viernes, abril 29, 2011

La Resurrección de Cristo: Signo de esperanza

Por el Rev. José Eugenio Hoyos




Con la Resurrección de Cristo los católicos en el mundo entero nos llenamos de gozo, de esperanza y renovamos con gran entusiasmo nuestra fe. La Pascua nos trae un gran alivio y nos da una gran fuerza para continuar viviendo. El tiempo de Pascua no lo podemos olvidar, dura 50 días y culmina en la gran fiesta de Pentecostés, la celebración del envío del Espíritu Santo.

La Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo de entre los muertos es el evento central de nuestra fe cristiana. Como el apóstol San Pablo nos dice: “Si Cristo no resucitó, nuestra fe es vana; aun estáis en vuestros pecados” (1 Corintios 15:17). La estructura total del cristianismo y de hecho de cualquier esperanza de vida eterna y de cualquier significado de la existencia humana se mantiene o se derrumba con la Resurrección de Cristo.

El evangelio de San Juan 20: 1-9 nos narra este verdadero hecho de la Resurrección de una forma extraordinaria: “Después llego Simón Pedro, que le seguía y entró en el sepulcro. Observó los lienzos en el suelo y el sudario que le había envuelto la cabeza no en el suelo con los lienzos, sino enrollado en lugar aparte. Entonces entró el otro discípulo, que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Todavía no habían entendido que, según la Escritura, Él debía resucitar de entre los muertos”.

La Resurrección es el evento más importante de la historia y por lo tanto, propiamente, el hecho más cierto de toda la historia. Es sustentando por una variedad de testimonios y de otra evidencia más amplia que la de cualquier otro evento histórico que ha tenido lugar desde el inicio del mundo. Si Cristo no hubiera resucitado de entre los muertos, entonces los cristianos no tendríamos esperanza en la vida eterna siendo que Jesús mismo declaró que resucitaría dentro de los muertos al tercer día. Por otro lado, si Jesús resucitó dentro de los muertos, entonces todas sus afirmaciones son verdad y ahora podemos estar seguros que si hay vida después de la muerte.

Creer en la Resurrección de Cristo lleva a creer que con Él nuestras luchas llegarán a la victoria final sobre la injusticia, la miseria y la división de clases sociales. Es creer en el triunfo del amor. La Resurrección de todos los hombres de la tierra, cuando ni la muerte, ni ninguna clase de egoísmos, puedan romper el triunfo de la más perfecta hermandad. ¡Felices Pascuas de Resurrección!

Jesucristo verdadero evangelizador

Por el Rev. José Eugenio Hoyos



Después de haber vivido con intensidad, devoción y mucha fe los días Santos en la Semana Mayor de nuestra Iglesia Católica, sacamos la conclusión que definitivamente Jesucristo Nuestro Señor ha sido el gran evangelizador de todas las épocas. Jesucristo es el evangelizador viviente de nuestra Iglesia. Al anunciar a Cristo, hay que hacerlo de tal modo que cada persona se encuentre personalmente con Él y que este encuentro los lleve a desear ser sus discípulos; a reconocer el pecado en su vida; a la conversión mediante una experiencia profunda de la gracia del Espíritu recibida en el bautismo. A través de esta experiencia de la reconciliaron; participará en la Eucaristía, y llevará una práctica Cristiana según el modelo que ofrece Jesús.

Este proceso de evangelización tendrá fuerza entre los cristianos, si se es fiel a la Palabra de Dios. Será acogido por todos los hombres, si nace del Espíritu Santo, quien crea unidad en la diversidad, alimenta sus carismas y los fortalece en su ministerio. Dará frutos, si la acción del Espíritu se proyecta en las necesidades del mundo actual, mediante el compromiso y la mentalidad de ser verdaderos misioneros para este siglo. El mundo hoy solo encontrará esperanza y nuevas logros en la figura salvadora de Jesús.

La nueva Evangelización surge como respuesta a los problemas que representa la realidad en nuestro continente donde la separación entre la fe y la vida está produciendo dramáticas situaciones de injusticia, desigualdad social y violencia. Implica afrontar la grandiosa tarea de infundir energías a todos los cristianos. La Nueva Evangelización no trata de re-evangelizar prescindiendo de la primera evangelización, sino que exige reconocer los ricos y abundantes valores cristianos que existen dentro de nuestra comunidad hispana para profundizar y complementarlos, buscando también corregir deficiencias anteriores.

El proceso de evangelización actual de Cristo Jesús es una llamada a la humanidad a cambiar de vida y actuar en la historia, haciendo realidad la esperanza de una vida nueva. Es el fundamento de la promoción humana, base de la auténtica cultura católica. Esta evangelización en nuestra Iglesia debe traer una nueva vitalidad, un nuevo Pentecostés, donde la presencia del Espíritu Santo haga surgir un pueblo renovado, constituido de hombres y mujeres libres y conscientes de su dignidad, capaces de forjar una historia verdaderamente humana.

La evangelización debe generar católicos evangelizados y evangelizadores, que sean agentes de promoción humana y de una cultura que trabaje más en la identidad católica. Debemos exigir a nuestra sociedad que se enseñen y practiquen más los valores.

lunes, abril 25, 2011

Salgamos de las tumbas de la vida..






Definitivamente tuvimos una celebración de Semana Santa bastante atareada pues cada dia de la Semana Mayor venia cargada de hermosas ceremonias, eventos, procesiones, predicaciones y profundas liturgias.
En la Iglesia de San James por ejemplo se sintió con fuerza la presencia de Jesús resucitado, varios de los jóvenes adultos de la parroquia con mucha seriedad y devoción representaron en vivo la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
Nuestra Iglesia quedo pequeña para la cantidad de gente que se hizo presente, aquí no importó disfrutar la ceremonia aunque fuera de pie. Pero la pregunta que obligadamente nos tenemos que hacer es: ¿y ahora que Jesús resucito cual es mi actitud? ¿Cuál es el siguiente paso? Y las muchas respuestas pueden ser: Resucitar también y claro que si nuestra resurrección personal es el del empezar a una nueva vida, nueva actitud, nuevas metas, aumentar nuestra dosis de fe, acercarme con firmeza a Jesús resucitado, enterrar todo lo negativo; la desconfianza, los malos pensamientos, el odio, la envidia, los celos, la mentira, el mal genio, las peleas y disgustos.
Hay que trazar nuevas metas para salir de las oscuras tumbas donde por muchos años estuvimos enterrados, tumbas profundas que nos llevaron a la tristeza, a la depresión al ESTRÉS, a la desunión familiar, a los problemas matrimoniales o a romper grandes amistades. Necesitas borrar un pasado negro mereces ser feliz y abrirte al amor. Hazlo con profunda oración, pide ayuda a Dios y decreta que cierras un ciclo y te lanzas a un mundo insospechado.
Abra las puertas de tu tumba y Dios te dara sabiduría para elegir lo que te conviene, aunque el aprendizaje sea exigente. Naciste para amar y ser feliz. Bienvenido a la nueva vida.