El Profeta Jeremías 13:12 nos dice: “¿No es mi palabra como fuego declara el Señor y como martillo que despedaza la roca?”. Pues estas sienten palabras de Cristo brotaron de su propio corazón para cincelar y moldear el nuestro desgarrado y torturado por el pecado, estas 7 palabras vienen a iluminar nuestra vida, a sanar y aliviar nuestras enfermedades, dolencias, amarguras y odios. Vienen a comunicarnos fuerza, ánimo y esperanza.
1- “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lucas 23, 34). ¿Qué clase de reo es ese? Que perdona a quienes lo escupen y se burlan de él. Ahí está tu Dios, perdonando. No temas. Este es tu Dios.
2- “En verdad, te digo que hoy mismo estarás conmigo con alguien, haz como el buen ladrón: ¡comparte con Cristo!
3- “Jesús al ver a la Madre, y junto a ella al discípulo que más quería dijo a la Madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo: Después dijo al discípulo: ahí tienes a tu Madre”. Este es el gran ejemplo del amor filiar, porque no hay más que dos inocente en el mundo: Jesús y Maria.
4- “Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?” (Mateo 37-46). Cristo es la luz del mundo pero en ese instante sintió en su corazón unas tinieblas totales de abandono.
5- Tengo sed (Juan 19, 28). La boca de Jesús como dice la escritura era como una teja seca, lo cual se tenía que cumplir en Él. Él debía decir también: “tengo sed”. Pero una sed de nosotros.
6- “Todo está cumplido” (Juan 19, 30). Hoy en nuestra Iglesia debemos cumplir con nuestros hermanos, la tarea de evangelizar no podemos quedarnos dormidos sin cumplir la ley de Dios.
7- “Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu” (Lucas 23,46). Cristo no murió por motivos políticos, lo hizo por amor. Él nos enseña que cada uno de nosotros somos también templos de Dios.
La Vida del cristiano es cruz, un camino estrecho, pero como Cristo resucito, tú también resucitaras. Animo!