viernes, noviembre 13, 2009

Micaela a conquistar Viña del Mar

Con mucha alegria la familia Hoyos nos preparamos para apoyar y acompañar a nuestra sobrina Maria Alejandra Hoyos al concurso internacional musical Viña del Mar en Chile. Maria Alejandra ha escogido el nombre artisitico de "MICAELA" y ha compuesto la cancion: La Hamaca para representar asi a nuestro pais Colombia! Mi sobrina Maria Alejandra siempre soñaba con participar en eventos internacionales y su sueño se le ha cumpido. El festival internacional de Viña del Mar este año celebra 51 años promocionando y exaltando la buena musica y dando a conocer los mejores artistas y voces del hemisferio. Para Colombia sería un gran honor traer la gaviota de plata en las manos de Maria Alejandra (MICAELA). Felicitaciones querida sobrina y desde Estados Unido te estaremos apoyando!


Micaela, entre los cinco extranjeros en Viña del Mar

Es la primera vez que el Quindío representa a Colombia en el Festival Internacional de la Canción Viña del Mar. Además estará Argentina, Bolivia, Venezuela y México.

Por: Viviana Suaza Grisales
La Crónica del Quindio
7 de noviembre de 2009

La cuyabra María Alejandra Hoyos Escobar representará al país en la versión número 51 del Festival Viña del Mar a realizarse entre el 22 y el 27 de febrero del próximo año.
Desde niña, Micaela, como se hace llamar artísticamente, ha disfrutado su talento al cantar todo tipo de ritmos en diferentes escenarios y concursos.

Comenzó en Armenia con Batuta y el Instituto de Bellas Artes. Además hizo estudios en Estados Unidos y actualmente se prepara en la universidad Nacional de Bogotá en canto jazz.
Ha interpretado géneros tan diversos del folclor nacional como la cumbia, el porro y el chandé, pero también tangos y latin rock, este último al que le apuesta con su sencillo Quiéreme así.

Esta semana recibieron la noticia de su aceptación en Viña del Mar, fue un festejo familiar que esperaban por su arduo trabajo. “Mucha alegría, estábamos optimistas de que se le diera una oportunidad internacional que hasta ahora no había tenido”, dijo Efraín Hoyos, padre de María Alejandra.

‘La hamaca’, canción con la que obtuvo el cupo en el certamen, fue escrita este año, que era uno de los requisitos necesarios para participar. Otro punto a destacar es que ella es la compositora y al mismo tiempo la intérprete. El festival premia a ambos por separado.


Don Efráin nos cuenta como su hija desde pequeña fue ganadora del Cuyabrito de Oro en Armenia, y como se destacó con importantes premios nacionales en distintos concursos. “De Barranquilla trajo el primer puesto, ganó representando a la universidad del Quindío en el concurso nacional universitario de Canto”.

Para el festival mandó dos canciones, que era el tope por participante, las escogió entre seis de su autoría, debía tener la mejor calidad además de ser moderna, pero al mismo tiempo una representación folclórica de Colombia.

“Mi familia es musical completamente, a todos nos gusta, uno de los hijos está estudiando un doctorado en música en la universidad de Indiana en guitarra clásica y al otro hijo le gusta tocar bajo, piano, flauta traversa, a mi me gusta la percusión y hacemos grupo familiar como para hacer las chisgas”, afirmó Efráin.

“Es una oportunidad que debo aprovechar, se da pocas veces. Ahora tengo mi sencillo titulado No me llames más de latin rock, que es un estilo que quiero seguir trabajando de aquí en adelante, es comercial, esa la idea”, aseguró Micaela.

El concurso seleccionó únicamente cinco países, una canción por cada uno, por lo que Micaela está concentrada durante estos meses para obtener la gaviota de plata y traerla a la tierra cafetera.

“Se está preparando muy bien para representar al país y al Quindío”, concluyó su padre.

jueves, noviembre 12, 2009

Las manos tuyas y mias son las manos de Jesús

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Desde que era muy pequeño siempre me impresionaban las manos de mi madre Eran grandes, bien cuidadas, suaves y sanadoras. Pues siempre que me golpeaba en la cabeza yo sabia que el ir hacia ella y sentir sus manos tiernas sobre mi frente era la mejor medicina y el mejor calmante para mi dolor.



Las manos de las madres son las manos que utiliza Jesús para dar, abrazar, perdonar, aceptar, compartir y sobre todo para sanar. Es por eso que las manos que oran en las Misas de Sanación por los enfermos, los tristes y abatidos son manos sanadoras y libradoras. Manos de hombres y mujeres humildes; de hombres con manos encallecidas y rudas por el fuerte trabajo en la construcción y de aquellas mujeres inmigrantes con sus manos lastimadas por el trabajo en la limpieza que a pesar de ser manos toscas yerran con dulzura el alimento y el sustento a los hogares.

