Por José Eugenio
Hoyos
Si está muy claro y comprobado el
principal enemigo de la Renovación Carismática es satanás. Satanás odia,
aborrece y está en contra con todo lo que sucede en la RCC y sobre todo con los
grupos de oración.
El demonio trata de poner en contra a
Católicos fríos, líderes religiosos porque le estorba y le incomoda que la
gente Carismática declare a Jesús como el único Rey, como médico Divino, como
el Salvador y redentor del universo.
Al Evangelio de Jesús, que pidamos
liberación de nuestros pecados, que alcemos nuestras al cielo para pedir
bendiciones, al demonio no le gusta y entra en depresión cuando nos podemos de
rodillas ante el santísimo, el coludo (demonio) corre y echa fuego como un dragón
cuando nos confesamos ante el Sacerdote o frecuentamos la Santa Eucaristía,
echa pestes cuando pedimos perdón, se aturde cuando escuchamos las alabanzas y
amamos a nuestra madre María. Satanás le molesta y se irrita cuando los grupos
de oración reina la armonía, la unidad, el amor y la caridad entre
hermanos(as).
La Renovación Carismática como corriente
de gracia arrastra todo resentimiento, vicios, adicciones y cuando sus aguas
tocan a las personas las limpia del hombre carnal al hombre espiritual.
Un Carismático debe ser perseverante en
la oración en las obras de caridad y mantenerse siempre alegre compartiendo en
comunidad dones y carismas y se le acaba el poder cuando el Carismático reza el
Santo Rosario y dice Amen.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario