Por Rev. José Eugenio Hoyos.
Maravillosamente en la Encíclica del Papa Benedicto XVI: ”La Puerta de la Fe” en Romanos 10. 10 el Apóstol San Pablo nos dice: “con el corazón se cree y con la palabra se profesa” el corazón indica que el primer acto con el que se llega a la Fe es un don de Dios y acción de la gracia que actúa y transforma a la persona hasta en lo mas mínimo.
San Lucas enseña que el conocimiento de los contenidos que se han de Creer no es suficiente; si después el corazón, autentico sagrario de la persona no está abierto por la gracia que permite tener ojos para mirar en profundidad y comprender que lo que se ha anunciado es la palabra de Dios.
Profesar con la boca indica a su vez que la Fe implica un testimonio y un compromiso publico. El cristiano no puede pensar nunca que Creer es un hecho privado. La fe es decidirse a estar con el Señor para vivir con ÉL y es tener fuerzas para abrir las puertas para que también otros tengan la oportunidad de entrar y gozar de la Salvación Eterna.
“Con la boca se confiesa para la Salvación” no ha de haber confesión con la boca allí donde no hay Fe con el corazón.
Hace algunos días nos congregábamos cientos de personas para participar de una gran tarde de predicación y concierto para abrir de nuevo las puertas al gozo, a la Alabanza y a la Oración.
Hubo grandes Sanaciones con Jesús, Eucaristía, liberación con los mensajes de las Alabanzas y una maravillosa hora Santa que tocó todos los corazones de los allí presentes.
Por eso todos estos eventos abren las puertas donde la Fe se encontraba con las puertas cerradas. Hacer una profesión de la Fe, es ser una nube sin lluvia, un lecho de rio que es solo rocas y piedras y se ha quedado sin agua, es ser un actor sin talento ni gracia y bastante aburrido. Abrir las puertas a Cristo es sin lugar a dudas llenarse de gozo, aumentar la Fe y la Esperanza.
Querido amigo(a) abre las puertas a Cristo... Él esta tocando… déjalo entrar!