jueves, julio 14, 2016

La Renovación Carismática viviendo la Cultura del Espíritu Santo


Por José E. Hoyos


Multitudes de creyentes dentro de la Renovación Carismática poderosa corriente de gracia proclaman con gran entusiasmo la cultura de Pentecostés acompañada de la fuerza del Espíritu Santo.

Es el mismo Espíritu Santo, que nos llama, nos estimula, nos despierta interiormente para facilitar el cumplimiento de lo que Dios desea de nosotros.

San Francisco de Sales nos anima a los Carismáticos actuales con sus palabras: “Sin la inspiración, nuestras almas vivirían una vida perezosa, paralitica e inútil; más a la llegada de los divinos rayos de la inspiración, sentimos una luz mezclada de un calor vivificante, la cual ilumina nuestro entendimiento, y despierta y anima nuestra voluntad, dándonos fuerza para querer y hacer el bien que se refiere a la salud eterna.”


Cristo Jesús nos invita a vivir esos carismas y dones que ha puesto en nuestras vidas a que participemos e impulsemos nuestros actos de caridad, nuestras oraciones y sacrificios que los compartamos en comunidad.

Dios ama a los hombres con un amor igual y quiere conducirlos a todos a la perfección, pero al mismo tiempo tiene caminos distintos para unos y para otros. No se puede obligar al Espíritu Santo pues Dios es dueño de sus dones.

El Espíritu Santo recibe acertadamente el título de “Consolador.” Cuando acogemos las llamadas del Espíritu que nos iluminan y nos empujan a obrar, vierten en nuestro corazón, además de luz y fuerza, una especie de bálsamo de descanso y de paz que con frecuencia nos colma de consuelo.

“El Espíritu Santo sopla donde quiere” (Juan 3,8) No debemos tener miedo de ser parte de esta gran y maravillosa cultura de Pentecostés, pues se siente la fuerza sanadora y liberadora del Espíritu Santo.

 

miércoles, julio 13, 2016

Carismáticos Adelante con el Corazón Ardiente y Llenos del Fuego


Por José E Hoyos


La Renovación Carismática tiene como misión formar a todos los servidores en una doctrina Católica y sólida, donde se pueda sentir la presencia de Dios, Cristo y el Espíritu Santo.

Nuestro encuentro personal con Jesús Nazareno nos invita a compartir su historia y su impacto en  nuestras vidas.

Nuestra obligación pastoral es participar activa y visiblemente en la Nueva Evangelización.

No olvidemos que la “Evangelización” significa compartir la Buena Nueva, sobre la persona de Jesucristo. Se trata de que todos en unidad caminemos hacia los pies de Jesús. Y luego hacia otros para presentárselo. En todas las épocas, alrededor del mundo, la Iglesia existe para evangelizar, es decir, para proclamar a Jesucristo como Salvador, sanador, renovador y redentor del mundo.



Los Carismáticos Católicos primero debemos llegar hasta otros con amor para mostrarles a Cristo como la fuente que apaga la sed de su corazón.

Si ignoramos o desatendemos uno de esos dos aspectos de la Evangelización, nos daremos cuenta de que nuestros esfuerzos serán ineficaces, unidimensionales y desequilibrados.

Tal vez lleguemos a pensar que no conocemos nuestra fe lo suficiente como para compartirla. Nos preocupa que en algunos lugares y dentro de la misma Iglesia algunos Sacerdotes nos juzguen o critiquen por la falta de formación o sometimiento a la jerarquía de la Iglesia. Tememos limitar la libertad de otros al “Imponer” nuestra espiritualidad Carismática.  

El Papa Francisco lo ha dicho: “Jesús te llama a ser discípulo en Misión.” Cristo ha puesto dentro de nosotros el conocimiento y la fuerza del Espíritu Santo para proclamar el Evangelio.

 

 

lunes, julio 11, 2016

Carismáticos Viviendo el Seminario Vida en el Espíritu


Por José Eugenio Hoyos


La Renovación Carismática Católica tiene una espiritualidad especial y profunda.

Los Carismáticos comienzan a caminar y a tener un encuentro personal con Cristo cuando vivimos a plenitud un Seminario de Vida en el Espíritu.


Este seminario nos da la oportunidad de dejar atrás lo mundano, lo superficial y la vida de pecado, son las oportunidades que tienen las personas de renovarse, de dar un paso importante en la vida de los Cristianos.

El seminario de Vida en el Espíritu es un gran esfuerzo de Evangelización y de sentir la cultura de Pentecostés.

Cada participante encuentra el amor de Dios, se siente amado e importante. Reconoce que hay que dejar atrás su pecado e indiferencia ante la Iglesia, y dentro de su conversión entiende que es el mismo Cristo quien le presenta nuevas posibilidades de ser feliz en la oración y en la alabanza.


Aprendemos a valorar más nuestra vida, nuestra familia y a sentir que los sacramentos son el camino que nos llevan a la salvación y a amar más a María que nos muestra el encuentro con su hijo Jesús. Nos convertimos en participantes de la naturaleza divina y por lo tanto podemos dar testimonio de tener un Padre en común, de pertenecer a una Iglesia Santa y proclamar que tenemos un Cristo vivo. Al terminar un Seminario de Vida en el Espíritu, experimentaremos ese Espíritu Santo, renovándonos, sanándonos y sintiendo una multitud de Bendiciones.

Cada Carismático lleva en su corazón la gran ofrenda que es nuestro Señor, el Rey supremo: Cristo Jesús!!!!!