Por Padre
José Eugenio Hoyos
Todos
los grupos de oración de la Renovación Carismática a nivel mundial se están preparando
para participar en el Año de la Misericordia y de la misma manera para dar
comienzo al Jubileo en el 2017.
La RCC
tiene como objetivo principal orar por los enfermos y por las necesidades del prójimo
la Renovación Carismática es el motor que mueve a los fieles a tener una participación
más activa y directa en los diferentes ministerios de la Iglesia Oración sin
obras no funciona.
Cuando
Jesus dijo: “Misericordia quiere, y no sacrificios” expresaba la frase del profeta
Oseas, pero con un sentido nuevo, quiso decirnos simplemente que Dios quiere amor
y reconocimiento, no sacrificios exteriores, ni holocaustos.
Misericordia
y sacrificio sin dos cosas que deben vivir juntas porque el sacrificio sin misericordia
no tiene sentido. “No tienen necesidad del médico los sanos, sino los enfermos.
Vayan a aprender lo que significa: misericordia quiere y no sacrificios, no bien
a llamar a justos, sino a pecadores” (Mateo 9, 10-13).
Visitar
y orar por los enfermos es reconocer en Jesus la misericordia divina. Ver a
Cristo en los enfermos es gozar de su presencia revelada en el alma; es unir el
todo con la nada; es convertirse en un sarmiento de la vida divina que produce
abundantes frutos y alimenta dones y carismas.
Cada carismático
debe ser como Santa Teresita del Niño Jesus cuando decía: “El ascensor que ha
de elevarme al cielo son mis brazos”, pero unos brazos que cobijen a quienes están
en el lecho de dolor.