miércoles, junio 21, 2017

Predicadores Carismáticos Recogiendo la Cosecha


Por José Eugenio Hoyos


Se necesitan urgentemente más Sacerdotes predicadores Carismáticos, mas laicos y jóvenes que no tengan miedo de predicar un Cristo Vivo en una Iglesia viva y dinámica.

La Renovación Carismática es actualmente un gran semillero de predicadores Carismáticos que se destacan a nivel internacional por su gran formación espiritual, por su conocimiento de las sagradas escrituras y por su fidelidad a la sana doctrina de la Iglesia.

Cuando se da una predicación Carismática centrada en Cristo y en el Espíritu Santo, vemos cada día más conversiones, unciones y poderosos testimonios de sanación y liberación.


Un predicador Carismático es el jardinero de Cristo cuyo trabajo es sembrar el Evangelio de Cristo en los corazones de los creyentes, renovar la fe y la esperanza y promover en toda predicación la cultura de Pentecostés y la espiritualidad Carismática. Un buen jardinero Carismático debe estar pendiente de sacar las plagas de este jardín mundano que agobian y esclavizan al hombre actual.

Su trabajo pastoral consiste en animar los grupos de oración y las comunidades a prender fuego y entusiasmo cuando se ora y se alaba a Dios. Indicar a las personas el camino para llegar a dar frutos después de un seminario de iniciación o Seminario de Vida en el Espíritu.

Hay mucho que recoger en la cosecha después que un buen predicador Carismático siembra en nuestros corazones como por ejemplo lo que nos enseña Jesús en la parábola del sembrador (Mateo 13:1-8).

Un predicador Carismático siempre tiene que estar ¡¡¡Bendecido, Encendido, Sanado, Liberado y en Victoria!!!

lunes, junio 19, 2017

Carismático que no es Adorador Eucarístico no es 100% Carismático


Por José Eugenio Hoyos


En la Renovación Carismática Católica cómo puede decir un servidor que es Carismático pero que no participa en la Adoración Eucarística ni siquiera toma tiempo para orar ante el Santísimo Sacramento si esto no sucede entonces no es 100% Carismático.

De la misma manera pasa con un predicador laico o Sacerdote sino tienen devoción a Jesús Sacramentado, no promueven una Hora Santa, una vigilia o Adoración Eucarística, sus predicadores serán pobres, sin fundamento y sin el fuego del Espíritu Santo.

Cuando participamos los Carismáticos en una adoración Eucarística revivimos en nuestros corazones la experiencia de los Discípulos de Emaús (Lucas 24:31).


Cuando hay en un grupo de oración el amor y la participación en una Hora Santa con la exposición al Santísimo se manifiesta con poder la fuerza del Espíritu Santo.

Adorar a Cristo durante la consagración y adorar su presencia en el tabernáculo, significa reconocerse y comportarse como miembro de su cuerpo eclesial. “Cristo en vosotros, la esperanza de la gloria” (Colosenses 1:27).

Lo que Cristo realizo con su vida, con la predicación y, de modo particular, con su misterio pascual, sigue estando presente en la Iglesia, sobre todo en la Eucaristía. Con la fuerza del Espíritu Santo, Cristo sigue enriqueciéndonos con su vida y, unidos a el, nosotros podemos ofrecer al Padre el culto que le agrada por medio de signos sensibles.

Un adorador Carismático es portador de poderosos dones y carismas y es difícil que el enemigo lo doblegue y lo rinda. Pues el adorador Eucarístico Carismático se le notara que lleva el Fuego del Espíritu Santo.