miércoles, enero 31, 2018

Carismáticos buscar a Cristo es la verdadera bendición


Por José Eugenio Hoyos

Hay una consigna que me encanta utilizar en los grupos de oración de la Renovación Carismática en la Diócesis de Arlington por ejemplo cuando les pregunto a los Carismáticos como están: todos responden con gran entusiasmo: “Bendecidos, Encendidos, Sanados y en Victoria.

Pues en realidad el ser escogido para desempeñar un ministerio sea de predicador, liberador o en el de sanación e intercesión ya estamos bendecidos. Encendidos por el fuego del Espíritu Santo, Sanados pues el mismo Cristo a través del poder de la oración y la alabanza nos sana de cualquier enfermedad del cuerpo y del alma y en Victoria porque toda bendición viene directamente de Dios que nos hace victoriosos y vencedores ante cualquier problema, enfermedad o adversidad.

Mateo 5:3-12 nos dice: “Bendecidos son los pobres en Espíritu, porque el reino del cielo les pertenece. Bendecidos son los que lloran, porque serán consolados, bendecidos son los humildes, porque heredaran la tierra” etc..


No olvidemos que nuestro Señor Jesucristo en sus predicaciones no menciona riquezas o posición, salud o felicidad cuando habla de recibir la bendición. Jesús advierte que la bendición mas poderosa es el tener un lugar en el reino de los cielos y ser parte de la familia de Dios.

Las verdaderas bendiciones son recibir el amor, el perdón, la compasión, la gracia, la oportunidad que cada día Dios siembra con misericordia en nuestros corazones. Cristo es el regalo y la bendición mas espectacular y maravillosa de Dios sobre el universo.

Los Carismáticos debemos participar en la Nueva Evangelización proclamando que estamos de bendición en bendición, de sanación en sanación y viviendo y experimentando la gran lluvia de milagros.

“Yo te bendeciré… y serás una bendición (Génesis 12:2) Cuando bendecidos y oramos por otros, Dios multiplica con alegría esas bendiciones sobre su pueblo.