Por José
Eugenio Hoyos
La mujer en
las Sagradas Escrituras han sido un gran ejemplo de nuestra f de la fortaleza y
de la perseverancia en la oración.
De la misma
manera la mujer en la Renovación Carismática sobre todo la mama Carismática es
la que ha hecho posible de que todos los Grupos de Oración crezcan y produzcan frutos.
La RCC a
nivel mundial y al celebrarse el Jubileo de oro en sus 50 años de existencia
tiene mucho que agradecer por la multitud de bendiciones que la madre Carismática
ha traído a esta gran corriente de gracia gran regalo de Dios y del Espíritu Santo.
Nuestra madre Carismática es la más fiel imagen del rostro misericordioso de
Dios, porque lo que más se parece a Dios es una mama.
La Virgen María
es el mejor ejemplo de la mama Carismática gracias a las oraciones y a la
espera de la Virgen tuvimos el cumplimiento de la Promesa de Pentecostés cuando
Jesús nos envió al paráclito al Espíritu Santo para que se realizara el gran
derramamiento de lenguas de fuego, de dones y carismas.
La mejor oración
a favor de tu madre es tu amor, tu respeto, tu cariño y cuidado mientras ella
respira, pues precisamente ese ha sido su accionar maternal de cara a ti.
La mujer Carismática
es aquella que con paciencia en adoración, alabanza y oración lleva a sus hijos
a los pies de Jesús.