Es emocionante cuando en una Misa de Sanación, en una adoración
Eucarística o en un retiro Carismático
vemos personas que con gran fortaleza se paran en medio de los asistentes y dan
testimonios poderosos de Sanación o Liberación hechos por Cristo Jesús.
Llevamos más de 25 años en Misas de Sanación y nuestros ministerios no se cansan de
continuar la obra de nuestro Señor Jesucristo, pues las multitudes son los verdaderos
testigos de que Cristo está vivo. Y seguirán
ocurriendo cada día más Sanaciones, curaciones, conversiones, Milagros y
liberaciones con el fin de que el medico divino Cristo Jesús sea honrado y glorificado.
Es maravilloso y nos anima en nuestra Fe, cuando con nuestros
propios ojos vemos y palpamos el poder de Cristo; trabajando con amor y pasión sobre
cada enfermo.
“Por eso les digo” todo lo que pidan en Oración crean que ya
lo han recibido y lo tendrán” (Mc 11:24) tenemos que demandar la victoria hoy, al mantenernos como seguidores fieles y obedientes
a Jesús; estamos ganando la batalla al enemigo con nuestra perseverancia en la Oración
y en el gozo de la Alabanza.
Cada vez que oramos por una persona enferma o en estado grave
e invocamos las llagas y la sangre de Cristo experimentamos una pronta recuperación
“antes, en todas las cosas somos más que vencedores
por medio de aquel que nos amó (Rom 8:37).
Recuerda que tu no solo eres vencedor sino del grupo de los ganadores en Cristo Jesús.