martes, junio 28, 2011
lunes, junio 27, 2011
La reconciliación son vitaminas poderosas para el amor...
El día de ayer escuche una expresión maravillosa y cargada de bellos sentimientos de un amigo que había tenido una desilusión y un gran disgusto con su novia, después de discutir de encenderse y de enojarse tomaron la decisión más inteligente de dialogar, de ponerse en calma y de reflexionar sobre lo ocurrido la frase era sencilla pero con palabras que indicaban que detrás de cada disgusto hay manantiales de nobles y bellos sentimientos ese es el verdadero amor y el decía: “Amanecimos disgustados, Peleamos, nos decepcionamos y convertimos la mañana en una borrasca oscura y tormentosa pero después recapacitamos, dialogamos y tomamos tiempo para pensar y al llegar el atardecer salió el sol y al reconciliarnos llego la alegría y como signo de paz y amor salió el arco iris” (A.A.R.H).
Asi con respeto, con un buen escuchar y entender es apreciar y querer a las personas no solo con sus cualidades sino crecer con sus defectos es que se llega a la felicidad. Pues verdaderamente la felicidad este en el cotidiano vivir, en las cosas aparentemente insignificantes que pocos aprecian, en lo más simple. La felicidad es ver el cielo en el suelo a pesar de los sinsabores las penalidades y la imperfección. Nace de la aceptación serena y el perdón generoso, del desapego y de una constante comunión con Dios.
No tienes que viajar al edén Bíblico para encontrar tranquilidad; por eso decía San Alfonso que necesitas cinco cosas para vivir feliz; un vaso de ciencia, una botella de sabiduría, un barril de prudencia, un lago de conciencia y un océano de paciencia. Asómbrate con todo lo hermoso; “Las mejores cosas están muy cerca; el aire en la nariz, la luz en los ojos, las flores a los pies, las tareas en las manos, la senda de lo correcto delante de ti.
“No intentes coger las estrellas y haz el trabajo sencillo y común de la vida tal como viene A veces embrujado por lo material olvidamos que la vida es simple y que la felicidad está a la mano para los que en realidad sienten el amor verdadero dentro de sus corazones”. Existe una voz misteriosa que los guía los invita a amar para siempre.
Asi con respeto, con un buen escuchar y entender es apreciar y querer a las personas no solo con sus cualidades sino crecer con sus defectos es que se llega a la felicidad. Pues verdaderamente la felicidad este en el cotidiano vivir, en las cosas aparentemente insignificantes que pocos aprecian, en lo más simple. La felicidad es ver el cielo en el suelo a pesar de los sinsabores las penalidades y la imperfección. Nace de la aceptación serena y el perdón generoso, del desapego y de una constante comunión con Dios.
No tienes que viajar al edén Bíblico para encontrar tranquilidad; por eso decía San Alfonso que necesitas cinco cosas para vivir feliz; un vaso de ciencia, una botella de sabiduría, un barril de prudencia, un lago de conciencia y un océano de paciencia. Asómbrate con todo lo hermoso; “Las mejores cosas están muy cerca; el aire en la nariz, la luz en los ojos, las flores a los pies, las tareas en las manos, la senda de lo correcto delante de ti.
“No intentes coger las estrellas y haz el trabajo sencillo y común de la vida tal como viene A veces embrujado por lo material olvidamos que la vida es simple y que la felicidad está a la mano para los que en realidad sienten el amor verdadero dentro de sus corazones”. Existe una voz misteriosa que los guía los invita a amar para siempre.
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