lunes, julio 20, 2015

Manejando con la oración, la sanación de dolor, desgracias y derrotas


Por Rev. José E. Hoyos

En muchos de los eventos y congresos en los Estados Unidos y a nivel internacional, encuentro muchas personas con problemas que han arrastrado toda una vida y que llevan dentro de su corazón y son los recuerdos dolorosos de un pasado que no han podido superar.
Pero gracias a los conferencias, reflexiones y oraciones de sanación y liberación, se puede llegar a encontrar cuales son las raíces del sufrimiento,  del dolor, del resentimiento o la amargura. Un ejemplo verídico y que nos está demostrando una sanación efectiva en los pacientes con depresión o ansiedad es la oración del perdón, la oración frente a una Adoración Eucarística donde se puede dar una oración personal, fuerte y llena del fuego del Espíritu Santo.


Aunque no es fácil, podemos aprender a hacer un buen manejo del dolor y de las desgracias o derrotas. Un primer paso es cultivar la capacidad de aceptación que nos empujan hacia la superación y nos libran de la depresión o ansiedad. La aceptación no es una resignación pasiva, sino una actitud que con un realismo positivo armoniza la calma con la esperanza. Aceptar lo que nos hace sufrir es reaccionar con serenidad y al mismo tiempo con fuertes deseos de salir adelante.


En las crisis mostrarnos  nuestra fortaleza y en el dolor maduramos, nos purificamos y valoramos todo desde una perspectiva más amplia. Podemos pasar el día entero llorando, culpándonos por lo que hicimos y quejándonos de lo que nos hicieron, pero con eso no vamos a solucionar nada.
Solo Cristo y la oración son la solución a nuestros dolores, desgracias y derrotas.