viernes, agosto 30, 2013

En la Renovación Carismática vendrá la victoria.


Por Rev. José Eugenio Hoyos.


Cada vez más estamos viendo como cientos y cientos de personas siguen formando parte de los grupos de Oración, los grupos Bíblicos en el camino hacia la conversión dentro de la Iglesia Católica.
La victoria de Cristo vendrá sobre la Iglesia, los grupos de Oración, las familias y sobre nuestras propias vidas cuando tenemos conciencia de ganarle el juego al enemigo por medio de la unidad entre hermanos; al dejarnos guiar por el Espíritu Santo en la Oración, la alabanza, la Adoración, el Ayuno y la Penitencia.

Necesitamos “sembrar con buenas obras por el Espíritu” y esto requiere una disciplina espiritual y corporal que nos haga fuertes para contrarrestar el secularismo que se nos viene encima.
Para prepararnos a recibir la victoria y la promesa de Cristo debemos formarnos, prepáranos para cualquier circunstancia que se nos presente en la vida.

Debemos vibrar en el amor y hacer todo por Cristo con ÉL y en ÉL. Es ir mas allá de lo aparente y conectarte en lo esencial; estar alerta y despierto.
Espiritualidad es estar sometido a la fuerza del Espíritu Santo y que con nuestras acciones se note el cambio. Desde los comienzos de la Iglesia, los primeros cristianos fueron ungidos por el Espíritu Santo para llegar a ser testigos de la resurrección de Cristo y de su victoria sobre la muerte.

Cristo desea que como personas nacidas de nuevo en el Espíritu Santo caminemos y animemos a otros a tener esta experiencia de nacer de nuevo. Sin miedo, cantando, adorando, expresando nuestros carismas y dones.
Que subamos al escenario y vamos a las plazas a predicar  un cielo nuevo y una Iglesia renovada que nos inyecte la pasión de amar a Cristo y a nuestros hermanos.

jueves, agosto 29, 2013

Invoquemos al Espíritu Santo en cada momento.

Por Rev. José Eugenio Hoyos.


Al participar en todo evento Carismático me doy cuenta la urgencia de buscar a Dios a todo  momento el nombre de Dios y de darle fuerza al Espíritu SANTO. “¿No saben ustedes que son templo de Dios y que el Espíritu Santo de Dios habita en ustedes?” (1 Corintios 3,16).
Cada Bautizado en Cristo Jesús y ungido con el Espíritu Santo, esta llamado constantemente a Evangelizar, a llevar paz, alegría y esperanza a los enfermos y moribundos a invitar a otros a liberarse de las cadenas que los oprimen y a llevar la palabra hasta los confines de la tierra.

En cada evento carismático hay mucho que aprender de los participantes: su entrega, su devoción, su Fe, su alegría y las largas horas que soportan al escuchar a los Predicadores o a los ministerios de Alabanza.
En muchos casos, el ser buen Carismático debe tener el ingrediente de desprendimiento, bondad, paz, amor y caridad con todos; el Carismático es un servidor a semejanza de Cristo: “entre ustedes no será así, al contrario el que aspire a ser más que los demás se hará servidor de ustedes. Y el que quiera ser el primero, debe hacerse esclavo de los demás” (Mateo 20, 26,27).

Como Predicador por ejemplo que tuve en el Congreso Carismático Nacional de Cali ENIAA 2013 me di cuenta que el poder comunitario de Alabanza, adoración y Oración que el pueblo da, uno recibe una gran fuerza Espiritual que lo compromete a dar más; a Predicar con entusiasmo y a vivir y recibir mutuamente una Renovación de carismas y dones comprobamos una vez más que la predicación de la palabra, la O ración comunitaria y la alabanza son fuentes Sanadoras y liberadoras que inyectan alegría al cuerpo y al alma.
San Pablo nos exhorta a que en todo momento nos llenemos del Espíritu Santo: “júntense para rezar salmos, himnos y cantico espirituales….” (Efesios 5,19).

Hablando entre vosotros…con himnos es proclamar el desarrollo de la victoria de Cristo en la cruz y en la resurrección.

lunes, agosto 26, 2013

Congreso internacional de adoracion y Fe en Cali, Colombia

Por Fidel Hurtado-Zapata.



Este fin de semana con motivo de seguir celebrando el año de la Fe, la Arquidiócesis de Cali, Colombia celebró el congreso internacional de Alabanza y Adoración “ENIAA 2013” en el velódromo municipal de dicha ciudad.
Uno de los predicadores principales a este evento fue el Padre José Eugenio Hoyos Director del Apostolado Hispano de la Diócesis de Arlington.

Aproximadamente cerca de 20.000 personas se dieron cita a esta convocatoria de Fe Arquidiocesana.
La ciudad de Cali abrió sus puertas en este tiempo de gracia y bendición que Cristo nos regala para avivar nuestra experiencia de Fe, vivir con alegría el Evangelio y defender la Doctrina de la Iglesia Católica.

El Papa Francisco en su primera Encíclica: “Lumen Fidei” nos enseña: “La Fe no es algo privado, una concepción individualista, una opción subjetiva, sino que nace de la escucha y está destinada a pronunciarse y a convertirse en anuncio. La palabra de Cristo una vez escuchada y por su propio dinamismo en el cristiano se transforma en respuesta y se convierte en palabra pronunciada, en confesión de Fe. Quien ha sido transformado de este modo adquiere una nueva forma de ver la Fe, se convierte en luz para sus ojos”.

 “Solo sirviendo nuestro Catolicismo autentico y de participación en la perseverancia de la Oración, el Espíritu Santo nos dará las fuerzas y las herramientas para ser auténticos evangelizadores en esta sociedad moderna”

¿Cómo creerán en aquel de quien no han oído hablar? ¿Cómo oirán hablar de él sin  nadie que anuncie? Romanos 10-14. Cuando Oramos y alabamos con sinceridad a Dios, el mismo nos lleva a reconocer su grandeza y a reconocer por tanto nuestra pequeñez y nuestra necesidad de ÉL, ante la cual Dios en su infinita Misericordia se abaja y se desborda en Bendiciones” agrego el Padre Hoyos.

En el Antiguo Testamento nos muestra como el pueblo de Israel peregrinaba desde diferentes poblados, comunidades y ciudades hacia Jerusalén; para Alabar y Bendecir el nombre de Dios, así mismo nosotros desde diferentes partes del mundo debemos sin miedo proclamar a un Cristo Resucitado. El mismo Papa Francisco pide a los Obispos y Sacerdotes que salgan a las plazas y a todos los lugares a Predicar la palabra de Dios y animar al pueblo de Dios a tener un encuentro personal con Cristo.