Por Rev. José Eugenio Hoyos.
No deja de impresionarme la participación de la mujer en la sociedad actual. Es cierto que la mujer ha avanzado en muchos campos pero todavía falta más. Da lastima que en algunas Iglesias o creencias religiosas no se les de el puesto que merecen.
Por ejemplo en nuestra Iglesia Católica la mujer juega un papel importante dentro de la Fe, han ganado un puesto merecido, falta mas SI, pero el tiempo y las circunstancias lo dirán, a los musulmanes por ejemplo les falta un mejor trato de la mujer, en la religión algunos evangélicos o sectores mas rígidos todavía no han despertado ni le han dado la posición que se merecen. La mujer es esencial en todo y para todo.
En todos los retiros y eventos internacionales en que he participado el 70% de los participantes son mujeres. En estos momentos es Jesús nuestro Señor que esta abriendo nuevas puertas para mujeres y varones valientes, con una Fe viva, sin temor y sin miedos…nos invita a no desmayar, a Orar sin cansarse, a esperar para recibir lo prometido.
Un ejemplo de ello lo encontramos en las palabras de Juan Pablo II cuando nos decía “animo a hombres y mujeres que forman aparte de la Renovación Carismática Católica a ser signos vivientes de esperanza, a testimoniar la presencia del Espíritu Santo”.
El mundo actual se equivoca cuando piensa que la mujer Carismática es aquella que conquista al mundo por su belleza, simpatía, sexualidad, inteligencia, pensamos igualmente que una mujer es Carismática por que utiliza con su sensualidad a traer personas a su vida, tampoco es Carismática la mujer que se le considera buena política por su don de oratoria o por la ejecución de obras sociales.
Mujer Carismática es aquella mujer sencilla que dejándose utilizar por Dios comparte sus dones y Carismas con sus hermanos(as) en comunidad, en familia y en los grupos de Oración, una mujer Carismática es aquella que imita a la Virgen María en Castidad, Oración, Sencillez y sometimiento a Cristo y no al hombre.
Las mujeres Carismáticas desarrollan con mayor facilidad y autoría el don de la Sanación y el don del conocimiento pues en su corazón tienen el carisma de ser más sensibles que los hombres, gracias a la mujer Carismática la Iglesia es alegre más amable, compasiva y llena de esperanza.