viernes, agosto 19, 2016

El Espíritu Santo es la Fuerza de Evangelización en la Renovación Carismática (RCC)


Por José Eugenio Hoyos


La Renovación Carismática Católica no es un club privado de simpatizantes al Espíritu Santo. Todo lo contrario es el motor y las alas de nuestra Iglesia acompañados de oración y alabanza.

Pero la Renovación Carismática tiene como objetivo principal Evangelizar con ardor y compromiso para traer más almas a los pies de Cristo.


Recordemos que en el primer documento del magisterio sobre la evangelización, Evangeli i Nuntiandi el Papa Pablo VI hizo hincapié en el papel del Espíritu Santo: “Puede decirse que el Espíritu Santo es el agente principal de la Evangelización: El es quien impulsa a cada uno a anunciar el Evangelio y quien en lo hondo de las conciencias hace aceptar y comprender la palabra de salvación.”

Al mismo tiempo que la encíclica hacia surgir una conciencia mucho mayor de la importancia de la Evangelización, los movimientos eclesiales desarrollan con compromiso y entusiasmo una Evangelización más dinámica y creativa. La Renovación Carismática ha sido relevante en esta obra, al contar con grupos y comunidades que lideran nuevas formas de proclamar la Buena Nueva en todos los lugares del mundo Cristiano. Los Laicos bautizados en el Espíritu han sido importantes en la obra de la Evangelización.


Los Católicos en la Renovación han experimentado un nuevo nivel de hermandad espiritual con otros creyentes que han recibido la misma gracia, a partir de una experiencia común, de una más profunda conversión a Cristo, expresada en la adoración y la Alabanza que conducen al amor por la obra del Espíritu Santo para la reconciliación y la unidad. Todos estamos llamados a participar en la Nueva Evangelización.

jueves, agosto 18, 2016

Medalla de Oro Olímpico Para la Renovación Carismática Católica


 Por José Eugenio Hoyos


Todos los países participantes en los en los juegos olímpicos en Rio de Janeiro Brasil, por mucho tiempo se prepararon para aspirar a las codiciades  medallas de plata, oro o bronce.

Y nosotros los Católicos que pertenecemos a la Renovación Carismática (RCC) también nos hemos preparado de una forma seria y comprometida en oración, alabanzas, adoración al Santísimo, retiros, y todo tipo de evento espiritual para alcanzar no solo la presea dorada sino para vivir el gran encuentro en el Espíritu Santo, el Jubileo dorado, los 50 años de la RCC.


Cada Carismático en los grupos de oración recibieran no solo una medalla de oro, sino una estrella dorada por su gran trabajo evangelizador y por la multiplicación y promoción de la gran cultura de Pentecostés.

El Papa Francisco se reunió en Roma con los representantes de la Renovación Carismática y enfatizo que este es el tiempo del el Espíritu Santo.

De la misma manera hizo énfasis en que el Espíritu Santo nos ha conducido durante muchos años hacia la unidad. Dijo que el Espíritu está pidiendo cosas nuevas y que debemos estar preparados para las sorpresas del Espíritu.


Enfatizo que el gran Jubileo de la Renovación Carismática en Pentecostés 2017, debe ser ecuménico, no solo para los Carismáticos Católicos, se debe incluir a todos los Cristianos del mundo que quieran participar.

Es tiempo de anunciar que el Espíritu Santo es señor y dador de vida. Carismáticos preparemos en oración y en unidad para recibir en el podio la medalla olímpica de oro bien merecida por todos los creyentes.

miércoles, agosto 17, 2016

Carismáticos y Renovación Carismática Obra de Dios


Por José Eugenio Hoyos


La Renovación Carismática es una familia universal con raíces en Pentecostés y los Carismáticos son la fuerza dinámica de esta corriente de gracia. Los preparativos para los 50 años o la fiesta del Jubileo de la RCC ya se está sintiendo en todos los países pero en especial en las asambleas y grupos de oración a nivel internacional.

Hay mucho para celebrar y mucho para agradecer a Dios por tanto derramamiento de dones y carismas. “Vino a los suyos, y los suyos no le recibieron. Pero a todos los que lo recibieron les dio el poder de hacerse hijos de Dios, lo que creen en su nombre, los cuales no han nacido de cruce de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre, sino que han nacido de Dios” (Juan 1, 11-13).


Por la creación éramos simple hechuras de Dios. Ahora por Cristo, pasamos a ser hijos.

En efecto, a partir de Pentecostés, los Apóstoles bautizan en nombre de Jesucristo, administrando el Espíritu Santo: “Convertíos, clama San Pedro y que cada uno de vosotros se haga bautizar en nombre de Jesucristo, y recibiréis el don del Espíritu” (Hechos 2, 38).

Es preciso que tomemos conciencia del beneficio inmenso que supone esta certeza consoladora de la inhabitacíon  del Espíritu Santo en nuestras almas.


Con más razón que Pedro en el tabor podemos y debemos decir: ¡Qué bien se está aquí!

El gozo de los Carismáticos tiene que ser mayor que el de Marta, la hermana de Lázaro, cuando Jesús un día “se hospedo en su casa” (Lucas 10, 18)

Por eso no podemos dejar de apagar el gozo, la evangelización y el entusiasmo porque la RCC es la obra y hechura de las manos de Dios.