Por Rev. Jose Eugenio Hoyos.
Que importante es tocar, hablar y reflexionar sobre la Fe
cuando todos los católicos del mundo estamos celebrando el año internacional de
la Fe.
En la carta a los Hebreos Capitulo versos 1 y siguientes se
nos dice: “la Fe es aferrarse a lo que se espera, es la certeza de cosas que no
se pueden ver.
Esto mismo es lo que recordamos en nuestros antepasados.
Por la Fe creemos en las etapas de la creación, fueron dispuestas
por la palabra de Dios y entendemos que el mundo visible tiene su origen en lo
que no aparece.
Por la Fe Abel, su sacrificio fue mejor que el de su hermano Caín.
Por eso fue considerado justo; como Dios lo dio a entender aprobando sus
ofrendas. Y aun después de muerto, por su Fe sigue clamando.
Por su Fe, también Henoc, fue trasladado al cielo en vez de
morir y los hombres no volvieron a verlo, porque Dios se lo había llevado. Antes
que fuera arrebatado al cielo, se nos dice que había agradado a Dios. Pero sin
Fe es imposible agradarle, pues nadie se acerca a Dios si antes no cree que
existe y que recompensa a los que lo buscan” (Palabra de Dios).
“De verdad sin Fe es imposible agradar a Dios”. Esta es la respuesta
para todos los católicos y cristianos de todo el mundo que andan buscando respuestas y soluciones en
el vacío.
Faltos de Fe y sin conocimiento de Cristo nuestro señor; la
Fe es la clave para mi salvación, para mi paz, para el amor y para encontrar
definitivamente la Sanación a cualquier enfermedad.
Pero vamos a hablar no de una Fe cualquiera sino de una
fuerte y poderosa, Fe puesta en Cristo Jesús. El autor y dador de la Fe; por
eso al comienzo de este capítulo en la carta de los Hebreos en el verso 1 nos
define la Fe: como la fe es la certeza de las cosas que no se pueden ver es
aferrarse a lo que se espera: Yo te pregunto ¿querido hermano (a) en este
momento usted a que se está aferrando o agarrando? A sus hijos, a su esposo (a)
que le ama a gotitas, al trabajo o a Dios.