
El Diario de Hoy
4 de agosto de 2008
Cada vez que la humanidad se prepara a celebrar los Juegos Olímpicos de Pekín. Hay emoción, alegría, preparación y mucha publicidad y expectación.
La ceremonia de apertura comenzará el 8 de agosto a las 20:08 (hora local), es decir, el 08-08-08 a las 8:08 horas de la tarde. En China y otros países orientales, como por ejemplo Japón y Corea, el número ocho vale como número de la suerte (además la palabra "ocho" en cantonés suena como la palabra "riqueza"). Los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 incluirán 28 deportes. En esta ocasión el mundo espera que China abra las puertas a un cambio positivo, a que verdaderamente estos juegos sean lazos de hermandad y solidaridad internacional. El mundo necesita ver algo diferente para olvidar la crisis energética, el calentamiento global y la violencia.
Los aproximadamente 10,500 deportistas deben tener en mente que no se trata sólo de ganar medallas de oro, sino de participar y ser constantes y no derrotarse por las duras competencias. Veámoslas como pruebas. De ellas se obtiene vigor, se fortalece la voluntad y la valentía para enfrentar otros retos más difíciles. Ojalá entiendan nuestros deportistas que lo que necesitamos son participantes con alegría, con ejemplo y con mucha fe. Que el verdadero premio es otro. Es el de compartir, aprender y respetar. Todos sin excepción podemos ser triunfadores, si así lo queremos. Todos nacemos iguales, pero los triunfadores son sólo los que logran desarrollar todo su potencial, son los que no se quedan estancados, los que son útiles a sí mismos, los que ponen su confianza y disciplina sólo en Dios. "La fe en sí misma es la mayor fuerza para conquistar la cima" (anónimo).
Aprendamos todos de estas justas y ejercitemos la bondad y el perdón. Al final podremos, decir, como el gran Saulo de Tarso, "he peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe".