viernes, abril 15, 2016

Carismáticos: Quien Sana Tus Heridas No Se Llama Tiempo Se Llama Espíritu Santo


Por José Eugenio Hoyos


He quedado muy claro dentro de los grupos de oración, en la Adoración Eucarísticas y en las Misas de Sanación de quien sana, salva, y libera es Cristo Jesús con la fuerza del Espíritu Santo.

La Renovación Carismática con su adecuada evangelización ha centrado el evangelio de Jesús como el signo de esperanza y el gran motivo de nuestra fe.


El mismo Jesús tiene un bisturí especial que quiere utilizar en tu vida, pero antes te hace esperar para prepararte y evaluarte, para que puedas enfrentar lo que se venga en la siguiente fase de tu Fe.

“El entusiasmo sin conocimiento no vale nada; la prisa produce errores. (Proverbios 19, 2). Es desilusionante y frustrante tener prisa y estar afanados para que las cosas sucedan de inmediato y que Dios no la tenga.

Definitivamente Dios no tiene prisa. Las escrituras nos dicen que un día es como mil años y mil años como un día para Dios. Cristo es superior al tiempo.


Es hora de comenzar a confiar más en Dios y permitirle que Él trabaje en ti a través de ti, mientras estas en espera, en el camino de una sanación. Es cierto que Dios demora la respuesta en una oración hasta que hayas aprendido algo que Él quería enseñarte. Cuando Cristo te mira es porque tiene un momento para ti, un propósito, desea que seas grande y exitoso y darte una vida nueva.

Cuando Jesús te llama, una cosa es la voz de Dios, otra cosa son los ojos de Dios.

Podemos encontrar a Dios en cada instante, en todas las cosas de la tierra, pero sobre todo se encontrara en el fondo del alma. Él nunca se aparta de mí, Dios en mí y yo en El. Porque quien sana nuestras enfermedades no se llama tiempo se llama Jesús y quien empuja ese milagro es el Espíritu Santo.

 

 

jueves, abril 14, 2016

¡Solo Jesús Puede Sanarte!!! ¿Por Que Lo Dudas?


Padre José Eugenio Hoyos


Por más de 30 años que participo activamente en la Renovación Carismática y preparándome para celebrar los 50 años de la RCC y experimentando cada día la cultura de Pentecostés puedo asegurar que Jesús no ha descansado un minuto en su labor y ministerio de Evangelizar.

La Iglesia Católica siempre ha estado presente por siglos con el enfermo, llevándole apoyo en hospitales, ancianatos y en la unción de los enfermos.

Debemos valorar y apoyar a quienes ejercen un servicio o ministerio de sanación: oración por y con los enfermos, don de consuelo, don de reconciliación don de acogida y de escucha, capacidad de solidarizarse con el sentimiento y necesidades de los enfermos.


A través de las Sagradas Escrituras podemos testimoniar y ver y ver muchos casos de hombres y mujeres que creyeron y confiaron en Dios, que nunca dudaron en que Dios cumpliera. Cada uno de ellos recibió lo que creyó porque Dios responde positivamente a la fe de los que creen a Dios no lo mueve el sufrimiento, lo que mueve la mano de Dios es tu fe.

“Hijo en tu enfermedad, no seas negligente, sino ruega al Señor y El tu curara. Aparta las faltas, endereza tus manos, y de todo pecado purifica el corazón. Ofrece incienso y memorial de flor de harina, haz pingues ofrendas según tus medios. Recurre luego al médico, pues el Señor lo creo también a él.” (Eclesiástico 38, 9-11)  No olvides, ayer y hoy Cristo sigue sanando! No lo dudes!!! Pues Jesús quiere sanarte y punto.

Y lo estamos viendo cada día, en la Eucaristía y en las Misas de Sanación. Tenemos un Dios grande y poderoso.

martes, abril 12, 2016

La Renovación Carismática Un Golpe Contra El Demonio


Por José Eugenio Hoyos


Si está muy claro y comprobado el principal enemigo de la Renovación Carismática es satanás. Satanás odia, aborrece y está en contra con todo lo que sucede en la RCC y sobre todo con los grupos de oración.

El demonio trata de poner en contra a Católicos fríos, líderes religiosos porque le estorba y le incomoda que la gente Carismática declare a Jesús como el único Rey, como médico Divino, como el Salvador y redentor del universo.


Al Evangelio de Jesús, que pidamos liberación de nuestros pecados, que alcemos nuestras al cielo para pedir bendiciones, al demonio no le gusta y entra en depresión cuando nos podemos de rodillas ante el santísimo, el coludo (demonio) corre y echa fuego como un dragón cuando nos confesamos ante el Sacerdote o frecuentamos la Santa Eucaristía, echa pestes cuando pedimos perdón, se aturde cuando escuchamos las alabanzas y amamos a nuestra madre María. Satanás le molesta y se irrita cuando los grupos de oración reina la armonía, la unidad, el amor y la caridad entre hermanos(as).

La Renovación Carismática como corriente de gracia arrastra todo resentimiento, vicios, adicciones y cuando sus aguas tocan a las personas las limpia del hombre carnal al hombre espiritual.

Un Carismático debe ser perseverante en la oración en las obras de caridad y mantenerse siempre alegre compartiendo en comunidad dones y carismas y se le acaba el poder cuando el Carismático reza el Santo Rosario y dice Amen.

 

lunes, abril 11, 2016

La Gente Carismática Católica Es La Más Feliz Y Exitosa


Por Kelvin Saravia


Por supuesto y sin dudar me atrevería a decir que todos los Católicos son las personas más felices y generosas en el mundo espiritual.

Pero los que pertenecen y están activos en la gran corriente de gracia: “La Renovación Carismática Católica” (RCC) no solo son alegres sino que están llenos del gozo de Espíritu Santo y con el fuego arrasador de vivir la cultura de Pentecostés. A algunos les incomoda el sentir el entusiasmo de cientos de personas orando y alabando a Dios en los grupos o círculos de oración. Cuando todo lo contrario deberían darle gracias a Dios al poder ver como todo un pueblo siente con alegría la presencia de un Cristo vivo y la fuerza sanadora y liberadora del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo mueve a la Iglesia y trae mucha alegría es un anticipo de la gran fiesta que nos prepara y nos muestra como es la vida eterna.


Los Católicos no somos multiplicadores del gozo de un Cristo resucitado, que trae paz, y esperanza.

Los Carismáticos felices demuestran en todo momento que los dones y carismas fluyen en sus corazones en su vida personal y en sus familias.

Los Carismáticos felices y exitosos producen en la Iglesia Católica balances positivos y son grandes líderes en la comunidad.

El Padre José Eugenio Hoyos dice: “Los que pertenecen a la Renovación Carismática se convierten en los motores de nuestra Iglesia Católica y la enriquecen cuando comparten sus dones y carismas estamos bendecidos cuando los grupos de oración alaban interceden y oran entonces la Iglesia se enaltece y se santifica.”