Por José
Eugenio Hoyos
Como sacerdote colombiano me he sentido satisfecho y muy
emocionado por la visita de Su Santidad el Papa Francisco a territorio
Colombiano.
En esta importante visita pastoral, el Papa Francisco tuvo la
oportunidad de visitar las ciudades de Bogotá, Medellín, Villavicencio y
Cartagena.
Después de los acuerdos de Paz firmados por la guerrilla de
las FARC y el gobierno de Colombia, todo un pueblo esperaba en oración con
esperanza y fe la llegada del Papa Francisco para que sellara los sueños de los
colombianos de conseguir por fin la tan buscada paz y tranquilidad.
Para nuestras familias colombianas esta visita de este
importante mensajero y misionero de Cristo sobre la tierra era la mas esperada
de todas.
El lema de esta visita papal era: “Dar el primer paso” y sus
mensajes en cada ciudad colombiana tuvieron fuerza en la reconciliación, el
perdón y la aceptación de uno para con el otro.
Mas de 1,300,000 personas se reunieron en el parque Bolívar
de Bogotá y a pesar de la fuerte lluvia desde tempranas horas la gente espero
para participar de la Eucaristía y escuchar el mensaje del Santo Padre.
El siguiente día después de visitar el Palacio de Nariño y
dar un mensaje a los representantes del gobierno donde pidió ser mas sensibles
con las personas mas necesitadas, y mas pobres del país. Se traslado hacia la
plaza principal de Bogotá y hablo desde el balcón de la Catedral primada a mas
de 25,000 jóvenes que gritaban: “¡¡¡Que viva el Papa Francisco!!! ¡¡¡Te
queremos Francisco te queremos!!!” Y les dijo: “Muchos de ustedes, jóvenes, habrán
descubierto este Jesús vivo en sus comunidades; comunidades de un fervor
apostólico contagioso, que entusiasman y suscitan atracción. Donde hay vida,
fervor, ganas de llevar a Cristo a los demás, surgen vocaciones genuinas; la
vida fraterna y fervorosa de la comunidad es la que despierta el deseo de
consagrarse enteramente a Dios y a la evangelización”.
La buena noticia es que Él esta dispuesto a limpiarnos, la
buena noticia es que todavía no estamos terminados, estamos en proceso de fabricación,
que como buenos discípulos estamos en camino. Permanecemos en Jesús, tocando la
humanidad de Jesús. Somos hombres y mujeres reconciliados, y llamados a reconciliar.
En Cartagena, el Papa aseguro que son “los pobres y los humildes los que
contemplan la presencia de Dios, a quienes se revela el misterio del amor de
Dios con mayor nitidez”. Además, pidió defender la dignidad de la persona y los
derechos humanos.
Ahora comienza una nueva época de paz y reconciliación para
Colombia. “¡Que viva el Papa Francisco!”