miércoles, diciembre 10, 2008

MAPAVI: Una Luz de Esperanza en Esta Navidad

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Cientos de niños desplazados por la violencia en Cali, Colombia recibieron por adelantado el aguinaldo Navideño. Este aguinaldo tan esperado por estos niños huerfanitos consistía en mochilas y útiles escolares.

Fueron repartidos con gran fiesta y alegría por la junta directiva de Marcelino Pan y Vino, Inc. MAPAVI con sede en Cali, Colombia y dirigida por la presidenta y representante de MAPAVI en Cali, la Doctora Luz Helena Restrepo. Los niños beneficiados cada año son seleccionados por las hermanas de San Vicente de Paúl que por muchos años realizan una obra admirable de caridad entre los más pobres y desposeídos en el mundo.




Varias cartas de niños y jovencitos que han sido abusados por sus padrastros, tíos o vecinos honestamente me sacaron muchas lagrimas. Da dolor cuando nos damos cuenta de que personas sin temor a Dios y de una forma salvaje abusan de estos menores, en realidad es un crimen que no se puede tolerar más en nuestra sociedad y que causa grandes heridas y traumatismos en estos menores. En el momento de leer sus cartas de agradecimiento me hubiera gustado haber tenido suficiente dinero para ayudarles más y poder calmar su dolor, su tristeza y el abandono de muchos de ellos por sus padres.



En estos momentos es cuando nos damos cuenta de la importancia y de las bendiciones de contar con tantos benefactores y personas generosas que apoyan nuestras obras de caridad con las más pobres. Cuantos niños(as) se acuestan en nuestros países con los estómagos vacíos y lagrimas en sus ojos sin ninguna esperanza. Para continuar llevando una sonrisa a un niño y a un anciano necesitado, el 28 de Diciembre el día en que celebramos la fiesta de los Santos Inocentes también llevaremos ayuda a los niños y ancianos de el departamento del Cesar en la Costa Atlántica de Colombia. Desde ya agradecemos la ayuda económica para ayudar a 350 niños y 100 abuelitos. Todavía recibimos colaboraciones y oraciones. Hoy por ti, mañana por mi!


1 comentario:

Anónimo dijo...

Como católicos estamos supuestos a rechazar la pena de muerte, pero para el que abusa de un menor o un anciano, con gusto apretaria el botón yo mismo, con perdón pero asi pienso. Debe de ser duro ser sacerdote y tener que escuchar estas historias, verse moralmente obligado a amar a criminals asi y hasta en ocasiones tener que ofrecer el perdón en confesión a esta gente, aún asi creo que cuando salen del confesionario después de obtener el perdón en nombre de Dios, el fruto de sus actos perversos, les regresara a ellos de alguna manera.