Por José
Eugenio Hoyos
La Renovación Carismática Católica tiene una espiritualidad
especial y profunda.
Los Carismáticos comienzan a caminar y a tener un encuentro
personal con Cristo cuando vivimos a plenitud un Seminario de Vida en el Espíritu.
Este seminario nos da la oportunidad de dejar atrás lo
mundano, lo superficial y la vida de pecado, son las oportunidades que tienen
las personas de renovarse, de dar un paso importante en la vida de los Cristianos.
El seminario de Vida en el Espíritu es un gran esfuerzo de Evangelización
y de sentir la cultura de Pentecostés.
Cada participante encuentra el amor de Dios, se siente amado
e importante. Reconoce que hay que dejar atrás su pecado e indiferencia ante la
Iglesia, y dentro de su conversión entiende que es el mismo Cristo quien le
presenta nuevas posibilidades de ser feliz en la oración y en la alabanza.
Aprendemos a valorar más nuestra vida, nuestra familia y a
sentir que los sacramentos son el camino que nos llevan a la salvación y a amar
más a María que nos muestra el encuentro con su hijo Jesús. Nos convertimos en
participantes de la naturaleza divina y por lo tanto podemos dar testimonio de
tener un Padre en común, de pertenecer a una Iglesia Santa y proclamar que
tenemos un Cristo vivo. Al terminar un Seminario de Vida en el Espíritu,
experimentaremos ese Espíritu Santo, renovándonos, sanándonos y sintiendo una
multitud de Bendiciones.
Cada Carismático lleva en su corazón la gran ofrenda que es
nuestro Señor, el Rey supremo: Cristo Jesús!!!!!
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