viernes, enero 29, 2016

Testimonio de Sanación en la Renovación Carismática

Por José Eugenio Hoyos


La Señora Ofelia Campos participó en una de las misas por los enfermos o Misa de Sanación que celebramos cada mes en diferentes parroquias de Nuestra Diócesis de Arlington en Virginia Estados Unidos.

Ella se acercó a uno de los ministerios de sanación que me acompañaban, venía muy triste y con sus ojos rojos e hinchados de tanto llorar le pregunte que le pedía a Dios, que quería que Dios le concediera. Ella nos dijo que los médicos le habían pedido que abortara pues los últimos exámenes médicos mostraban un bebe sin cerebro, donde no tenía manitas, solo aparecía en el vientre un tronco de carne y una masa. Oramos por ella, descanso en el espíritu en ese momento y regreso a su hogar.



Al pasar el tiempo ella decidió no abortar, tuvo fe y acepto darle vida aunque fuera a ese pedazo de masa humana que le decían los médicos. Para sorpresa de todos en otra misa de sanación dio un testimonio que me sorprendió a mí como Sacerdote y a los asistentes cuando dijo: Yo vine aquí destrozada porque en mi embarazo los médicos veían una masa y Dios vio en mi vientre un niño sano.

Tiene cerebro, tiene manos y tiene piernas, está completamente sano ese es mi Cristo de Hoy. Y mi bebe que supuestamente estaba muerto ahora lo presento con vida y le doy gracias y gloria a Dios.


Así como Ofelia, Ana o cualquier mujer que confía en Dios cosas sorprendentes sucederán.

Quiero decirte que no importa qué situación te esté robando la paz o la sonrisa de tu rostro, lo que si realmente importa es la confianza y la fe que puedas demostrar para recibir lo que tanto esperas. El Sacerdote Eli le dijo a Ana: “Vete tranquila y que el Dios de Israel te conceda lo que has pedido.”

Hoy debes orar con convicción, aunque sientas que se te revienta tu vida, que se revienta tu salud, que se revienta tu matrimonio, que se revienta tu economía, que se te revienta todo.

jueves, enero 28, 2016

Dios es Capaz de Sanarte y Transformarte

Por José Eugenio Hoyos


Dios si lo puede hacer. Todo es posible para Dios Lo que para el hombre o para la ciencia es imposible para Dios es posible: Amen!!! Gloria a Dios Aleluya!!!

Las cosas de este mundo pasan: Mateo 24 35 nos dice: Cielo y tierra pasaran más tu palabra no pasara!!!

Nuestro Señor Jesucristo enseño que todas las cosas están sujetas a corrupción por la polilla y el moho.

El paso del tiempo trae el cambio constante entre el día y la noche, entre una estación y otra.


Las ciudades hermosas caen en ruina, los edificios y puentes envejecen también. Cambio y decadencia es todo lo que nuestros ojos contemplan. Pero de en medio de las ruinas causadas por el pasar del tiempo se alza una espectacular y maravillosa figura, Jesucristo el mismo ayer, hoy y siempre.

Las sagradas escrituras nos hablan de la presencia poderosa de Jesús en el pasado, seguimos hablando de la presencia sanadora y liberadora de Jesús en el presente y multitudes seguirán hablando de Jesús de sus milagros y sanaciones para siempre. Se seguirá hablando del Cristo de ayer, se seguirá hablando del Cristo de hoy y se seguirá hablando de Cristo siempre. Amen. Aleluya!!! Nadie nos callara, como no hablar de Jesús si el esta aquí entre nosotros. Aleluya!!! Se hablara de la que El hizo ayer, se hablara de Cristo por lo que está haciendo maravillas entre nosotros y testimoniarnos siempre por lo que hará!!!

Si amamos a Dios de todo corazón tendremos la promesa de parte de él, que nos escuchara cuando le pidamos y estará con nosotros cuando más lo necesitemos.

En realidad el único que nos puede sanar cuando ya los médicos y la medicina no pueden hacer nada es Jesús. Él es capaz de realizar lo imposible en tu vida solo hay que creerle a Él y con fe aplicar a nuestra vidas día a día la crestomicina medicinal.

miércoles, enero 27, 2016

La Misericordia de Cristo Sana y Libera

Por José Eugenio Hoyos




Es impresionante poder constatar en cada congreso, evento Católico a nivel internacional la necesidad que tienen las personas en el mundo actual sobre la misericordia de Cristo Jesús.

Hay mucho dolor, nuevas enfermedades nuevas epidemias. El cáncer continúa siendo la prioridad de las investigaciones científicas pues es la causa de la mayor mortandad en los seres humanos.

Ahora en varios países de Sur y Centro América la preocupación por los estragos que están causando el chikungunya y el zika han sido fatales para la salud de la población.

Existen demasiados sufrimientos en nuestra sociedad actual pero la mayoría de nuestra gente reconoce que la medicina efectiva y la única solución tiene nombre: “Jesús”


Un Cristiano no puede ignorar que la misericordia de Cristo no es consecuencia exclusiva de la Resurrección sino del corazón mismo del propio Dios, porque en su vida pública y en su predicación ha hecho visible esa misericordia del Padre, por eso sigue saliendo al encuentro personal de los que tienen necesidad de liberación, salvación y sanación y les dice: “No tienen necesidad de medico los sano, sino a pecadores.” (Marcos 2, 17)

La misericordia es fruto de la bondad y de la compasión del corazón de Cristo.

Cristo seguirá acercándose a nosotros, porque nos conoce y le importamos.

“Por eso tuvo que hacerse semejante en todo a sus hermanos, y llego a ser el sumo sacerdote lleno de comprensión, pero también fiel en el servicio de Dios, que les consigue el perdón. El Mismo ha sido probado por medio del sufrimiento, por eso es capaz de ayudar a aquellos que son puestos a prueba.” (Hebreos 2, 17-18)

El amor y la misericordia de Cristo es lo que le mueve se salir al encuentro para sanar, restaurar y salvar. Podemos decir con toda seguridad que la misericordia de Dios es la medicina más efectiva.