miércoles, marzo 19, 2014

Padre José Eugenio Hoyos pide a las Iglesias que sean promotoras y multiplicadoras de un SI por la vida.

Por Fidel Hurtado-Zapata.


El Padre José Eugenio Hoyos director del Apostolado Hispano de la Diócesis de Arlington en Virginia y asesor de la Renovación Católica Carismática y Predicador internacional Carismático sobre Sanación y Liberación. En cada misa de Sanación, en diferentes congresos Carismáticos o Eucaristías dominicales ha continuado con la campaña motivacional sobre la promoción al derecho a vivir.

Cada dos semanas varios niños(as)  recién nacidos son presentados ante la Iglesia y después de orar por los recién nacidos toda la comunidad hace la Oración por la vida y el perdón por aquellas personas que han abortado.

El Padre Hoyos en cada Homilía pide a los feligreses que utilicen las redes sociales  para concientizar al mundo sobre: “Di no al aborto, SI a la vida”. Un buen cristiano respeta la vida, una gran mujer no convierte sus ovarios en un cementerio.


Con la misma fuerza el Padre Hoyos continua diciendo en el espacio radial de Boletín Católico, Radio Guadalupe Network 1160 AM que se transmite todos los domingos de  11:30 a 1:00 pm: “No olvidemos apoyar a nuestras mujeres o futuras mamás para que sus vientres se conviertan en  tiernas cunas y no en un tormentoso cementerio lleno de cruces rosadas o azules.
No esperemos a que llegue enero para participar por la gran marcha por la vida, hay que luchar día a día para no perder más vidas inocentes, Dios nos ha dudado la gran oportunidad de vivir de la misma manera démoselas a otros agrego el Padre Hoyos.

Debemos darle fuerza a la cultura pro-vida pues estamos a favor de la protección de los no  nacidos, los discapacitados, los ancianos.
Hay que comprometernos más con el derecho de darle oportunidad a cada bebe que quiere nacer.


Para los católicos la libre acción de dejar nacer es un derecho solo de Dios. Debemos educar a las nuevas generaciones a comprometerse de no matar nunca incondicionalmente. Sea que la criatura venga deforme o saludable.

La luz de Cristo se enciende en los confesionarios

Por el Padre JOSÉ E. HOYOS | Para el Catholic Herald
 
 
 
Como gran regalo de la iglesia para todos los católicos del área metropolitana de Washington y en preparación de vivir una auténtica Cuaresma, los confesionarios dentro de nuestra Diócesis de Arlington prenderán sus luces cada miércoles desde las 6 hasta las 8 p.m.
Todos los sacerdotes, y en diferentes idiomas, estaremos escuchando confesiones para que cada penitente pueda disfrutar de un verdadero encuentro con Cristo en este maravilloso tiempo litúrgico.
Ya por varios años hemos escuchado grandes y positivos comentarios de miles de feligreses que aplauden este gran esfuerzo, pues consideran que son las mejores horas para realizar una buena confesión.
Es placentero disfrutar de esta Cuaresma pues no solo tienen la oportunidad de ir a confesar sus pecados, sino que en algunas parroquias hay reflexiones bíblicas, adoración del Santísimo Sacramento y tiempo agradable para meditar.
Igualmente Cristo hoy en día nos invita a una verdadera conversión, a un cambio no solo en 40 días sino el comienzo de una entrega total a Dios.
La verdadera conversión está en dejar atrás el hombre viejo y revestirnos del hombre nuevo. Se manifiesta en nuestra conducta las ganas de cambiar, en nuestro comportamiento con la familia y sobre todo el orar en comunidad.



Este es un tiempo maravilloso en el cual hay que empezar de nuevo en Cristo, siendo sostenido por una gracia particular del Espíritu Santo. Es por eso que el mensaje de Cuaresma está lleno de grandes oportunidades para aquellos que se quieran acercar más a la Iglesia.
Cristo con todo su amor y compasión nos pide hoy una mortificación más profunda que ojala sea ofrecida con gozo y no por obligación: La abstinencia y el ayuno que fortifican el espíritu, mortificando las carne y su sensualidad; elevando el alma a Dios, abatiendo la concupiscencia, dando así fuerzas para vencer y amortiguar las pasiones, y disponiendo el corazón para que no busque otra cosa distinta que no sea el agradar a Dios en todo.
El mismo Apóstol San Pablo nos dice: “Como colaboradores que somos de Dios, los exhortamos a no echar su gracia en saco roto. Porque el Señor dice: En el tiempo favorable te escuche y en el día de la salvación te socorrí; pues bien ahora es el tiempo favorable; ahora es el día de la salvación” (1 Cor. 6,2).
Vivamos estos tiempos de Cuaresma desocupando nuestra alma y nuestras vidas de todo lo negativo que no nos deja ver la verdadera luz de Cristo. Es tiempo de salir de las tinieblas y tener un encuentro especial con Jesús. ¿Cuándo fue la última vez que recibiste la penitencia y la Sagrada Eucaristía? ¡Te invito a que vengas a compartir con nosotros esta Cuaresma! ¡Cristo te está esperando!

martes, marzo 18, 2014

No Creía en las Misas de sanación y Cristo la convenció.

Por Fidel Hurtado-Zapata.




Hace pocos días se celebró la tan esperada Misa mensual de Sanación y liberación realizada en la parroquia de la sagrada Familia en Dale City, Virginia.
Miles de personas se congregaron una vez más para dar Fe sin importarles las bajas temperaturas y los avisos de tormenta de nieve que anunciaban en los medios de comunicación.

Personas de diferente parroquia y de estados cercanos se dieron cita para participar en esta misa por los enfermos y compartir con otras personas la Eucaristía, la alabanza y la adoración en este tiempo de cuaresma.
El celebrante principal fue el padre José Eugenio Hoyos asesor de la Renovación Católica Carismática de la Diócesis de Arlington, acompañado del padre Mateo Deforest  y los ministerios de Sanación, Intercesión y Liberación.

La Iglesia estaba completamente llena y sentía la fuerza del Espíritu Santo entre las plegarias y alabanzas de los asistentes.



El Padre Jose Eugenio Hoyos pidió a los asistentes que compartieran sus testimonios de Sanación y Liberación.
Hubo poderosos testimonios de sanación de ceguera, cáncer de ovarios y de senos, alergias, tumores y dolores de espalda. Pero uno de los testimonios que más llamo la atención fue el de una señora que había venido a varias Misas de Sanación. Pero no creía que con la imposición de manos la gente recibiera Sanación  y en su mente  decía que no creía que en las misas de sanación.

En esos días su madre se enfermó gravemente y fue llevada de emergencia al hospital los médicos le confirmaron que por su avanzada edad y su situación médica se prepararan para aceptar su partida, incluso uno de sus hermanos la llamo y le dijo: si quieres ver a mamá viva por última vez debes venir ahora!

Esta mujer todavía llena de dudas fue a orar ante el santísimo y dijo: “Señor si de verdad las misas de Sanación son reales Sana a mi madre que está agonizando. Regreso a su hogar y a los tres días su madre estaba de vuelta en su casa y para sorpresa de los médicos , familiares y amigos  se está recuperando rápidamente...
La mujer dijo: “Ahora estoy más convencida de que cada Misa de sanación es real, Dios está vivo” Perdón por mi falta de Fe y por no creer en cada Eucaristía