Esas manos que nunca se cansan de bendecir, y de dar a quien lo necesite. Igualmente pensemos en las manos rotas por los clavos en la cruz del Divino Maestro que a pesar de las heridas continúan derramando misericordia y amor a la humanidad. Ellas adoloridas por nuestra indiferencia y falta de amor siguen compartiendo su sangre y su pan por nosotros los pecadores. Las manos de Jesús hoy más que nunca están llenas de ternura por los débiles del alma y los enfermos del mundo entero.

Mis manos, tus manos y las de todos son las manos de Jesús, manos vivas que cuando tocan los corazones los ponen a palpitar y se llenan de gozo, fe, y esperanza

Hemos nacido para orar

Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Arlington Catholic Herald
12 de noviembre de 2009

La oración es uno de los grandes regalos que Dios ha puesto en nuestros corazones y en nuestro diario vivir. El mismo Jesús nos invita a que aprendamos a orar y estemos en continua oración. La oración debe ser nuestro alimento espiritual más importante de cada día. Es el alimento con las vitaminas espirituales que fortalecen el alma.

Así como las aves han nacido para volar y el pez para nadar, no podemos olvidar que el hombre ha nacido para orar, para vivir en presencia de Dios. Porque San Pablo nos dice: “en Él vivimos, nos movemos y existimos.” Cuando el orante en sus encuentros con Dios, va experimentando esta presencia única y gozosa, por fin termina llevándola a su vida. Nuestra vida será un camino recorrido en la presencia de Dios si aprendemos a abrir el corazón a Dios que habita dentro de nosotros, o al Dios que está presente en la creación, o al mismo Dios presente en la comunidad, o en nuestros hogares, en el sagrario o en los hombres sufrientes, esos Cristos Crucificados de la historia de hoy.

Camina hermano(a) en la presencia de Dios y te sentirás amado por Dios, te sentirás dichoso y feliz. Camina en su presencia y tu vida tendrá sol y frescura, camino y horizonte, profundidad y altura. Dios será para ti como tu respiración, como el latido de tu corazón.

En varios capítulos de las Sagradas Escrituras vemos a Jesús invitándonos a orar y a ser ejemplo de oración: “se levantó de madrugada y salió, se marchó al descampado y estuvo orando allí” (Mc 1,35). “Cuando estéis orando, perdonad lo que tengáis contra otros, para que también vuestro Padre del cielo os perdone vuestras culpas” (Mc 11,25). “Cuando quieras orar entra en tu aposento, echa la llave y rézale a tu Padre que está allí en lo escondido…cuando recéis no seáis palabreros” (Mt 6, 6-7).

Un “Padre Nuestro” rezado como un acto de amor y de entrega, arranca de Dios aquello que más necesitamos. Cada una de sus palabras puede ayudarnos a hacer una nueva oración, pues contiene las verdades más profundas de nuestra fe. Que Él es nuestro Padre, y de ahí se deriva que nos ama, que nos escucha, que nos cuida, que nos espera en el cielo. Que nuestra vida tiene sentido en buscar su gloria, en instaurar su reino en el mundo, en cumplir su voluntad. Que nos cuida de los peligros y nos da el alimento y la fuerza espiritual que necesitamos para recorrer el camino hacia Él.

Quizás desde que éramos niños venimos repitiendo nuestras oraciones de cuna. Pero sin duda, cada vez que lo hacemos, Dios “interrumpe todas sus ocupaciones” para escucharnos y atendernos como el mejor de los padres.

Encuentro personal con Jesús

Por el Rev. José Eugenio Hoyos
Arlington Catholic Herald
12 de noviembre de 2009

Todos los católicos desde nuestro bautismo estamos llamados a un encuentro personal con Jesús a través de nuestra vida. El autor de la Imitación de Cristo, Tomás de Kempis tiene mucha razón cuando dice que: “Jesús tiene muchas personas que aspiran a su reino celestial, pero pocos que estén dispuestos a llevar su cruz. Muchos que anhelan la consolación pero pocos que quieren la tribulación”.

La Cruz se revela pues como un termómetro fiel que mide nuestro amor a Cristo y que autentica la sinceridad de nuestra opción por Él. A veces podemos sentir la tentación de seguir a Cristo sin renunciar a nuestro egoísmo y pasiones desordenadas, o al menos, de cargar con una cruz, que no duela ni pese demasiado y se acomode al molde de nuestros gustos y planes personales. Sin embargo esto no es posible: o nos decidimos a seguir a Cristo aceptando todas sus implicaciones, o nos quedamos sin Cristo o con alguien que no satisface nuestras ansias de plenitud ni proporciona paz a nuestra conciencia.

Optar por Cristo radicalmente por el camino de la cruz, sería una empresa imposible si no tuviéramos el testimonio de su vida. Él va adelante de nosotros, mostrándonos el camino y dándonos la fuerza para andarlo. Es posible amarlo en el sufrimiento, porque Él nos amó primero y se entregó por nosotros. Para seguir al Maestro Cristo Jesús hay que tener fe y mucho amor.

