LAS TRES ESTRELLAS QUE ENCIENDEN EL CIELO Y LA TIERRA.
Por José E. Hoyos.
Después de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo se abren nuevos cielos y se ilumina el mundo de la Fe para todos los Cristianos con este evento maravilloso y gran regalo Espiritual para todos los Creyentes.
La noche después de la Resurrección brillarón con más intensidad todas las estrellas en el firmamento pero tres estrellas quedaron prendidas día y noche, ellas se hicieron muy famosas en los corazones de todas las personas: Fe, Esperanza y Caridad.
Ellas tres decidierón no apagarse para recordarle a toda la humanidad cuan inmenso es el amor de Dios; ellas conforman un trípode fuerte que soporta el universo, el cual tiene su punto culminante en el Amor-Caridad, como dice San Pablo: “ahora subsisten la Fe, la Esperanza y la Caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la Caridad” (1 Cor 13,13).
El Amor (Caridad) es sin lugar a duda la palabra mas dulce y atractiva de todas las mas usadas en el mundo, la que de verdad penetra las fibras mas sensibles del Ser humano, la que corre con mayor empeño y calor entre las venas del Espíritu Santo, la que motoriza los cambios mas visibles y profundos del Alma, la que conduce a los héroes del mundo Cristiano y no Cristiano al martirio de la entrega diaria de la vida en favor de los enfermos, de los despreciados, de los inmigrantes de los ancianos, de los niños, de los carentes de hogar y de ternura.
La mejor definición de Dios: Dios es Amor (Juan 4,8)
La fuerza más poderosa del mundo: el Amor.
¿La cosa más bella de todas? El Amor como nos dijera La Madre Teresa de Calcuta: el Amor autentico es el Amor Cristiano, el que Cristo instauró y a su vez testimonió con la entrega y el sacrificio de su propia vida en la Cruz del Golgota, y que lleva consigo características particulares.
El Amor Cristiano tu ideal a alcanzar es: un Amor universal, sin límites, sin medidas que no entiende razas, culturas o creencias.
Un Amor abierto generoso y desprendido; en el que puedes incluir amigos y enemigos.
Un Amor inteligente y creativo que constituye y transforma el mundo. Un Amor que impulsa a sembrar el mismo amor que Jesús de Nazareth trajó a la tierra y ahora nos deja como herencia tres resplandecientes estrellas: Esperanza, Fe y Caridad.