viernes, enero 30, 2015

Carismáticos dando Amen y Gloria a Dios.

Por Rev. José Eugenio Hoyos.


El júbilo de los Católicos y la alegría de pertenecer al movimiento de la renovación Católica Carismática se siente con fuerza en cada Misa de Sanación, en las predicaciones de los laicos y Sacerdotes Carismáticos, en los diferentes eventos y congresos del Espíritu Santo al escuchar las multitudes decir con entusiasmo: “Gloria a Dios”,  “Aleluya”,” Amen”.
Anteriormente no se nos permitía en nuestras Iglesias ni aplaudir, ni decir Amen, ni Aleluyas pues era una de las características de los grupos protestantes; pero en algunas Iglesias han cambiado el gloria a Dios es para dar el primer lugar, el sitio de honor al Santo de los Santos y rey de reyes: Cristo.


El Amen significa: así sea, creo en tu palabra señor.
El Aleluya: Para declarar que Cristo está vivo y ha resucitado dentro de su pueblo.

El decir Amen, Gloria a Dios o Aleluya; no es que te hayas cambiado de creencia o de Religión todo lo contrario eso significa que eres un Católico que cree en el poder Sanador y liberador de las Sagradas Escrituras y que eres movido por el poder del Espíritu Santo.
Damos gloria a Dios, en la medida en que nos enriquecemos, nos mejoramos, nos convertimos, cambiamos, nos renovamos y sobre todo nos acercamos más a Dios y nos llenamos totalmente de Él.

El buen hombre glorifica a Dios. Dar gloria a Dios no exige fastidiarse, exige enriquecerse  llenarse.
Recuerda hermano que la Gloria y El Amen de Dios corren parejos.

jueves, enero 29, 2015

La Oración y la Alabanza alimentos del Alma.

Por Rev. José Eugenio Hoyos.


Cada Oración que se hace con Fe y con sentimientos profundos se convierte en poderosas herramientas para alimentar el Alma y fortalecer el Espíritu.
La Oración y la Alabanza son encuentros y comunicaciones intimas con Dios, la Oración es el dialogo personal más amoroso donde casa uno de nosotros  le damos nuestra pobreza y Dios nos devuelve a cambio una gran riqueza sanadora y liberadora,

“La Oración es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre” es la elevación de del Alma a Dios o la petición de Dios de bienes convenientes” (Cfr. Cic 2560-2559).


Oramos para fortalecer nuestra relación con Dios para apaciguar nuestras penas, dolores y sufrimientos reprimidos y que nos pasan en nuestro diario vivir, son suplicas llenas de abandono sabiendo que tenemos un Dios de consuelo.
Cristo Jesús no solo quiere que lo conozcamos racionalmente, sino que lo experimentemos, que lo gocemos, disfrutemos y vivamos cada Oración.

Por eso es tan importante cuando en grupo, sea en una Misa de Sanación dentro de una predicación que todo el pueblo comienza a Orar; es en ese momento en que Dios comienza a responder a su pueblo enviándole Sanaciones, liberaciones y una infinidad de milagros a un pueblo que se mantiene perseverante en la Oración y en la Alabanza.

Cristo vive y es el momento de un despertar Espiritual, ven a nuestra próxima Misa de Sanación Mañana 8 Pm en la Iglesia del Buen pastor en Alexandria será una noche llena de Bendiciones para un pueblo que Alaba y glorifica al médico divino; ven y gózate con nosotros este encuentro personal con Él.

miércoles, enero 28, 2015

Cristo tiene poder para Sanar la depresión.

Por Rev. José Eugenio Hoyos.


No hay duda que Cristo con su poder dado por Dios esta sanando cualquier tipo de enfermedad tanto del cuerpo como del alma.
Lo estamos viendo en todas partes del mundo y a todo el momento. En las Misas de Sanación en vigilias, en eventos Carismáticos estamos viendo que la mayoría de enfermos por los que estamos orando no solo pacientes de cáncer sino personas con depresiones severas o que están sufriendo de estrés o ansiedad.

A la depresión o a la ansiedad hay que ponerles mucha atención pues ellas arrastran y traen más enfermedades y con consecuencias terribles.
Lógico que la mejor medicina para un paciente con síntomas de depresión es acercarlo a Cristo a través de la Oración y la alabanza.


La lectura frecuente de las Sagradas Escrituras es un  poderoso puente sanador y liberador de la mente y conectan efectivamente la mente con el Espíritu; no podemos olvidar que las preocupaciones y el alejamiento de las personas de Dios debilitan el alma y enferman el Espíritu.

La depresión y la ansiedad pueden afectar a todos sin importar la edad, condición económica, raza etc.
Si usted siente pereza o desgano en todo momento, sueño permanente, se siente pesado, no quiere bañarse ni arreglarse, no siente entusiasmo para nada, un temor o miedo constante, deseo de estar solo en todo momento y la vida la ve sin sentido; usted está en depresión y la ansiedad está acabando con su vida.

Le aconsejo busque inmediatamente un grupo de oración, vaya ante el Santísimo y Ore cada día por más de media hora, salga a caminar, vaya al gimnasio, escuche canciones y alabanzas cristianas Católicas y respire invocando el nombre del Espíritu Santo y cúbrase cada día al levantarse con la sangre y las llagas de Cristo. Que con Cristo hay sanación inmediata de depresión.

lunes, enero 26, 2015

Tiempo de rechazar lo mundano y llenarnos de la luz de Cristo.

Por Rev. José Eugenio Hoyos.

 
Es muy gratificante al escuchar los poderosos testimonios de miles y miles de personas que antes estaban alejadas de Dios, de la Iglesia, de los Sacramentos y le habían dado más importancia las cosas pasajeras de este mundo y ahora siguen a Dios.
Muchas otras personas han tenido un encuentro maravilloso con Dios al dejar para siempre el alcohol, el cigarrillo, el mal genio, la apatía u otro tipo de vicios.

Antes muchos pensaban que la verdadera alegría y felicidad se encontraba en las fiestas, las borracheras o la adicción al sexo y ahora han dado una vuelta a su vida y se dieron cuenta que esa verdadera felicidad se encontraba en la Iglesia, en la Oración, en una hora Santa, en un grupo de Oración Carismático o en una Alabanza.

Por ejemplo San Pablo expresó los sentimientos de muchos. Las personas solo encontraran un cambio acercándose a la luz que da solo Cristo.



“De hecho no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero” (Romanos 7:19) San Pablo estaba hablando como hombre que era antes de encontrarse con Cristo camino a Damasco (Hechos 9) después de este encuentro con el señor, San Pablo prosiguió a escribir la mayor parte del Nuevo testamento.

En la reconstrucción de nuestras vidas Dios es el carpintero para que el edificio de nuestro cuerpo siga firme y en pie si nos sometemos a sus herramientas de construcción para moldear nuestra vida. Nuestra vida reflejará su diseño: “Si el señor no construye la casa en vano trabajaran los albañiles; si el Señor no protege la ciudad, en vano vigila el centinela” (Salmo 127-1)