Para el que no es cristiano, la muerte de un ser querido, un cáncer, una crisis económica, una traición puede ser un gran bajón emocional en su vida que lo puede derrumbar o llevar a la depresión, mientras que para un Católico convencido y lleno de fe puede ser un acontecimiento lleno de bendiciones y de acercamiento personal a Dios.

El encuentro personal con Cristo debe ser un encuentro personal lleno de amor y con ganas de trabajar por el reino de los cielos y de evangelizar con obediencia a la jerarquía de la Iglesia. No podemos dar a Dios la mitad ni tres cuartas partes de nuestro corazón, porque en la parte restante nos estamos apegando a nosotros mismos. Es verdad que nuestra opción por Cristo no quita que puedan existir debilidades o muchas caídas, pero estas responden más bien a nuestras limitaciones y nuestra condición de pecadores, que a una actitud de nuestra voluntad. “Solo quiero conocer a Jesucristo, y este crucificado” (1 Col 2, 2).

Querido amigo(a) acércate más a Dios, Él tiene muchas cosas que decirte y compartir contigo. ¡Animo!

miércoles, noviembre 11, 2009

Sanaciones, bendiciones y más sanaciones

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Estos fines de semana, el Ministerio de Sanación de la Diócesis de Arlington hemos estado súper ocupados y dichosos de poder desempeñar el mandato que Dios nos ha dado de ir y llevar la buena nueva a los más necesitados y sobre todo a los más enfermos y necesitados en esta vida.

Un ejemplo de ello están siendo las Misas de Sanación. El mes de noviembre ha estado lleno de ellas, empezando con la iglesia de San Felipe en Falls Church, y en San Luis en Alexandria. Todo un lleno total y un desbordamiento de testimonios de sanación impresionantes.


En San Luis era la primera vez que estábamos celebrando una Misa de Sanación y no nos ha sorprendido la gran respuesta positiva de la gente. Jesús, Nuestro Medico de Médicos, definitivamente estuvo y está con gozo realizando cirugías divinas a todos los que están enfermos física y espiritualmente y que han abierto sus corazones a Cristo.


Nuestra cruces de cada día, unidas a los padecimientos de Cristo, nos asemejan más a él, que libremente abrazó la cruz por amor. De esta forma, los católicos ya no sufren sin sentido, pues unen sus sufrimientos a los de Cristo. Solo a la luz de la fe y del amor, podemos confiar en Dios y crecer en medio de los sufrimientos, en la paz continua, y estar así, cada vez más preparados para llevar a quienes la necesitan.


Si no podemos negar que Cristo está cumpliendo con mucha fuerza la promesa de sanar, bendecir y liberar. ¡Amén, Amén, Amén!





lunes, noviembre 09, 2009

Cuidado con la gente toxica

Por el Rev. José Eugenio Hoyos

Dentro de cada hogar tenemos productos químicos que son tóxicos y por su peligro les colocamos en un lugar seguro para evitar un envenenamiento a los niños, a los animales o las personas. Muchos productos tóxicos los utilizamos para fumigar, para matar insectos, ratas, etc. Pero dentro de los seres humanos en su gran diversidad y riqueza encontramos personas que con su actitud son toxicas y afectan la convivencia y las relaciones de familia, del trabajo, la iglesia, los matrimonios, la sociedad y si nos descuidamos desnivelan el mundo.

Las personas toxicas las encontramos especialmente en cada familia, se distinguen en negativos, los aguafiestas, aguas de florero, los pesimistas, criticones, hipócritas. La mayoría de sus comentarios lastiman a las personas que tienen a su alrededor. Una de las formas de identificarlas es que después de una corta conversación dejan un sabor amargo pues hablan mal de las personas, nadie es bueno para ellas, todos son enemigos; son pesimistas pues te aconsejan que todo lo que hagas o comas te caerá mal.

La persona toxica se cree de mejor familia, y por supuesto te va a ignorar y tu no vales nada para el o para ella. Te pone nervioso, te estresa, te deprime y la conversación con un toxico se hace extensa e interminable. Son súper aburridores. Te hace quedar mal a todo momento, te ridiculiza y se burlara de tus defectos inmediatamente. En una conversación se convierte en el centro de la charla sin parar de hablar y sin importarle la opinión de los demás.

Otro tipo de persona toxica es aquella que por cualquier sentido o motivos sin importancia o como decimos por nada se enoja. El mal humor es su acompañante diario. El que va a una fiesta y todo el mundo esta súper feliz y la persona la pasa súper aburrido y a toda hora se quiere ir, no le gusta la música, ni la comida y odia a todos los invitados. Toxico(a) es el que estando sano a todas horas inventa como excusas nuevas enfermedades. Otro tipo de tóxicos es el que llora por todo (la dolorosa), el mal intencionado, la mosca muerta, los chismosos, el machista, el ricachón, el sabelotodo y el que se siente superior a los demás. Cuídate de ellos pues andan por todas partes.