Por Rev. José Eugenio Hoyos.
Para los que todavía dudan del poder del Espíritu Santo les quiero dar una prueba verídica de como el Espíritu Santo ha derramado una gran Bendición sobre nuestro Pontífice el Santo Papa Benedicto XVI regalándole el don de la sabiduría y es tanta la sabiduría que Cristo ha iluminado a nuestro gran líder Espiritual para guiarnos a celebrar el año de la FE, una necesidad vigente en el mundo actual.
En el motu proprio que anuncia el año de la Fe, Benedicto XVI anuncia que quiere “dar un renovado impulso a la misión de la Iglesia y de conducir a los hombres fuera del desierto en el que se encuentran con frecuencia” este podría y debería ser un llamado de atención a todo el pueblo Católico por la tibieza como estamos llevando y viviendo nuestra Fe, los Católicos hemos apagado los motores de nuestra columna vertebral como es nuestra Fe. Mientras los musulmanes avanzan “descaradamente y agresivamente en la expansión del islamismo, nosotros entre Católicos damos la impresión de estar viviendo una batalla campal o sacando nuestras creencias y a Cristo de nuestros hogares con una frialdad espantosa. Nos tiramos duro, nos criticamos, enjuiciando a la Iglesia y condenamos sin remordimiento a los Sacerdotes, Obispos, Religiosos y Laicos. Ya no existe la compasión si se comete un error dentro de la Iglesia, la comprensión o la compasión queda a un lado y las demandas económicas llenan los corazones de los católicos devoradores de las arcas de la Iglesia. Dejando despojadas las cestas para ayudar a los pobres o para la caridad fraterna.
Este año de la Fe debe ser de un despertar de conciencia, de actitud y de fortalecimiento Espiritual, Todo Cristiano ha de ser persona de Fe. En el Catecismo aprendimos que ser Católico autentico significa: “Hombre que tiene Fe de Jesucristo” es decir la Fe que salva, la Fe eficaz, la Fe que da la vida sobrenatural y que granjea la vida eterna, en las Iglesias actuales la mayoría de nosotros estamos enfrascados en una vorágine de activismo que todo lo invade.
Ojala nosotros los Sacerdotes renovemos con seriedad nuestra propia Fe, renovemos nuestro compromiso con Cristo, vivamos a plenitud los Sacramentos, saquemos tiempo para la gente y no nos convirtamos en meros asalariados, financieros, burócratas con computadora portail en mano….Pues nuestra tarea es la de convertir y conquistar mas Almas con Sacerdotes mas Santos; si no trabajamos en la Santidad de los Sacerdotes entonces hemos perdido el rumbo de la Fe.