 de abril, en la única presentación pública en la capital nacional, donde se esperan que asistan unos 45 mil feligreses, según pronostican los organizadores.

Un porcentaje aún no estipulado ha sido entregado a las diócesis de Arlington y Baltimore, las que junto a la Arquidiócesis de Washington financian la primera visita del pontífice a suelo estadounidense y segunda al continente americano, según reveló el reverendo Eugenio Hoyos, director del Apostolado Hispano de la Diócesis de Arlington.

"Las entradas serán repartidas entre la comunidad cristiana, cada parroquia tendrá un número de tiquetes según su población, además están las entradas especiales para los sacerdotes y los obispos que son unos mil", detalla Hoyos.

Se espera a millares

Susan Gibbs, vocera de la Arquidiócesis de Washington, aseguró que el equipo organizador –que trabaja en paralelo con la Casa Blanca donde también asistirá a una reunión con el presidente George W. Bush- aceleran en esfuerzos para cumplir con el estrecho margen de tiempo que falta para la visita del Pontífice.

"Estamos haciendo muchas cosas con el poco tiempo que nos queda; lo más difícil ha sido como distribuir los boletos para la misa ante miles y miles de solicitantes que llaman de todo el país", aseguró Gibbs a los medios de comunicación.

El Papa permanecerá tres días en Washington D.C. arribará el 15 de abril y desde el 16 –día en que cumple 81 años- asistirá a una reunión y una recepción en la Casa Blanca, la cual ha dado apenas asomos sobre las extremas medidas de seguridad que impondrán ante la visita del Pontífice de la Iglesia Católica, con los mismos protocolos aprobados después de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

La Arquidiócesis de Washington no ha metido mano este tema. Susan Gibbs dijo que la prioridad para su equipo es avanzar en los preparativos para la misa papal, la reunión con los obispos en la iglesia de la Inmaculada Concepción, el día 16, y los actos ecuménicos a los que asistirá Benedicto XVI en su apretada agenda de tres días en Washington.