A todos los seres humanos nos encanta tener devociones, hobbies, gustos, o nos hemos destacado por coleccionar algo. Por ejemplo, desde mi niñez de todos mis 12 hermanos unos coleccionaban estampillas, monedas, billetes, fotografías de deportistas famosos, pequeños automóviles, aviones, sellos, etc. Igual que mis hermanas coleccionaban poemas, muñecas, botones, discos, CDs de música clásica, mariposas entre otros.
Desde hace más de 20 años mi hobby ha sido coleccionar nacimientos de todo el mundo. Pues me traen muchos recuerdos de mi niñez, cuando al llegar las Navidades mis padres para mantenernos ocupados y revivir el sentido de la Navidad entre todos construíamos en nuestra casa un gran pesebre con agua, peces vivos y plantas ornamentales. Los hombres nos encargábamos de construir la gran casa del niño Dios, los pueblitos y la mano de obra mas pesada mientras que las mujeres se encargaban de pintar el cielo y las montañas y del resto de la decoración.
Es por eso que a cada país que visito trato de buscar y comprar un nacimiento que represente la cultura y la tradición de aquel país. En al actualidad tengo en mi colección aproximadamente 750 nacimientos unos de tamaños bien grandes y otros que son miniatura que increíblemente hay que utilizar una lupa para ver todos los detalles. Los más destacados son los de Rusia, Alemania, Italia, Portugal, España, Colombia, Bolivia, Perú, El Salvador, Rumania, Grecia, Canadá, Polonia, Suecia, Inglaterra, algunos países africanos y de toda Latinoamérica. Estos últimos se destacan por su colorido Navideño; es fenomenal y hermoso.
Desde luego que una gran cantidad de pesebres han sido donados por amigos que conocen mi colección y por aquellos que cada año visitan la exhibición que realizamos en las oficinas de la Diócesis de Arlington. El mensaje que trato de dar con esta colección al público es que no dejemos perder las tradiciones Navideñas, rescatemos los nacimientos pues ellos son la expresión de nuestra fe y nos recuerdan el nacimiento del Salvador.